Por Víctor Salmerón | 25 de septiembre, 2014
La detonación de la República y un
férreo sistema de dominadores y dominados, así describe Héctor Silva Michelena
en su nuevo libro Estado de Siervos, Desnudando al Estado Comunal
(2014, BID & CO), al plan que Hugo Chávez dejara para
Venezuela y que Nicolás Maduro impulsa con nuevas fuerzas colocando a Elías
Jaua al frente del Ministerio de las Comunas.
Individuo de número de la
Academia de Ciencias Económicas, ex director del Consejo Latinoamericano de
Ciencias Sociales, doctor en economía, una amplia trayectoria en la docencia en
la que destaca el curso impartido en la Universidad de Cambridge y 83 años que
incluyen militancia y divorcio con el Partido Comunista. Con este bagaje
descose sin piedad el edén prometido a manera de comunas en las leyes del
Poder Popular.
El rompecabezas diseñado en las leyes
para normar la economía comunal indica que las comunas serán formadas por
agrupaciones de ciudadanos conocidas como consejos comunales, a su vez, cada
comuna tendrá empresas que asumirán atribuciones que hoy pertenecen a las
gobernaciones y alcaldías, mientras que el banco comunal administrará el dinero
que fluirá desde el Estado y el parlamento comunal aprobará las normas que
aparecerán en la gaceta comunal.
El Plan de la Patria prevé que en 2019
siete de cada diez venezolanos vivan en una comuna y actualmente ya están
registradas 874. Con esta última cifra, Héctor Silva Michelena comprueba que su
libro número veintiuno aborda un tema medular y analiza las ideas centrales
de su ensayo.
El Estado que contempla la
Constitución tiene al municipio como unidad política primaria de la
organización nacional, pero Chávez y ahora Nicolás Maduro impulsan el modelo
comunal que tiene a la comuna como célula fundamental. ¿Por qué no se optó
por acercar el poder municipal al ciudadano, fortalecer la entrega de recursos
al municipio y conservar claramente la norma de la elección de los
gobernantes a través del voto universal, directo y secreto?
El establecimiento de las comunas es
la demolición de la República porque la República está asentada sobre el
municipio que es su célula primaria. Las gobernaciones, consejos municipales,
asambleas legislativas, alcaldes son la base de una República democrática. En
esta estructura el voto es universal, directo y secreto. En las leyes aprobadas
para las comunas se deja ese tema abierto sin mayor precisión, solo se menciona
que habrá una elección popular, pero es a mano alzada, consulté con
constitucionalistas y personas que han estado en consejos comunales en varios
estados del país y es así. Después no hay más elecciones, la votación es de
segundo o tercer grado.
Este es un sistema que sirve
para que el chavismo continúe en el poder, la idea es que los voceros elegidos
a mano alzada sean representantes del partido. Lo que cuenta es el colectivo,
desaparece el individuo y no hay autonomía.
¿Como el autoritarismo está reñido con
la descentralización se hace necesario crear unas comunas que dependen de un
ministerio y tienen como finalidad servir a la ideología política del partido
de gobierno, el socialismo, tal y como dicen las leyes? ¿Qué pasa con quien no
es socialista, se acaba con la pluralidad?
Está muy cercano al pensamiento
utópico. Se promete la suprema felicidad como dice el Plan de la Patria. Hay un
punto óptimo y el óptimo es ser socialista, no puede haber otra preferencia, la
pluralidad desaparece, de allí la expresión comuna o nada. No se toma en cuenta
que el mundo es esencialmente heterogéneo, no es una masa indiferenciada de
personas. Entonces el que no satisface los requisitos de la máxima felicidad
que impone el gobierno es reprimido, por eso las utopías tienen una vocación
totalitaria, un Estado comunal es esencialmente totalitario.
El Estado comunal depende de la
Vicepresidencia de Desarrollo Territorial, del Ministerio de las Comunas y allí
desaparece la autonomía individual, elemento fundamental de la democracia. La
condición de ciudadano se pierde, desaparecen los ciudadanos y quedan los
siervos, los súbditos.
El artículo 64 de la Ley Orgánica de
las Comunas dice que la República, los estados y los municipios transferirán a
las comunas funciones de gestión, administración, control de servicios y
ejecución de obras. ¿Podrían perder toda utilidad las gobernaciones y
alcaldías, donde están los gobernantes que son elegidos por el voto universal,
directo y secreto?
Algo que es relevante es que el
concepto de Estado comunal es contradictorio en sus términos, o Estado o
comuna. La comuna va absorbiendo las funciones del Estado. Entonces se supone
que el poder popular va a coexistir con el poder público donde la función del
poder popular es confiscar el voto del pueblo.
