Editorial
Por Xavier Coscojuela
Este 12 de octubre no
fue un feriado cualquiera. Mientras el madurismo se dedicaba a solicitar
investigaciones a Colombia —por la muerte de dos menores venezolanos — y a
Europa por las consecuencias que tuvo para los habitantes de este continente la
llegada de Cristóbal Colón hace más de cinco siglos, en el Helicoide una vida
se apagaba.
También el fiscal de
facto Tarek William Saab pidió una investigación independiente por la muerte de
los dos venezolanos en Colombia, con lo cual estamos de acuerdo. Además, afirmó
que en ese país existe una violencia estructural contra los venezolanos
provocada por el discurso de odio desde élites mediáticas y políticas. De esto
último sabe bastante Tarek William Saab, porque le sirve a un gobierno que
emplea un discurso de odio contra cualquiera que no comulgue con su ideología y
prácticas desde el poder.
Son miles los
venezolanos con un proceso judicial abierto, son centenares los presos
políticos, son miles los heridos por la represión ejercida desde el poder y son
centenares también los muertos provocados por el gobierno de Maduro y
alcahueteados, por lo menos, por el fiscal de facto.
Maduro llegó hasta
pedir una “comisión de la verdad” por lo ocurrido desde hace 529 años. Mucho
más pertinente y urgente que investigar las consecuencias de la llegada de
Colón y compañía, es determinar las causas de la muerte del general Raúl Isaías
Baduel, de cuya integridad física era responsable el Estado venezolano. Eso,
Maduro puede hacerlo sin mayor esfuerzo y ayudaría a despejar las dudas que
muchos venezolanos tienen sobre esa repentina muerte.
Por supuesto, una
comisión para tal fin tiene que ser independiente del gobierno de Maduro,
porque su comportamiento a la hora de investigar violaciones a los derechos
humanos deja mucho que desear. Basta recordar los casos de Fernando Albán, el
capitán Acosta Arévalo y el de Juan Pablo Pernalete.
En esos tres casos,
desde el gobierno de Maduro y con la complicidad de Tarek William Saab se
intentó manipular la investigación y exonerar a los culpables. No hay que
olvidar al fiscal de facto amenazando a medios y periodistas si ponían en duda
su versión de los hechos.
Es por ello que la
investigación de la muerte del general Baduel no puede quedar en manos de
Maduro y sus compinches si se quiere obtener la verdad. Tiene que ser hecha por
una comisión independiente. Las dudas, la falta de credibilidad de la versión
oficial crecen exponencialmente con el pasar de las horas, y ya hay nuevas
denuncias de los familiares que dan cuenta de más amenazas de torturas para
tratar de validar el covid-19 como causa oficial del deceso. La familia Baduel
exige una autopsia y el país también.
13-10-21
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