Priscilla Alvarez 01 de febrero de 2022
@priscialva
El
gobierno de Joe Biden, incapaz de regresar a su país de origen a un número cada
vez mayor de venezolanos detenidos en la frontera entre México y Estados
Unidos, los está enviando ahora a Colombia si previamente residían allí, según
dos funcionarios de Seguridad Nacional.
Los funcionarios de la Casa Blanca están cada vez más preocupados por el gran número de adultos solteros que siguen cruzando la frontera sur de Estados Unidos, especialmente de países que México no acepta bajo una controvertida política de la era Trump, dijeron dos fuentes familiarizadas con las discusiones.
Los
vuelos de venezolanos a Colombia, de los que no se ha informado previamente,
representan otro esfuerzo del gobierno para tratar de frenar el flujo de
migrantes, alejando a quienes llegan más allá de la frontera entre Estados
Unidos y México, incluidos los que buscan asilo.
En
diciembre, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados
Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) registró más de 13.000 adultos
solteros procedentes de Venezuela en la frontera sur de EE.UU., frente a los 96
de diciembre de 2020, según datos de
la agencia.
Una
crisis humanitaria y la inestabilidad política se han apoderado de Venezuela en
los últimos años. Alrededor de 6 millones de personas han huido del país, de
acuerdo con la ONU,
generalmente a otras partes de América Latina que también tuvieron dificultades
durante la pandemia.
De
hecho, el deterioro de la situación en Venezuela se ha reconocido de manera
bipartidista. El año pasado, los senadores Marco Rubio, republicano, y Bob
Menéndez, demócrata, presentaron una
resolución del Senado en la que expresaban su alarma por la situación del país.
Colombia
también concedió un estatus legal temporal a los venezolanos que llegaron al
país, permitiéndoles trabajar legalmente. Pero, aquellos que optaron por viajar
a la frontera de Estados Unidos para buscar protección allí quedan ahora con la
expulsión a Colombia a miles de kilómetros de distancia de la posibilidad de
solicitar asilo.
La
situación en la frontera
La
situación de la frontera entre EE.UU. y México ha perseguido al gobierno de
Biden desde sus primeros días, a medida que un número cada vez mayor de migrantes
llega a este lugar para huir del deterioro de las condiciones en el hemisferio
occidental. Los republicanos han aprovechado recientemente las liberaciones de
migrantes ––algunos de los cuales no se pueden expulsar debido a su
nacionalidad–– para mostrarlas como otro ejemplo de lo que describen es un mal
manejo del gobierno en la frontera.
Bajo
una polémica orden de salud pública, conocida como Título 42, las autoridades
pueden expulsar rápidamente a los migrantes que se encuentren en la frontera
sur de EE.UU. Esto impide, de hecho, que los solicitantes de asilo presenten su
petición y marca una desviación sin precedentes del protocolo anterior. La
medida se implementó al comienzo de la pandemia de covid-19, a pesar de
las sospechas
entre los funcionarios de que tenía una motivación política.
La
Casa Blanca se ha remitido en repetidas ocasiones a los Centros para el Control
y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) sobre el futuro
de la política. En ese sentido señala que la agencia la considera necesaria
dadas las variantes delta y ómicron del coronavirus.
El
jueves pasado, el Departamento de Seguridad Nacional devolvió a dos ciudadanos
venezolanos a Colombia, donde habían residido previamente, dijo el departamento
a CNN, añadiendo que se espera que los vuelos a Colombia se realicen "de
forma regular".
"Como
parte de los esfuerzos de mitigación del covid-19 de Estados Unidos, el
Departamento de Seguridad Nacional (DHS) continúa aplicando la autoridad de
salud pública del Título 42 de los CDC con todos los individuos que se
encuentran en la frontera suroeste. Sin embargo, la capacidad del DHS para
expulsar a los individuos puede ser limitada por varias razones, incluyendo la
habilidad y capacidad de México para recibir individuos de ciertas
nacionalidades", dijo el departamento en un comunicado. También añadió que
el DHS ha devuelto a los migrantes a terceros países de la región donde habían
vivido o tenían estatus.
