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viernes, 5 de octubre de 2012

¿FRIO CÁLCULO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS O LOS CIUDADANOS NO CAPTAMOS LAS PRIORIDADES?



Honorio Guerra 5 de octubre de 2012

Es interesante hacer un análisis de lo que significa votar por la tarjeta de la unidad o por cualquiera de las tarjetas de los Partidos Políticos que decidieron ponerla a disposición del candidato de la unidad.

Hay, creo, tres elementos que deben colocarse como definiciones para el análisis:

  •  Los Partidos Políticos son la base que sostienen una democracia, sin Partidos Políticos (PP) no hay Democracia, una Democracia fuerte requiere de Partidos Políticos Fuertes. Los PP son una construcción de la Sociedad Civil, contraposición a lo militar, y su objetivo es llegar al poder con el fin de construir el país que sueñan, ideología. En democracia esta construcción se va realizando acordando con los otros PP, ONGs y otros grupos de la sociedad.
  •  El voto de los ciudadanos es lo que le da fuerza representativa a los Partidos Políticos, en una alianza es conveniente conocer y calibrar la representatividad de los Partidos Políticos que la conforman para poder impulsar mejor los proyectos o modelos que mejor identifican a los PP más apoyados, en nuestro caso, le da matices al programa elaborado por la MUD.
  •   La Mesa de la Unidad (MUD) está conformada por los PP. Sus decisiones han sido construidas por ellos de común acuerdo y son coordinados por Ramón Guillermo Aveledo, la suma de todos los PP son la MUD.
A partir de las definiciones vemos que en el camino que estamos construyendo para una democracia solida no hemos adelantado adecuadamente la tarea de  levantar PP fuertes, y es evidente que esto no va a ocurrir milagrosamente el día después de que nuestro candidato tome posesión de la presidencia, con lo que nuestra democracia podría presentar un flanco débil innecesariamente.

En un principio la tarjeta única generó muchos apoyos, en mi opinión por desconocimiento político, al final como la MUD toma sus decisiones por consenso, este se alcanzó con la tarjeta unitaria, pero esta situación hacia perder el valor asignado a dicha tarjeta.

Veámoslo un poco más profundamente, si alguien vota por la tarjeta de la unidad está votando por el conjunto de partidos que la apoyan y el voto, representatividad, de este elector se diluye entre estos partidos (Acción Democrática, Copei, Proyecto Venezuela, Causa R, Alianza al Bravo Pueblo,  Bandera Roja, MAS, Cuentas Claras, Movimiento Republicano, URD, Gente Emergente, Opina, Convergencia, Movimiento Laborista, PPT, Electores Libres, OFM) para decirlo de modo matemático la representatividad del voto de este elector se divide en 1/17 avo para cada partido. Viéndolo desde el punto de vista del elector se podría preguntar ¿Cuál de todos los partidos representa realmente el punto de vista del elector? ¿Lo sabe el elector? ¿Lo saben los PP que apoyan esta tarjeta?. Lo otro que debe quedar claro es, al votar por la tarjeta de la unidad no se está votando por la MUD, que son todos los partidos, se está votando por los partidos que apoyan dicha tarjeta.

La pregunta más importante es ¿se envía el mensaje de unidad a los PP de la MUD? cuando se vota por la tarjeta de la unidad.

En lo personal creo que no, en realidad ese mensaje se envió en las primarias. La unidad, en las diferencias democráticas, es una necesidad histórica, pero debe construirse manteniendo las diferencias porque estas diferencias, manejadas adecuadamente, son las que nos llevan a una democracia sólida.

La otra faceta que como electores debemos mirar es que por razones obvias la tarjeta de partido más votada va ser la del partido del candidato, ¿Nos conviene un partido excesivamente fuerte sobre los otros? Es algo que debemos analizar con cuidado.

De las reflexiones anteriores lo más importante es que el domingo 7 de octubre tenemos una cita con nosotros mismos y con quienes nos siguen generacionalmente, no podemos faltar a esta cita y debemos hacerlo con responsabilidad votando por la tarjeta del PP que mejor represente nuestra manera de ver el mundo, sin olvidar que la democracia exige participación, no solo el 7 sino en los días y años siguientes, para poder ser fuerte y no volver a caer en liderazgos mesiánicos.

Como afirma nuestro candidato hay un camino y ese somos todos nosotros.

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