Marianna Parraga y Mircely Guanipa 18 de septiembre
de 2019
La
petrolera estatal venezolana PDVSA suspendió algunas de sus operaciones de
mezcla de crudo y recortó producción debido a la veloz acumulación de
inventarios tras las sanciones impuestas por Estados Unidos, que han alejado a
compradores y operadores navieros, según documentos internos, fuentes y datos.
Washington
anunció este año duras medidas contra Petróleos de Venezuela en un intento por
propiciar la salida del presidente Nicolás Maduro, luego de que su reelección
en 2018 fuera condenada por la oposición y más de 50 países al ser considerada
fraudulenta.
Las
medidas estadounidenses prohíben a empresas de ese país comprar petróleo a
PDVSA, privando a Venezuela del que solía ser su principal mercado de exportación.
Washington también ha amenazado a firmas foráneas con represalias si “ayudan
materialmente” al Gobierno de Maduro.
Como
resultado, los inventarios de crudo de la nación socia de la OPEP aumentaron
velozmente desde finales de agosto a más de 38 millones de barriles en
septiembre, su nivel más alto desde principios de 2018, según la firma de
inteligencia de datos Kpler.
La
capacidad de almacenamiento de Venezuela es de aproximadamente 65 millones de
barriles, pero muchos tanques están inactivos por falta de mantenimiento.
“El
almacenamiento está casi a tope. Estamos a apenas días de tener que comenzar a
cerrar producción en algunos campos en Oriente”, dijo un ejecutivo de PDVSA.
La
cartera de clientes de PDVSA se ha reducido desde enero. La estatal rusa
Rosneft ahora recibe dos tercios de las exportaciones de petróleo venezolano
para revender los barriles en Asia. En lo que va de septiembre, los programas
de carga de la empresa estatal lucen casi vacíos, con solo tres clientes
alineados para tomar barriles de su crudo: Rosneft, la española Repsol y la
estatal Cubametales.
Las
sanciones también han reducido el número de operadores de tanqueros dispuestos
a cargar crudo en Venezuela y han dejado a PDVSA con un flujo de caja mínimo en
moneda dura para pagar a contratistas y proveedores, afectando la producción,
según fuentes y documentos de la compañía.
De
enero a agosto, la producción de crudo de Venezuela bajó un 60% a 979.400
barriles por día (bpd), según cifras no oficiales de PDVSA vistas por Reuters.
Las exportaciones petroleras promediaron 770.000 bpd el mes pasado y los
taladros activos cayeron a 25 versus 48 unidades hace dos años.
Cerca
del terminal de Jose en el oriente del país, las instalaciones de la empresa
mixta Petropiar, operada por PDVSA y la estadounidense Chevron Corp y que se
convirtieron recientemente en una planta de mezcla, suspendieron operaciones la
semana pasada.
La
producción de crudo extrapesado en los campos asociados de la Faja del Orinoco
se había recortado a la mitad al 17 de septiembre, según uno de los documentos
y fuentes.
El
petróleo extrapesado de la Faja debe mezclarse con crudos más ligeros para
formular variedades de exportación como el Merey, el crudo pesado insignia del
país.
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