Por Carlos Vilchez Navamuel, 05/10/2014
Ya lo habíamos comentado en un artículo anterior cuando afirmamos entre
otras cosas que el Partido Socialista Unido
de Venezuela, el PSUV, más que un partido político, se convirtió en una secta
religiosa, y peor aún en una secta destructiva como veremos más adelante, donde
todos repiten lo mismo, visten igual y solo ellos tienen la razón.
Allí mismo señalamos también como empezó la secta a formarse, y
dijimos “Desde que el presidente Maduro afirmó que Chávez se le apareció en
forma de un pajarito chiquitico, el mundo chavista convirtió al difunto en algo
sin igual. El mismo Hugo Chávez se habría encargado de ello tal vez sin
pensarlo, Ludmila Vinogradoff, lo asentó en un artículo cuando dijo “Si alguien
supo explotar al máximo el fetichismo religioso se llama Hugo Chávez, pero para
construirse una mitología alrededor de su figura”. Y más adelante agregó “Así
lo muestran las consignas que corean ante su cadáver en la Capilla Ardiente de
que ahora el “supremo” comandante “no ha muerto, sigue vivo”.
Y añadimos que “Es triste y lamentable, pero Venezuela ha sido
gobernada en los últimos 15 años por un pequeño grupo de “locos de poder” que
entonteció a su pueblo, de la misma forma que lo hizo Hitler en su momento en
Alemania”. Ya lo dijo hace un par de años el psiquiatra Franzel Delgado Sénior cuando
afirmó: “El chavismo opera como una
secta destructiva”. Y nos la describe como “Un grupo organizado que emerge en
el seno de una sociedad con las intenciones de destruir las instituciones y
valores y obligarles a asumir los de la secta”. http://www.carlosvilcheznavamuel.com/el-manicomio-chavista/
El psiquiatra Delgado explica también cuales son la
características de una secta destructiva y nos dice que: “Primero: tienen una
estructura piramidal. Segundo: guardan una sumisión incondicional a un líder, a
quien se le debe obediencia absoluta pues se considera predestinado a cumplir
una misión que sólo él puede lograr y crea, al crecer la secta, una estructura
dictatorial. Tercero: hay anulación de la crítica interna y prohibición del
pensamiento individual. Cuarto: hay persecución de objetivos económicos
enmascarados bajo una ideología destinada sólo a reforzar el poder del líder.
En nuestro caso, la secta no tiene que producir dinero porque le entra por las
peculiaridades del país. Quinto: la manipulación de los adeptos para lograr los
fines que persigue la secta. Sexto: ausencia de control de una autoridad
superior sobre la secta. Séptimo: en las sectas destructivas se fabrican
palabras, frases y consignas para descalificar a quienes no pertenecen a ella,
que son considerados inferiores. Octavo: hay uso de un color y vestimenta
particular para identificarse y darse fortaleza de grupo. Noveno: hay
prohibición de abandonar la organización, y quien lo hace es severamente
penado”. http://www.soberania.org/Articulos/articulo_6851.htm
Con esta información todos los ciudadanos podemos estar alertas e identificar
rápidamente a los líderes que quieren emular a los Castro, Chávez y al mismo
Maduro que han seguido estas directrices para manipular a sus pueblos.
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