Por Carlos Vilchez Navamuel, 25/06/2012
Sabido es que el hombre -el género humano como tal- es imperfecto, en consecuencia no se puede esperar que todo lo que el hombre haga sea perfecto. La historia nos recuerda que el hombre se ha organizado social y políticamente de diferentes formas, desde pequeños grupos nómadas, hasta formar verdaderas tribus, cada uno de ellos en busca de su propio territorio, así nacieron regiones, imperios, reinados, países y en estos últimos dictaduras y democracias, sin embargo desde mediados del siglo pasado han ido prevaleciendo más y más países en democracia.
Comprendido lo anterior, debemos decir entonces que la Democracia tampoco
puede ser perfecta, es un sistema o modelo
de organización social que está en evolución, de allí las diferentes
interpretaciones de esta palabra, lamentablemente nos enseñan muy poco sobre la
Democracia y la mayoría de las personas no lo entienden.
En un artículo
publicado en la Revista Libertad Digital, titulado “Cifras de la Democracia”
cuyo autor es mi hermano Ricardo Vilchez Navamuel nos recuerda lo siguiente:
“Hacia mediados del siglo XX había 22 democracias que representaban ya el 31%
de la población mundial y se sumaban 21 estados con prácticas democráticas
restringidas o democracias emergentes, representando el 11.9% de la población
del globo. En total, para 1950, había 80 estados soberanos.”
Desde el punto de vista de la historia humana el ejercicio de la
Democracia es joven y tenemos que entender
que no es lo mismo una democracia emergente que una democracia representativa
o parlamentaria. No es lo mismo una democracia socialista donde el Estado
pretende regular todas las actividades de su sociedad eliminando propiedad
privada y derechos humanos que una democracia capitalista como la de EEUU, o
una democracia socialista moderna como la Sueca, de la misma forma no son lo
mismo una democracia autoritaria que una democracia con todas las libertades.
En nuestra América hemos visto en ciertos países un retroceso sobre sus
democracias, el mejor ejemplo lo encontramos en el gobierno autoritario que
dirige el presidente venezolano Hugo Chávez con su socialismo del siglo XXI.
Las pruebas están a la vista, cuando un gobierno coarta libertades y
derechos humanos indican autoritarismo, cuando esto sucede indudablemente se
retrocede.
La sentencia que aparece entre comillas en el título de
este escrito “Fallan los hombres, no la Democracia” la dijo hace muchos años el
ex presidente costarricense don Mario Echandi, (Q.E.P.D) nos la recordó
recientemente don Enrique Obregón Valverde en un artículo titulado “Defendamos
nuestra Democracia.” http://www.nacion.com/2012-06-20/Opinion/defendamos-nuestra-democracia.aspx
La clave para fortalecer la Democracia está en la educación sobre lo que ello significa, el proceso en que se desenvuelve y como evoluciona.
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