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martes, 24 de abril de 2012

No sabemos qué es más grave, confesiones de Aponte, o respuestas del gobierno


DAMIAN PRAT | @CodigoVenezuela Publicado:, 23 de Abril 2012
 Sin estridencias ni extremismos, pero con firmeza y claridad ha respondido y comentado Henrique Capriles Radonski al “escándalo Aponte Aponte” que como apuntó ayer Teodoro, es el mayor escándalo en una década.
 Todas las reacciones de voceros del gobierno (algunos han guardado prudente silencio lo cual podría ser significativo) han sido del tenor de “es un traidor que se vendió”, “es un prófugo”. Palabras más, palabras menos, eso han dicho Nicolás Maduro, la “Defensora” (¿?) del Pueblo; el diputado Saúl Ortega, Elías Jaua, El Aisami (quien mostró pruebas de nexos de Aponte y Makled con el narco) , Diosdado Cabello (de los pocos que salieron a apoyar sin esguinces a los generales señalados por Aponte como capos del narco) y algunos otros.
  Supongo que si, que es un traidor, un “soplón” o como alguno lo calificó: “un sapo”. Además, para mi, ya lo dije en la columna del viernes, es un miserable que se prestó para todas las vagabunderías que él mismo describió.
 ¡Aja!, pero lo grave es que para todos esos voceros del gobierno el problema es que los haya traicionado, contando todas esas cosas en lugar de que lo grave sean los delitos confesados y la trama podrida del gobierno y el poder judicial, señalados por el “soplón”.
  Por eso tiene razón Capriles en su estilo sereno, firme y ponderado, propio de lo que se propone ser: jefe de estado. “No sabemos que es mas grave, si las confesiones de Aponte o las respuestas del gobierno”. Y también algunos otros comentarios que ha hecho como por ejemplo: “El gobierno sabe que está metido en un pantano que huele mal (…) es una pelea entre corruptos.
 Entre ellos se están sacando los trapos sucios al sol (…) el pueblo sabe que existen “intocables” y se manejan los “privilegios” para obtener o evadir la justicia”.
  También Capriles ha dicho: “hay que construir un sistema en el que todo venezolano encuentre sin privilegios la justicia y que todos seamos iguales ante la ley (…) yo, como Presidente no voy a buscar controlar la justicia, sino a otorgar todos los recursos para que el sistema funcione en beneficio del pueblo”.
 Lamentablemente, ya han surgido algunos voceros del gobierno y el Psuv que, negando la necesaria investigación a todos los señalados, aseguran que “todo es una conspiración desestabilizadora del imperio”. Exactamente lo mismo que dijeron hace 20 meses cuando el diputado zuliano Julio Montoya acusó a Aponte Aponte de delitos vinculados al clan Makled.
 En ese momento algunos diputados exaltados del Psuv hasta pidieron el allanamiento de la inmunidad parlamentaria de Montoya “por ofender a tan preclaro prócer de la justicia revolucionaria como el magistrado Aponte”. En Barinas condecoraron a Aponte en aquel tiempo.
 Antes era ser “desestabilizador” denunciar a Aponte. Ahora, cuando han quedado claros los delitos del magistrado protegido del poder es desestabilizador el propio Aponte. ¿En que quedamos?. Por eso tiene razón Ramón Guillermo Aveledo (MUD) cuando dice: “El Presidente defendía a Aponte Aponte y miren lo que pasó”.
 Y también tiene razón Montoya cuando ahora le riposta al Psuv: “Asuman a su vagabundo (…) dejen la cobardía de esconderse en el discurso patético, bochornoso, del imperialismo yanqui y asuma las consecuencias y responsabilidad de sus hechos”.
  Leemos en Aporrea a María Zambrano, funcionaria del gobierno y de un sector del Psuv aplaudir la destitución de Aponte y recordar que ella y su grupo lo habían denunciado desde el 2007 y luego relata algunos hechos. ¡Bien por ella!. Lástima que evade totalmente el punto central: Aponte llegó a Fiscal General Militar puesto por Chávez y luego lo ascendieron a magistrado sin tener credenciales, por su “trabajo” cumpliendo tareas y ordenes.
 Lo propuso, defendió y alabó en la AN nada menos que Iris Varela. Y al final, incluso lo designaron presidente de la Sala Penal, el que designaba jueces por medio país, apoyado por las cúpula del gobierno. Ella calla, también, que a las denuncias que ella y la diputada Osorio hicieron no le pararon dentro del Psuv y el alto gobierno porque el jefe que lo decide todo, ordenó no tocar a Aponte. En fin. Son rojos y NO se entienden.

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