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jueves, 21 de junio de 2012

Contra el paredón


Veneconomía Opina, 20/06/2012

Como lo ha indicado Chávez y algunos de sus más conspicuos aduladores, la Ley Habilitante fenecida el 17 de junio sirvió, al igual que las tres anteriores, para avanzar en el enjambre ilegal que conformará el castrocomunismo prometido.

Los venezolanos apenas han comenzado a conocer el impactante contenido de los decretos-leyes, en especial los 14 legislados en la última jornada habilitada, cuyo contenido implica graves violaciones a la Constitución Nacional y vulnera tajantemente derechos y libertades de los ciudadanos.

Una de las leyes más indignantes, por ser discriminatoria y excluyente de amplios sectores productivos privados, es el Decreto-Ley que “promueve y regula las nuevas formas asociativas entre el Estado, la iniciativa comunitaria y privada para el desarrollo de la economía nacional”.

Para comenzar, el Ejecutivo vuelve a sus trece y continúa promoviendo nuevas modalidades de “propiedad privada”, indicando ahora que la misma sería “no monopólica, social, directa, indirecta o combinaciones que originen formas de propiedad mixta". Además propone nuevas maneras asociativas que permitan el siguiente jeroglífico: "sembrar injertos de transformación del metabolismo del capital”. ¿?

Estas nuevas formas asociativas fueron clasificadas en tres “nuevos” tipos: 1) Alianzas estratégicas con empresas privadas o comunitarias y el Estado para compartir procesos productivos en “una misma actividad o en encadenamientos asociados”, en las cuales las empresas conservarían su identidad jurídica. 2) Empresas mixtas con mínimo 40% de participación del Estado, el cual se reservaría el derecho al veto en “decisiones de carácter estratégico”. 3) Conglomerados de firmas públicas o privadas que se asocian para un fin determinado “planificando esquemas para adquisición de materias primas, marcas colectivas, producción, distribución y comercialización”. Para ello se contempla crear una empresa estatal, o conjunta, encargada de los “procesos de escala, tanto de importación directa, como de coordinación de actividades de distribución, logística y comercialización” del conglomerado.

Es completamente previsible cómo terminarán estas “empresas” pues, como es harto conocido, Venezuela está sembrada de cementerios de las creaciones de “propiedad” que ha inventado el chavismo, entre otras muchas, las desaparecidas Empresas de Producción Social (EPS).

Pero, lo que pone a los empresarios contra el paredón es que descaradamente se “legaliza” lo que viene siendo de práctica cotidiana: privilegiar a quienes se supeditan al chavismo con las “prebendas” del Estado. El artículo 9 establece que las iniciativas privadas que asuman el modelo de empresa conjunta con el Estado contarán con “estímulos” como facilidades en el acceso al crédito manufacturero con tasas de interés y condiciones preferenciales, exclusión del cumplimiento de trámites asociados a la ley de contrataciones públicas, acceso a los planes de compras directas del Estado y hasta posibilidades de exoneración de pago de impuestos, previa autorización presidencial.

Tal vez muchos de los “empresarios” boliburgueses y oportunistas considerarán esto como un prometedor “caramelito”, pero lo que realmente significa es mayor corrupción, ingente discriminación y una ilegal exclusión de quienes no se plieguen al modelo castrocomunista, lo cual viola la garantía constitucional del derecho a la libre asociación y a la libertad de emprender de los venezolanos.

Tomado de:
http://www.veneconomia.com/site/

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