El
departamento también reconoció la precaria situación de Venezuela al
conceder una
forma de ayuda humanitaria a los venezolanos que ya están en Estados
Unidos.
Aun
así, el gobierno de Biden sigue confiando en la orden de salud pública y recientemente
la defendió en corte. Justamente, una medida que recibió críticas de
los defensores de los inmigrantes y de los legisladores demócratas. La reciente
decisión de expulsar a migrantes de Venezuela ––un país en crisis–– a Colombia
revela una mayor dependencia sobre la orden de salud pública, en medio de un
creciente número de venezolanos que llegan a la frontera entre Estados Unidos y
México.
En
diciembre, la CBP de EE.UU. registró 24.819 venezolanos en la frontera sur de
EE.UU., entre adultos solos, familias y menores. Lo que representa un aumento
con respecto al mes anterior y una tendencia al alza. Como punto de
comparación, en diciembre de 2020, la CBP solo encontró unos 200 migrantes
venezolanos, según datos de la agencia.
Mientras
que decenas de miles de migrantes han sido rechazados en la frontera entre
México y Estados Unidos, algunos, como los sudamericanos, no son aceptados por
México. Por lo tanto, esas personas en gran medida no pueden ser expulsados. En
virtud de la autoridad sanitaria, el DHS ha expulsado a migrantes de Guatemala,
Honduras, El Salvador y Brasil.
Algunos
migrantes de Venezuela cruzaron
la frontera en Yuma, Arizona, a menudo volando a un aeropuerto en México y
luego cruzando en una brecha a lo largo del río Colorado, acortando el viaje a
solo días. Es la opción más viable para muchos venezolanos y brasileños, por
ejemplo, que no pueden obtener una visa que les permita trabajar en EE.UU., o
que no pueden permitirse la larga espera del proceso de inmigración legal.
Recientemente, México
puso en marcha nuevas restricciones de visado para los venezolanos que
viajan a México.
Estados
Unidos ya tomó medidas para tratar de reducir el número de migrantes en la
frontera con México. El año pasado, el gobierno comenzó a trasladar al interior
de México a los migrantes aprehendidos en la frontera sur y sujetos a la
política fronteriza de la era Trump vinculada a la pandemia.
Embajada
de Venezuela advierte sobre las consecuencia y hacer un llamado a Estados
Unidos
La
Embajada de Venezuela en Estados Unidos, que responde a Juan Guidó como
presidente encargado reconocido por EE.UU., hizo este martes un “firme llamado”
a “permitir que los migrantes venezolanos puedan presentar su solicitud de
asilo, que la misma sea evaluada de acuerdo a los procedimientos establecidos,
y conforme a ello sea tomada una decisión definitiva”.
“Desestimar
sumariamente este clamor humanitario de ayuda solo deja a los venezolanos en
mayor indefensión y vulnerabilidad. Devolverlos a Venezuela acarrea aún peores
consecuencias”, afirmó la
oficina en un comunicado difundido en su página web, donde aseguran que
ellos no han autorizado solicitudes de deportaciones por razones migratorias.
Además,
sostienen que más restricciones solo profundizarían la crisis y aumentarían los
“negocios ilegales como la trata y tráfico de personas”.
La
embajada destacó que Colombia “ha sido ejemplo en la región” al recibir a 1,7
millones de migrantes y regularizar su situación a través del Estatus Temporal
de Protección, y también hizo referencia a la colaboración de Estados Unidos.
Sin embargo, en lo que respecta a la aplicación del Título 42, se hizo eco de
las declaraciones de la ACNUR, que ha expresado que “las expulsiones sumarias y
masivas de personas que se están llevando a cabo bajo la autoridad del Título
42, sin examinar las necesidades de protección, son incompatibles con las
normas internacionales”.
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