San Josemaría 29 de mayo de 2021
@sJosemaria
En
medio del júbilo de la fiesta, en Caná, sólo María advierte la falta de vino...
Hasta los detalles más pequeños de servicio llega el alma si, como Ella, se
vive apasionadamente pendiente del prójimo, por Dios. (Surco, 631)
Entre
tantos invitados de una de esas ruidosas bodas campesinas, a las que acuden
personas de varios poblados, María advierte que falta el vino (cfr. Jn 2, 3).
Se da cuenta Ella sola, y en seguida. ¡Qué familiares nos resultan las escenas
de la vida de Cristo! Porque la grandeza de Dios convive con lo ordinario, con
lo corriente. Es propio de una mujer, y de un ama de casa atenta, advertir un
descuido, estar en esos detalles pequeños que hacen agradable la existencia
humana: y así actuó María.
—Haced
lo que Él os diga (Jn 2, 5).
Implete
hydrias (Ioann. II, 7), llenad las vasijas, y el milagro
viene. Así, con esa sencillez. Todo ordinario. Aquellos cumplían su oficio. El
agua estaba al alcance de la mano. Y es la primera manifestación de la
Divinidad del Señor. Lo más vulgar se convierte en extraordinario, en
sobrenatural, cuando tenemos la buena voluntad de atender a lo que Dios nos
pide.
Quiero,
Señor, abandonar el cuidado de todo lo mío en tus manos generosas. Nuestra
Madre —¡tu Madre!— a estas horas, como en Caná, ha hecho sonar en tus oídos: ¡no
tienen!...
Si
nuestra fe es débil, acudamos a María. Por el milagro de las bodas de Caná, que
Cristo realizó a ruegos de su Madre, creyeron en Él sus discípulos (Jn 2, 11).
Nuestra Madre intercede siempre ante su Hijo para que nos atienda y se nos
muestre, de tal modo que podamos confesar: Tú eres el Hijo de Dios.
—
¡Dame, oh Jesús, esa fe, que de verdad deseo! Madre mía y Señora mía, María
Santísima, ¡haz que yo crea! (Santo Rosario, 2º Misterio luminoso).
Tomado
de: https://opusdei.org/es-ve/dailytext/haced-lo-que-el-os-diga/
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