Lester Toledo 06 de mayo de 2022
@LesterToledo
Hay
que ser bien miserables para seguir jugando, como lo han hecho en estos últimos
20 años con los pagos de las jubilaciones y las pensiones de quienes por años
entregaron su sudor, sus conocimientos y su talento para el progreso de
Venezuela.
Con
bombos y platillos el estafador mayor de Nicolás Maduro anunció el domingo que
pagaría un “bono único” de 10.000 bolívares (Bs), equivalentes a 2.227 dólares
a la tasa vigente del Banco Central de Venezuela (BCV). Por supuesto, esto
provocó una ola de entusiasmo y alivio para todos los abuelitos que recibieron
ese “notición”.
Pero lo que pudo ser un baño de esperanza para algunos terminó siendo un balde de agua fría para muchos, que los despertó y regresó a la triste realidad inflacionaria del país, en otras palabras, la alegría, como decimos en Venezuela, fue de tísicos, porque resulta que tal “bono” solo iba a beneficiar a una pequeña porción de los más de 5 millones de jubilados y pensionados que se registran en el país, porque tal “bono” solo fue prometido para los trabajadores que se jubilaron entre el 1 de enero de 2018 y el 1 de mayo de este año.
Tal
como refirió José Blanco, integrante del Comité de Jubilados y Pensionados de
Pdvsa, en una entrevista, ese “pago único” que aprobó el régimen de Nicolás
Maduro, representa apenas 1% de los empleados del sector petrolero y menos
del 4% de los jubilados en total.
Pero
no solo allí queda el engaño, sino además en la forma de pago, Maduro habló el
domingo que tal pago se iba a efectuar en tres porciones, pero llegó el lunes,
y la no menos estafadora y mentirosa de Delcy Rodríguez, la vicepresidenta,
dice que tal “bono” lo pagarían en 12 meses. Entonces, ¿12 o 3 porciones?
La
realidad del país contrasta con las mentiras de Nicolás, porque ese tal “bono
único” no será ni compensatorio, ni reparador, es como todo lo que anuncia el
régimen, una total estafa, porque la deuda que este régimen ha adquirido con
nuestros jubilados y pensionados es de tal magnitud, que no hay bono, ni único,
ni fraccionado, ni compensatorio, ni reparador, capaz de componer la tamaña
injusticia que con ellos han cometido. O pregunten a cualquier jubilado de
Pdvsa, dónde fueron a parar sus ahorros del Fondo de Pensiones de Pdvsa. Solo
por esa vía el régimen avaló un desfalco histórico de más US$540 millones de
dólares de ese fondo, y hoy Nicolás sale con esta curita para tratar de tapar
el tremendo hueco de corrupción y de impunidad.
Para
poner otro ejemplo que refleja el precario e injusto sistema de seguridad
social en Venezuela y los niveles de corrupción del régimen, cito un estudio
desarrollado por Prodavinci sobre la realidad de un profesor
universitario venezolano, quien aportó como obligación al Seguro Social durante
los últimos 20 años el equivalente a US$16.426 dólares en total, pero resulta
que al valor de la pensión actual le tocará recibir US$281 dólares por los
siguientes 25 años. Es decir, que el pobre necesitaría vivir 1.459 años para
que el Seguro Social pueda devolverle el ahorro de su trabajo.
Pero
así como tenemos el ejemplo de este profesor universitario y de un jubilado de
la industria petrolera, podemos citar millones de casos de abuelos que se
acuestan sin comer y se ven en la obligación de decir el destino de sus
indignas pensiones, o comida, o medicinas, o servicios.
En
nuestro país la pensión es lo que perciben los trabajadores que se retiran tras
alcanzar las semanas cotizadas en el Seguro Social.
Desde
1995 la pensión se igualó al salario mínimo mensual. El último aumento del
salario mensual fue de 7 bolívares (equivalente a US$1,5 dólares) a 130
bolívares (US$29 dólares), un monto que resulta insuficiente si lo contrastamos
con el costo de la canasta alimentaria de febrero de este año, que según el
Observatorio Venezolano de Finanzas estaba rondando los US$365 dólares.
Entonces
tenemos poco más de cinco millones de pensionados que ven sus diezmados
ingresos desvanecerse ante una inflación anual, que llegó al 686,4% en 2021.
Son
millones de venezolanos que superan los 60 años de edad a quienes les han
secuestrado sus derechos y sus ahorros, que no cuentan con un sistema de salud
que los respalde, y mucho menos con pensiones dignas, y a quienes, para colmo,
obligan a inscribirse en un sistema de control llamado Patria y portar un
carnet, para poder percibir sus propios ahorros. Y que a la gran mayoría de
ellos apenas les alcanza para comer una vez al día y no pueden costear sus
tratamientos médicos.
Por
eso Nicolás, a otro perro con ese hueso. Nadie se traga tus mentiras. Tu bono
único, no es ni único, ni compensatorio, ni reparador como prometiste. Es otra
de tus grandes estafas.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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