Por Mercedes Malavé
Todos los caminos conducen
a Roma y todos los ríos desembocan en un mismo mar. Las encuestas señalan que
la gran mayoría de los venezolanos coincide en la pésima valoración tanto del
liderazgo político como de su situación socioeconómica actual. No se sienten
identificados con ningún partido político y experimentan la orfandad frente a
sus demandas de bien común y justicia social.
A nivel global también
se evidencia este clima de hastío político e institucional de la ciudadanía.
Nuevos movimientos de carácter cultural, reivindicativo y social emergen en
forma de estallido o calentamiento social, como lo llamó recientemente Eduardo
Fernández: «En América Latina se están produciendo grandes movimientos que
ponen de manifiesto la existencia de un inocultable fenómeno de calentamiento
social (…) Y son varios los países europeos, comenzando por Francia en los que
hay señales de calentamiento social muy evidentes. Una huelga general sin
precedentes ha sido convocada contra la administración del Presidente Macrón.
Italia y España no se quedan atrás».
Las nuevas demandas
exigen nuevas ofertas que no son otra cosa, en política, que nuevas iniciativas
de organización social y ciudadana. ¿Qué queremos? Queremos democracia,
libertad, paz, emprendimiento, progreso, educación, seguridad social,
descentralización, modernización (infraestructura, producción, innovación).
¿Cómo lo alcanzamos? Recuperando
la democracia mediante la participación, ejerciendo el protagonismo ciudadano
en cada lugar; procurando la reinstitucionalización del país que garantice la
confianza y el respeto a la legislación venezolana. Lo alcanzamos emprendiendo
las reformas necesarias en el campo agrario, laboral, educativo, industrial y
comercial, entre otros.
Para eso hace falta
organización social de base. Una organización plural que se plantee dos
objetivos fundamentales: en primer lugar, hermanar a Venezuela mediante una
extensa promoción de la solidaridad y, en segundo lugar, alzar la voz, luchar
contra toda forma de desigualdad e inequidad social, exigiendo, hasta
alcanzarla, más y mejor justicia y seguridad social.
¡Parece oportuno iniciar un movimiento de Unión Nacional en toda Venezuela!, cuyo mecanismo de articulación sea el activismo solidario inspirado en organizaciones sociales como Cáritas, por un lado, y la exigencia creativa, el derecho a ejercer la protesta cívica, la insistente demanda por las justas reivindicaciones para que esto cambie, por el otro lado.
Todos los caminos
conducen a Roma y todos los ríos desembocan en un mismo mar. Salvo escasos
proyectos egolátricos, descolocados y desfasados no pareciera haber grandes
obstáculos, sino más bien grandes oportunidades de poner en marcha un gran
movimiento que nos empuje hacia la modernidad como una sola nación.
Mercedes Malavé es
Político. Doctora en Comunicación Institucional (UCAB/PUSC) y profesora en la UMA.
24-05-21
https://talcualdigital.com/oportunidad-de-oro-por-mercedes-malave/
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