Por Gregorio Salazar
En la última semana de
febrero han comenzado a circular en La Habana y otras ciudades de Cuba miles de
billetes con la frase «Patria y vida», provocando una reacción tan
extremadamente defensiva e irritada del régimen que ipso facto ordenó
no aceptar en bancos, empresas y comercios el papel moneda con ese mensaje.
Un mensaje que,
conceptual y elementalmente, alude a valores y derechos irrenunciables para
todos los pueblos no debería desatar la ira de ningún centro de poder en
ninguna latitud democrática, pero sí en Cuba, donde convertido en consigna de
lucha viene haciendo girones el consabido “Patria o muerte”, consigna
estandarte de la revolución cubana, antes y después de la victoria guerrillera
del 58, repetida exponencialmente hasta la náusea y exportada con gran éxito
hacia otros ámbitos de la izquierda internacional.
La historia de “Patria
y vida”, como se sabe, no comenzó en los billetes y, evidentemente, no quedará
allí.
Estos clamores-protestas.denuncias
están golpeando y poniendo a la defensiva a la jurásica dictadura castrista
desde un flanco artístico, políticamente nada inocente: va a fondo contra el
Partido Comunista.
Se trata del vídeo de
una pieza de rap hecho por cubanos, fuera y dentro de la isla, a cuyo
fosilizado régimen embate hoy desde las redes sociales, como un ciclón que se
niega a despegar del suelo cubano, pero que también sopla con fuerza en otras
partes del mundo. Así lo indican sus más de dos millones de visitas en YouTube.
La proyección y
repercusiones del vídeo están en pleno apogeo, tanto que la tarde del viernes
26 sus creadores e intérpretes fueron escuchados en el Parlamento Europeo en
un evento nominado
“Patria y vida, arte y política unidos por Cuba”. Aparte de las autoridades
anfitrionas, intervinieron el rapero cubano Yotuel Romero, actor, creador y
cantante, ganador de un Grammy Latino y pieza clave de la retadora creación, y
Luis Manuel Otero Alcántara, artista visual cubano que ha recibido varios
premios.
Vale como nota a
destacar para Venezuela la inclusión de una “intervención solidaria” de Juan
Guaidó, señalado como presidente interino, en una de las acciones que viene a
establecer un vínculo más directo entre la lucha común de los pueblos cubano y
venezolano por sacudirse dos dictaduras cómplices que censuran, atacan y
reprimen a la disidencia con los mismos salvajes e inclementes métodos harto
conocidos. Ya era hora. Una necesidad y una causa común impostergables.
Después de tantos años,
se hace muy patente que prohibir los partidos, aplastar comunicacionalmente al
pueblo, controlarlo hasta en los más domésticos espacios de su ser ciudadano no
blinda eternamente y, eventualmente, no garantizará la supervivencia del
sexagenario régimen cubano.
El grito libertario
brota de los artistas e intelectuales agrupados en el Movimiento San Isidro
(MSI), que así se presenta en su perfil de Twitter: “Empoderando a la sociedad
hacia un futuro con valores democráticos. Unidos para promover la libertad y la
cultura”.
Pero, antes del vídeo y
de los billetes convertidos en vehículos gráficos de protesta, está la
verdadera historia que no ha podido ser sino de luchas y de sacrificios:
prisiones, golpizas, asedios, hostigamiento, sentencias judiciales, huelgas de
hambre y de sed, a partir de las protestas desatadas contra el censor decreto
349 sobre las manifestaciones artísticas.
Ese viacrucis
atravesado por los integrantes del MSI ameritó la protección de medidas
cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
como reconocimiento de su labor de activismo, de defensa de derechos humanos, y
del contexto adverso en Cuba para la protesta.
Obviamente, ha
resultado y resultará imposible para la dictadura cubana detener esta explosión
comunicacional con repercusiones sociales y políticas. Más fácil le sería
atajar con las manos un oleaje embravecido en el malecón de La Habana.
Patria y
vida sigue golpeando:
¡Tú cinco nueve/ yo
doble dos/ sesenta años / trancado el dominó! / ¡Ya se acabó! Somos
artistas, somos sensibilidad/ la historia verdadera, no la mal contada/ somos
la dignidad de un pueblo entero pisoteada/ a punta de pistola y de palabras que
hoy son nada. Ya no gritemos más patria o muerte/ sino patria y vida”.
Gregorio Salazar es
Periodista. Exsecretario general del SNTP.
28-02-21
https://talcualdigital.com/patria-y-vida-estremece-a-cuba-por-gregorio-salazar/
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