Escrito
por Enrique Pereira Viernes, 20 de Abril de
2012
No
me refiero a ese pueblo lleno de esperanzas que aun cree en esta revolución.
Hablo estrictamente del grupito de vivianes de oficio que respaldados por un
gobierno tramposo, han disfrutado de una impunidad que produce vergüenza.
No
basta con quitarse de encima al juez Aponte a punta de descalificarlo. No es
suficiente explicar esto como una olla desestabilizadora montada por la CIA
para acabar con la revolución. Los soles que adornan las caponas militares, se
están escondiendo en los closets.
Se
les fue el juez Aponte en una clarísima saltada de talanquera que empujó probablemente
el miedo a amanecer con un mosquero paseando encima de sus restos. Lo más
importante del caso del juez Aponte es que abre la puerta de salida a un bojote
de gente que ya presiente que el castillo de naipes que los soporta, se les
viene abajo. No puedo creer en los actos de arrepentimiento de alguien que
actuó de la manera que lo hizo y que está contándonos a medias una historia de
desmanes que el mismo encabezó.
La
revolución está herida de muerte. Este misil impacta la nave por debajo de la
línea de flotación y viene a sumarse a la andanada de metralla que ha recibido
de unos tiempos para acá. No puede sostenerse a flote una revolución soportada
en mentiras, que nos vende una Venezuela bonita, al tiempo que acaba con los
dineros de la nación sin producir nada importante. El Metro, la energía
eléctrica, el manejo de las aguas, los desastres petroleros y la inseguridad y
anarquía, son sólo las más notorias fallas de este gobiernito manejado por
parlanchines de oficio y vendedores de sueños.
Estamos
en presencia de un hito histórico que hay que manejar con extremo cuidado. Hoy
más que nunca las fuerzas democráticas deben demostrar un alto grado de
inteligencia colectiva, unión y claridad de objetivos.
Esta
revolución descubierta y haciendo aguas intentará producir desorden para
generar el humo que permita su escapada. Me refiero a la altísima probabilidad
de considerar la anarquía y la violencia como un camino y se dediquen a
promover abiertamente acciones –que achacadas a la oposición- les permitan
avanzar hacía un estadio de control para acabar con las soluciones electorales,
que cada día les favorecen menos.
Chávez
está por aparecer de nuevo. Espera que las declaraciones de Aponte se asienten
y le preparan la necesaria cortina de humo que envíe esto a un segundo plano
para que el inmortal héroe de la revolución –que no tiene permiso de irse-
regrese glorioso, curado y triunfante a manejar este creciente desorden. En sus
filas, las tensiones aumentan con cada hora que transcurre.
Vienen más Apontes, Vienes más chavistas dedicados al atletismo. Unos corren, otros se dedican al salto, con y sin garrocha.
Vienen más Apontes, Vienes más chavistas dedicados al atletismo. Unos corren, otros se dedican al salto, con y sin garrocha.
@pereiralibre
BUENOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO BIENNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN
ResponderEliminarPA QUE MASSSSSSSSSSS