El madurismo se plantea desmontar el
Estado burgués. ¿Existe en Venezuela un Estado burgués?
Esa es una de las cosas que dan risa.
Jurídicamente se supone que el Estado y el Gobierno son distintos, que las
políticas de Estado continúan, pero en la práctica no hay Estado que no sea
modelado por el gobierno para sus necesidades y eso se ve claramente en países
donde las instituciones son débiles.
Ellos mismos están manejando el
Estado, tendrían que autodestruirse o se están llamando burgueses a sí mismos.
En la Ley Orgánica del Sistema
Económico Comunal se adoptan postulados marxistas como la propiedad social de
los medios de producción, la eliminación de la división social del trabajo y la
reinversión social del excedente. ¿Qué implicaciones tiene plantearse esta
estructura y limitar fuertemente la propiedad privada?
Todo el sistema de propiedad social en
que se basa la idea de las comunas tiene severos problemas que conocí bastante
bien en Yugoslavia, donde mejor funcionó el socialismo. El primer
problema es que es una economía casi cerrada, el comercio exterior es muy
limitado, la producción es a pequeña escala, no hay absorción de tecnología.
Luego en los consejos obreros había conflictos porque suprimir la división del
trabajo implica suprimir la heterogeneidad y los talentos, los directores de
las fábricas tenían que ser ingenieros.
En el tema de la propiedad surge otro
gran inconveniente. Si es una empresa autogestionaria de tornillos, esa no es
la única empresa de tornillos, llegan otras. ¿Van a competir entre sí? ¿Se va a
impedir la formación de nuevas empresas? Otro tema clave es que como no se
puede despedir obreros las empresas cuyas ventas no son suficientes, quiebran.
Para el chavismo todavía está vigente
la teoría del valor-trabajo de Carlos Marx, la idea de que existe una
plusvalía que el empresario le roba al trabajador. ¿Qué opina?
Ese es el corazón del marxismo. Se
cree que las cosas deben valer por el tiempo de trabajo. No cuenta la
tecnología, el capital, el empresario que asume el riesgo y combina los
factores de producción. El precio de las cosas lo determina el mercado. Marx
insiste en que el valor es anterior al mercado pero todos los ejemplos que da
son con precios de mercado.
Usted menciona que el fracaso de las
economías socialistas se debió a la asignación de la mayoría de los bienes por
parte de un aparato administrativo, bajo el cual los productores no compiten,
el control directo de las empresas por el partido y sus seccionales políticas y
la falta de competitividad, democracia política y libertad. ¿La economía
comunal reúne estas características?
Un elemento decisivo es la competencia
porque es lo que estimula la generación de tecnología, el conocimiento aplicado
a la producción. La restricción presupuestaria blanda, es decir como las
empresas no pueden quebrar las rescatan con el presupuesto público, les
inyectan más dinero. Eso ya lo vemos. ¿Cómo está Sidor? Guayana es emblemática
en este aspecto.
Las leyes ordenan que los organismos
del Estado deben favorecer en la contratación de obras, adquisición de bienes y
prestación de servicios a las empresas que prevé la economía comunal. ¿Será un
rompecabezas atado a la renta petrolera en momentos en que un barril en torno a
90 dólares ya es insuficiente para cubrir los gastos?
Así es, se le carga al presupuesto y
cuando no alcanza emites dinero, por eso la inflación es inevitable. En los
países socialistas había una gran inflación por esto, lo que pasa es que estaba
muy reprimida. Por algo China decide que la solución no está en las comunas
sino en la economía de mercado.
¿Qué tan profundas pueden llegar a ser
estas transformaciones? En el Primer Plan Socialista 2007-2013 se establece que
el modelo estará formado principalmente por las empresas de producción social,
donde no habrá división jerárquica del trabajo, los trabajadores se apropiarán
del excedente y el sector privado será minimizado, pero el avance ha sido
lento.
Ha sido muy poco porque las empresas
de producción social son de producción comunitaria para una aldea, de allí no
salen, son empresitas que dependen de la renta petrolera y donde no hay demanda
no hay producción. Es vital poder adaptarse a los cambios, las necesidades se
transforman continuamente, por eso se hacen estudios de mercado, y estas
empresas no tienen esta capacidad de adaptación.
¿Si la renta petrolera ya le queda
corta a Venezuela entonces es algo insostenible?
Vamos a distinguir entre viabilidad y
sostenibilidad. Viable es que puede nacer pero cuánto tiempo se sostiene, no es
sostenible. Depende muchísimo de la renta petrolera e internamente no tiene
capacidad más allá de la producción comunitaria.
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