Lester Toledo 28 de septiembre de 2019
@LesterToledo
Con
el lodo hasta el cuello, así ya se encuentra Nicolás Maduro, hundiéndose cada
día más en el pantano de sus miserias.
Con
cada sanción, cada avance que logramos en su contra, por cada apoyo
internacional que pierde el dictador y que gana la oposición, con la aprobación
del TIAR y su conjunto de sanciones, más el reconocimiento internacional del
gobierno legítimo de Juan Guaidó, todos estos pasos y decisiones, que
paulatinamente se han dado, se han convertido en lastre para Maduro que lo
están hundiendo irremediablemente cada vez más.
El
respaldo hacia el gobierno legítimo de Venezuela va en aumento, son más de 50
naciones que así lo han reconocido, fueron 12 los países que en primera
instancia aprobaron, en el Consejo Permanente de la Organización de Estados
Americanos, constituir el Órgano de Consulta y convocar a los cancilleres de
los países miembros del TIAR, y que luego se sumaron cuatro votos en el
encuentro de los líderes diplomáticos celebrado en Nueva York, para aprobar con
16 votos un nuevo esquema de medidas sancionatorias.
A
esta suma de capacidades se añade el reconocimiento oficial de la delegación
venezolana en las Naciones Unidas y la OEA. Lo que significa el gobierno
legítimo de Venezuela ocupa los puestos que así le corresponde, mientras que el
régimen de Maduro es aislado, huye y se hunde.
La
determinación en la defensa de lo establecido en la Carta Democrática la
estamos evidenciando, ya los anuncios y pronunciamientos están trascendiendo a
la acción.
Una
de estas acciones fue la reunión histórica convocada por el presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, junto a los mandatarios del mundo libre y nuestra
delegación venezolana, para evaluar y decidir los pasos a seguir.
Maduro
y sus cómplices tienen más que claro que con el TIAR viene el endurecimiento de
las sanciones a las que se sumará la comunidad europea, desde donde vendrán
medidas aún más fuertes. Todos estos pasos son movimientos que están llevando a
Maduro hacia el foso.
El
hecho de que se incrementen las ayudas para nuestros hermanos venezolanos, es
también señal de respaldo mundial y sensibilidad hacia lo que está aconteciendo
en el país, sin embargo, hay otra realidad, el flujo migratorio no parará, la
crisis humanitaria no desaparecerá mientras Nicolás Maduro se mantenga
usurpando el poder.
Y
es que si bien hemos vencido barreras y obstáculos de este régimen criminal y
logramos ingresar más de 900 toneladas de ayuda a Venezuela, aún resulta
insuficiente porque son más de 18 millones de venezolanos que según Codevida no
tienen acceso a la atención primaria de salud y son más de 9 millones que según
Naciones Unidas que están en riesgo de muerte, frente a ello, toda la ayuda
será insuficiente y siempre seremos los primeros en reconocerlo.
Pero
no podemos perder el foco, lo hemos dicho y lo ratificamos, la ayuda
humanitaria más efectiva que urge Venezuela es el cese de la usurpación, esta
es la única llave que logrará frenar el flujo migratorio, porque mientras este
Maduro, el éxodo de venezolanos se va a incrementar y la crisis se seguirá
agudizando, ese es el problema de fondo, de allí la necesidad y urgencia de
promover y ejercer aún más presión hasta lograr poner fin a la dictadura en
nuestro país.
Seguiremos
concertando apoyos, sumando capacidades para rescatar a Venezuela de la crisis
y ejerciendo mayor presión para ver cómo se hunde cada día más al dictador.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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