Lenny Castro 18 de mayo de 2021
@LennyCastro79
Organismos internacionales estiman que
unos 260.000 venezolanos viven actualmente en Brasil, después de haber huido de
la crisis económica, política y social que vive Venezuela.
Cerca
de 260.000 migrantes
venezolanos que viven en Brasil, “enfrentan obstáculos en el acceso
a servicios sociales, el mercado laboral formal y el sistema educativo”, afirma
un nuevo estudio realizado de manera conjunta por el Banco Mundial y ACNUR.
Según
el documento,
muchas de las trabas que enfrenta la diáspora venezolana en Brasil se derivan
de las “barreras lingüísticas y de las dificultades que se presentan al momento
de corroborar capacidades profesionales o de validar la documentación que
ampara su formación educativa”.
Rovane
Battaglin Schwengber, experta en protección social del Banco Mundial, explicó
que el estudio fue realizado en el periodo comprendido entre 2017 y el año
2020, tomando en cuenta datos “censales y administrativos”.
“Esperamos
que nuestras recomendaciones ayuden a que las personas venezolanas encuentren
un hogar en Brasil”, puntualizó Schwengber.
Entre
la información divulgada destaca que, pese a que el nivel educativo de la
población venezolana en Brasil es el mismo que el de los ciudadanos de ese
país, los primeros tienen un 64% menos probabilidades de obtener un empleo en
relación con su contraparte brasileña.
Además,
la niñez venezolana tiene un 53% menos probabilidades de asistir a la escuela.
Según el censo educativo de 2020, apenas 37.700 menores de Venezuela se
inscribieron en la escuela en contraste con los niños nativos.
Aquellos
menores que si asisten a la escuela se enfrentan a situaciones tales como:
escuelas sobrepobladas y falta de maestros que hablen su idioma, entre otros.
El
estudio también revela que, solo el 12% de la población venezolana en edad
productiva en Brasil tiene un empleo formal y por lo general, suelen trabajar
más tiempo, sus sueldos están por debajo que de los ciudadanos brasileños y su
estabilidad laboral en muchos casos es precaria.
“La
inclusión e integración en otro país constituyen un proceso a largo plazo cuya
efectividad requiere compromiso, recursos y un enfoque verdaderamente integral”,
señaló Nikolas Pirani, economista asociado de ACNUR que participó en el
estudio.
Marco
jurídico favorable
Tanto
ACNUR cono el Banco Mundial han reconocido que el “marco jurídico brasileño es
favorable” para los migrantes; sin embargo, sostienen, todavía hay mucho que
hacer en el campo de la “inclusión e integración” de los migrantes.
Brasil
ofrece asistencia social a las personas extranjeras, sin importar su condición
migratoria, incluso durante la pandemia.
De
hecho, el número de venezolanos que ha recibido ayuda financiera mediante
programas sociales se ha triplicado desde el brote de COVID-19. Hoy en día, el
18% de las personas venezolanas en Brasil recibe este tipo de apoyo.
Aun
así, en comparación con la ciudadanía brasileña, los venezolanos tienen un 30%
menos probabilidades de registrarse para recibirlo. De cualquier manera, la
formación profesional y el nivel educativo de quienes sí reciben ayuda
financiera son mucho más altos que el de la población nacional.
La
agencia para los refugiados de la ONU hizo un llamado al Gobierno brasileño a
“seguir implementando políticas que consideren las necesidades de las personas
venezolanas”.
De
acuerdo con estadísticas de ACNUR, el Gobierno de Brasil ha reconocido la
condición de refugiado de casi 47.000 personas venezolanas en el país, y más de
145.000 han recibido visas de residencia temporal. Al mismo tiempo, 96.000
personas están en espera de que concluyan los trámites relacionados con su
solicitud de asilo.
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