Miguel Méndez Rodulfo Caracas 10 de mayo de 2013
Soy
de los que creo que al régimen ya no le resulta conveniente realizar elecciones
porque la tendencia ahora favorece claramente a los sectores que hacemos vida
en la MUD, de manera que podríamos estar en el escenario en que se pospongan
indefinidamente y bajo cualquier tipo de excusas las elecciones municipales,
cuyo lapso ya está vencido por lo demás. Esta estrategia afectaría también las
elecciones parlamentarias del año que viene, y a los revocatorios que se
podrían activar. La posibilidad de perder de una manera contundente los eventos
electorales por venir, con la consecuente erosión del endeble piso político que
le queda al régimen, son los disuasivos que condicionan la decisión del
gobierno; sin embargo, incumplir con la pauta electoral que establece la
Constitución y las leyes, no es cualquier cosa y podría generar una conmoción
política.
Estando
claro ya que el gobierno no puede hacer lo que le dé la gana, como pretendía,
visto que la oposición se ha plantado firme, sin ceder un palmo y dada la
reacción internacional, se le hace más difícil al oficialismo ignorar las
fechas electorales; sin embargo, pienso que jugarán con el tiempo para
prolongar al máximo la concurrencia a las urnas. Traigo a colación este
análisis porque se ha divulgado en los medios un documento estratégico del
gobierno en el que se plantea adelantar las elecciones municipales que habían
sido previstas para diciembre de este año. El argumento interesante que se
esgrime, es que realizar ahora elecciones para alcaldes, con el mismo árbitro
que la oposición ha cuestionado severamente, le plantea a la MUD, y a sus
electores, una disyuntiva: hay que participar, pero hacerlo con este mismo CNE
es una manera de reconocerle al juez electoral una probidad que se le ha
cuestionado, lo cual plantea entonces una seria contradicción, difícil de
explicar a quienes sufragan por Capriles.
Este
dilema podría incrementar la abstención más allá de la que es propia en estas
elecciones municipales, cosa que afectaría las pretensiones de triunfo
electoral de la oposición. Parece una jugada inteligente del gobierno, si se
hace, pero al respecto creo que a diferencia de los comicios de diciembre que
venían precedidos de la derrota de octubre, las venideras elecciones municipales
siguen al mejor momento político que han vivido los factores que históricamente
han adversado a este régimen. Luego, aunque si la afectará la abstención normal
de estos eventos, no se producirá una desmoralización en las filas de los
votantes opositores por concurrir a votar con este CNE cuestionado por avalar
las trampas del gobierno. Al contrario, hay como un deseo de salir de este
régimen oprobioso, esperanza que ya tomó cuerpo en la sociedad venezolana y que
más temprano que tarde se va a materializar, por lo que la gente va a votar
masivamente para hacer patente la trampa y acumular indicios que a la postre
sean tan evidentes que hagan insostenible la viabilidad política del régimen.
La
publicación de las nuevas encuestas que se está haciendo, revela que cada vez
la oposición gana más terreno y que Capriles se consolida como el líder más
importante de la nación, mientras que Nicolás se hace un flaco favor a sí mismo
cuando avala las tropelías de Diosdado, sin reparar que lesionan la poca
gobernabilidad que tiene y sin percatarse que está siendo objeto de un juego
perverso del que dirige la Asamblea Nacional. Por otra parte, llama la atención
que el inquilino de Miraflores siga actuando como canciller, cuando su cargo
actual es otro más importante. ¿Será que ni él mismo cree en su legitimidad?
Caracas
10 de mayo de 2013
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