ALEJANDRO BOLAÑOS 10 de octubre de 2015
América
Latina sale mal parada de la caída del precio de las materias primas, pero su
impacto es desigual. Si Centroamérica se beneficia del abaratamiento del
petróleo, Brasil suma problemas internos —de demanda, pero sobre todos
políticos— para entrar en una preocupante recesión. Pero nada que ver con el
descalabro de la economía venezolana: según el FMI, su profunda crisis la
encoge hasta situarla como la séptima economía de la región en 2015, superada
por Perú y con la mitad de PIB que Colombia.
Pese a
entrar en recesión, —con una caída estimada del 3% anual—, y a los efectos de
la abrupta depreciación del real en el último año,Brasil sigue siendo, de
largo, la mayor economía latinoamericana. En el último informe de previsiones
del Fondo Monetario Internacional (FMI), que celebra esta semana su asamblea
anual en Lima, se estima que su PIB llegará a los 1,8 billones de dólares este
año, lejos de los 2,6 billones que alcanzó en 2011, cuando la combinación era
la opuesta: años de crecimiento real y nominal (inflado por la subida de
precios) y una divisa apreciada respecto al dólar.
El
pódium de las mayores economías de América Latina, medidas por el PIB en
dólares, tampoco varía, con México (1,16 billones) anclado en la segunda
posición y Argentina (580.000 millones de dólares) en la tercera, como ha
ocurrido en los últimos 25 años, salvo en los violentos episodios de colapsos
financieros, como los que sufrió Argentina al principio de la década anterior,
con fuertes devaluaciones de la moneda, que encogen el tamaño de su economía en
la comparación internacional en dólares.
Los
mayores cambios en los equilibrios económicos de la región tienen que ver con
la pujanza de la Alianza del Pacífico (integrada por Chile, Colombia, Perú,
además de por México) y el desplome de Venezuela. “Aunque ahora es difícil de
ver por el precio de las materias primas, Chile, México, Colombia o Perú se
benefician de las reformas de los últimos años y de políticas macroeconómicas
estables”, subrayó la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
Los
representantes del Fondo no han dejado de subrayar estos días, cada vez que han
tenido ocasión, que ven con buenos ojos la política económica desarrollada en
estos países, algunos con su asistencia técnica (Colombia y México). La
estadística corrobora su ascenso: pese al revés de la caída del petróleo, muy
acusada este año, la economía colombiana se mantiene como la cuarta economía de
la región, y Chile se consolida en el quinto puesto.
La
novedad está en que Perú (con un PIB de 179.900 millones de dólares) supera por
primera vez, y de manera holgada, a la economía venezolana, cuyo valor en
dólares se queda este año en 131.860 millones, casi un tercio del que tenía en
2012, y apenas la mitad del que registra la vecina Colombia. Las sucesivas
devaluaciones (encubiertas y oficiales) del bolívar compensan de forma amplia
el vertiginoso repunte de la inflación, que casi triplica los precios este año.
En 15 años, Venezuela ha pasado de ser la cuarta economía de la región a ser la
séptima, algo que tiene mucho que ver con su dependencia del precio del
petróleo y la falta de alternativas productivas.
Los
organismos internacionales incorporan también la medición en paridad de poder
de compra, una estimación con la que se tratan de igualar los diferentes
niveles de precios en cada país para poder comparar mejor la actividad
económica, incluido el valor de bienes y servicios que no participan en el
comercio internacional. Con ese sistema, Venezuela es aún la quinta economía
regional, después de Colombia. Pero los expertos del Fondo pronostican que si
la crisis no se resuelve pronto, Chile y Perú la superarán también con este
tipo de cálculo en apenas tres años.
La
revisión a la baja en el pronóstico económico para toda América Latina hace que
España se mantenga como la primera economía hispana, frente a lo que anticipaba
el propio Fondo en abril, cuando situaba en esa posición a México —cuyo valor
en dólares encaja la depreciación del peso— a finales de año. De hecho, la
recuperación de la economía española se combina con los problemas de otros
exportadores de materias primas para auparla al decimosegundo puesto en la
clasificación mundial, por delante de Rusia y Australia en 2017.
Estados
Unidos, China y Japón siguen siendo las mayores economías del mundo. Una manera
de aproximar, en promedio, la riqueza de los ciudadanos de un país es el PIB
por habitante. Una medición que sitúa en cabeza de América Latina a países
pequeños (Bahamas y Trinidad y Tobago). Entre los grandes países, Chile,
Argentina y Uruguay son los mejores colocados. Haití progresa aunque sigue
siendo el más pobre, y de nuevo es Venezuela el que registra el mayor desplome.
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