Escrito por Olga Hidalgo de Curiel Lunes, 03 de Diciembre
de 2012
Los hechos recientes acerca de lo
acontecido a la juez Afiuni, delito de acción pública "que habría sido
cometido durante su detención y bajo la tutela del Estado", nos sacuden y
confrontan... ¿Qué somos? A grandes rasgos criterios y conceptos, un rápido
bosquejo histórico ha reivindicado a la mujer de hoy, por el papel trascendente
que le corresponde, comportamientos, expectativas, posibilidades de estudio, de
crecimiento personal, servidora útil, que la erigen en verdadera guardiana de
la humanidad.
Todas estas facetas vividas con honestidad y coherencia han propiciado un cambio y ser mujer ya no es fuente de desigualdad jurídica, social o política. La mujer consciente hoy, comprende su rol y lo valora, no es incondicional, se rebela y ya no quiere ser ni esclava, ni adorno, ni objeto sexual, se niega a ser plastilina en manos de malsanos intereses. En esta hora presume que es persona que no la encandila el poder, el dinero y la figuración. Son las mujeres íntegras y dignas.
Todas estas facetas vividas con honestidad y coherencia han propiciado un cambio y ser mujer ya no es fuente de desigualdad jurídica, social o política. La mujer consciente hoy, comprende su rol y lo valora, no es incondicional, se rebela y ya no quiere ser ni esclava, ni adorno, ni objeto sexual, se niega a ser plastilina en manos de malsanos intereses. En esta hora presume que es persona que no la encandila el poder, el dinero y la figuración. Son las mujeres íntegras y dignas.
Pienso todo esto cuando reconozco que no ha habido gobierno, ni administración que tenga tantas mujeres como en esta revolucionaria y bolivariana etapa de nuestro acontecer republicano; por tanto no concibo que en ejecutorias públicas, claves, garantes de la moral y de la ética, haya mujeres que actúen como marionetas y que el miedo les impida expresar criterios humanos ajustados a las leyes con respecto a seres humanos que por circunstancias están privados de libertad, reos de persecución política.
Da pena ajena, estupor y rabia escuchar a dos funcionarias de alto vuelo, expresar: "de ser cierto lo de la juez Afiuni se aplicará todo el rigor de la Ley", y la otra, directora del INOF, entre ofendida e incrédula, exalta las condiciones privilegiadas que tenía la juez Afiuni, que por cierto, no llegó entre aplausos de las reclusas y firmando autógrafos, como llegó otra... solemnemente expresa será demandada la juez por difamación e injuria... ¿Pero dónde estamos? ¿Qué deslave mental es este? A estas mujeres les implantaron otro cerebro, forajido, cruel e inhumano?, ¿las concibieron en una probeta? ¿Tienen mujeres en su familia? ¿Pensarían igual si fuese un familiar? Una mujer sensible y humana que tiene conciencia de género y representa un gobierno serio, equilibrado y justo solicita una averiguación. Estas prácticas son inhumanas y degradantes como escarmiento político, este es una drama infame, que revela un ensañamiento feroz, y no podemos entronizar verdugos, ni callarnos... ¿o estamos ante las torturas del Trocadero o en los Médanos de Coro, cuando la otrora Seguridad Nacional? En el día de la no violencia contra la mujer, la defensora del pueblo declaró en el cuerpo "Ciudadano" de El Nacional (25- 11): "Queremos que el tema de la violencia de género coja la calle... hay agresiones que van en aumento y llegan a la violencia psicológica".
¿Esta declaratoria es demagogia, populismo o qué?... Hay que revisarse y no jugar con la buena fe de los demás. No hay credibilidad, mucho menos coherencia.
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