Editorial del Equipo Productor
Al
escuchar el eslogan, NO VOLVERAN, no se
le hace mucho caso, al fin de cuentas se puede pensar que no pasa de eso, un
eslogan. Pero es tan repetitivo que se intuye que debe ser verdad para alguien,
por lo que hay que identificar a quienes se refieren.
En
principio quizás se refiere a los adecos y copeyanos, pero cuando se revisa
vemos que en la dirigencia y por supuesto en la militancia roja hay mucho adeco
y copeyano, no pueden regresar puesto que no se han ido.
Tal
vez sea que se refieren a determinados personajes de la anterior dirigencia,
pero es un hecho que muchos de ellos generacionalmente ya pasaron, los que
están no intentan ser gobierno, saben que su tiempo pasó.
Así
que la pregunta persiste ¿Quiénes se supone que no volverán?
Viendo
la composición cada vez más militarista del gobierno creemos haber encontrado
la respuesta.
Lo
que está en discusión, el enfrentamiento en el que están enfrascados es el que
se ha verificado desde la formación de la república, la civilidad vs. el
militarismo.
No creemos necesario anotar cuantos gobiernos
militares y cuantos civiles ha tenido el país, el amable lector podrá verificar
este dato. Lo que encontrará es que
mayoritariamente ha sido militar y que asociado a esto, se ha entrado con retraso
al avance de la historia.
La
evaluación de los gobiernos militares en derechos humanos, avance social y
desarrollo es negativo. Este no es la excepción, de nuevo estamos retrasando
nuestra entrada al siglo XXI.
Cuando
gritan NO VOLVERAN, se refieren a la civilidad, al gobierno de civiles, al
gobierno del dialogo, del acuerdo. Para permanecer el mando, la imposición, la
forma militar, la derrota total del contrario que pasa a ser enemigo.
La
última demostración de lo dicho se encuentra en la LOT(Ley Orgánica del
Trabajo), saltándose la Constitución y utilizando subterfugios van a imponer
sin ningún dialogo una ley.
Cuando
hablamos de gobierno militarista no nos referimos a los militares en general,
solo a los que no reconocen cuáles son sus funciones dentro de la sociedad.
Tampoco nos referimos únicamente a militares, vemos a muchos civiles con
mentalidad militarista, la mejor imagen es la que nos ofrece Weil con sus caricaturas,
podrían llamarse cabeza`ebota.
Sin
embargo esta forma de gobierno está dando señales de estar llegando a su fin,
la población está agotada del enfrentamiento y está buscando otros referentes.
Los gobernantes adicionalmente han mostrado enormes carencias y en sus
enfrentamientos internos han salido a relucir aspectos francamente grotescos,
caso Aponte Aponte.
Lo
que está ocurriendo es inevitable cuando se construye un gobierno centrado en
el líder, este otorga favores y permisividades a sus apoyos, estos empiezan a
hacer negocios de todo tipo, no es precisamente la ética es lo que prevalece,
aprovechándose de la posición que detentan. Saben que las prebendas dependen
exclusivamente del líder. Al debilitarse el líder los enfrentamientos internos
se hacen visibles.
Los
militaristas estratégicamente debieran leer las señales y revisar sus actitudes
porque el líder está perdiendo el carisma y quienes aspiran a sucederlo no
tiene el arrastre que garantice ni triunfo, ni mucho menos estabilidad.
El
país se encamina a unas elecciones en las que se está construyendo una nueva
mayoría que apuesta por el gobierno civilista, por la democracia como forma de
gobierno.
El
candidato que eligió la oposición en primarias no tiene nada que ver con el
pasado, no tiene nada que ver con un regreso, es un candidato que pretende
mejorar el presente mirando a un futuro de progreso.
Es
bueno que todos sintonicen con esta realidad…Rumbo al #7O … #sihayuncamino
Henrique Capriles es el candidato de la civilidad.
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