Por Mario Villegas, 12/05/2013
Columna de Puño Y Letra
Es indispensable aislar a los extremistas, cualquiera sea su signo. Los hay de todos los pelajes y coinciden en una clara misión: perturbar y a veces hasta dinamitar las posibilidades reales de que la democracia sea ejercida y disfrutada por la sociedad en estricto apego a los principios, deberes y derechos constitucionales. Por suerte, se trata de una ínfima minoría, aunque ciertamente puede llegar a ser muy poderosa y ruidosa.
El diálogo y el entendimiento deberían ser moneda de uso corriente en la prédica y la práctica de todos los actores que le dan cuerpo y vida a nuestra pluralidad política y social. El estado, incluidos todos sus órganos y niveles de gobierno, los partidos políticos, el sector empresarial, el sindicalismo, las organizaciones y movimientos sociales, el mundo de la academia y la investigación, los creadores y cultores, el movimiento comunitario, los periodistas y medios de comunicación, así como cualquier otra expresión de nuestra sociedad, están en el deber de convocar y a la vez de sentirse convocados al diálogo democrático y al civilizado entendimiento, necesarios para sacar a Venezuela de la particular etapa de extrema y peligrosa polarización en que se encuentra. El país vive en una suerte de arena movediza en la que, dependiendo de la actitud que los protagonistas adopten, o todos se salvan o todos se hunden. La guerra no excluye ni distingue a la hora de escoger a sus víctimas.
Pero si esto es obligante para las instituciones y grupos sociales, tanto más lo es para cada uno de los ciudadanos en particular. ¿Cómo construir tolerancia y respeto en la sociedad global si no se practica en los hogares, en el seno de las familias, en el puesto de trabajo, en el vecindario, en el salón de clases, en el parque o en la plaza, en la cancha deportiva, en el autobús o en la camionetica, en el mercado, en fin, en el pequeño e importantísimo espacio que le corresponde modelar a cada individuo? La suma de todo este accionar ciudadano es determinante para orientar el actual rumbo de los demás y para reproducir en las venideras generaciones el ánimo inclusivo y respetuoso que debe caracterizar una sociedad en creciente progreso y bienestar.
Colocarse en el pellejo del otro, reconocer, aceptar y respetar su derecho a pensar diferente es condición imprescindible para que los venezolanos no terminen resolviendo sus diferencias del modo como creyeron resolverla otras sociedades que, tras décadas de echarse plomo y muy lejos de construir futuro, siguen empeñadas en no abandonar la violencia ni dejar atrás el pasado.
BREVES
Comparto con los lectores la reflexión que me envía el colega periodista José Pulido acerca de mi reciente artículo “Amarrar a los locos”. Esto dice: “Cierto es que hay que amarrar los locos de cada lado. El problema es que de un lado los locos están abajo y del otro los locos están abajo y también arriba, que es donde menos deben estar. Para muestra ya va más de un botón. Si los locos de arriba no se controlan no pueden controlar a los locos de abajo. Es más, a veces me da la impresión que del bando más desequilibrado, los locos de abajo, hasta ahora, se están controlando más que los locos de arriba”.
El 12 de septiembre de 2006, el presidente Hugo Chávez confirmó el anuncio de su entonces canciller Nicolás Maduro de que su gobierno no reconocería al naciente gobierno de Felipe Calderón en México: “No quisiera inmiscuirme en los asuntos internos de México, pero por supuesto que cuánto preocupa la situación actual del pueblo mexicano, en las circunstancias en que se desarrolló o cómo se desarrolló el proceso electoral en México, y las fuertes denuncias y evidencias de cosas extrañas que pudieron haber ocurrido en aquel proceso electoral”. Casi un año debió transcurrir para que el mandatario venezolano conviniese en normalizar las relaciones entre ambos países.
ENTREVISTA
Politólogo Nicmer Evans, promotor de la Plataforma Patria Socialista
“O en el PSUV hay una renovación planificada o habrá una abrupta”
-¿El riesgo de ser señalado de traidor le ha cortado a usted las alas en su acción crítica y autocrítica?
-No hay ningún riesgo de que me corten las alas sino de que éstas sigan creciendo y fortaleciéndose. Han sido muy pocos los señalamientos de traidor y, por el contrario, la mayoría de las opiniones en relación con una posición crítica ante el proceso han sido muy bien recibidas por las bases del chavismo.
-¿Es un milagro que no lo hayan expulsado del PSUV?
-No. No es un milagro. Mi expulsión del PSUV se ha planteado cuatro o cinco veces pero mi permanencia en la organización demuestra que en el partido existe la crítica y autocrítica.
-¿Ahora su pluma sólo apuntará hacia la oposición, como le pidió Elías Jaua?
-Respeto la recomendación de Elías Jaua, pero mi pluma está comprometida con el chavismo y con el socialismo bolivariano y siempre apuntará a donde sea necesario.
-¿El fanatismo ha contaminado a buena parte de la militancia chavista?
-No. Yo hablaría de dos posturas fundamentales en el chavismo: una minoritaria extremista, que puede confundirse con el fanatismo, y la otra, la radical, que es mayoritaria y que permanentemente está buscando asirse a las raíces del proceso revolucionario. Hay otros segmentos dentro del chavismo: la boliburguesía, el chavismo light y los pomagás (rojos por fuera y blanquitos por dentro).
-¿Qué nuevos consejos le daría hoy al presidente Nicolás Maduro?
-Desde el punto de vista comunicacional, es necesario que Nicolás empiece a utilizar su traje y deje de utilizar el de Chávez. Desde el punto de vista político, debe hacer un mayor esfuerzo por consolidar y amalgamar a la base del chavismo a través de procesos de decisión más colectivos. Desde el punto de vista económico, debe empezar a integrar esfuerzos concretos y reales de emprendimientos socioproductivos desde las comunas. Y desde el punto de vista estratégico, debe dejarse ayudar.
-¿Cuánto sumaron los diputados William Ojeda, Hernán Núñez y los artistas que apoyaron a Maduro?
-Sólo sus propios votos. Está demostrado numéricamente que no sólo no sumaron sino que además restaron.
-¿En el Polo Patriótico todos los partidos son iguales pero hay unos más iguales que otros?
-En el Polo Patriótico existe una profunda desigualdad que debe ser corregida para el bien del proceso revolucionario.
-¿Qué debería aprender la oposición del chavismo y viceversa?
-La oposición debería aprender del chavismo la capacidad de interpretar a las mayorías. Y el chavismo no creo que tenga nada bueno que aprender de la oposición en este momento.
-¿Qué debe hacer el chavismo para impedir una derrota en las próximas elecciones municipales?
-Permitir que sin excepciones las bases escojan a los mejores en elecciones directas.
-¿Está más cerca de Maduro o de Diosdado Cabello?
-Formo parte de una corriente que se denomina Plataforma Patria Socialista y que integran Vladimir Acosta, Luis Bonilla, Víctor Alvarez, Gustavo Márquez, Javier Biardeau, la gente de Aporrea y Marea Socialista, entre otros.
-¿Por qué Wilmer Ruperti lo corrió del Canal I?
-Hay que preguntárselo a él. Y en todo caso, no me corrió. Simplemente el programa fue sacado del aire.
-¿No es tiempo de que el PSUV se disponga a la renovación de sus autoridades?
-Sin duda. El PSUV y el proceso revolucionario tienen dos opciones: o hay una renovación planificada o habrá una renovación abrupta. La segunda opción podría generar división, mientras que si las actuales autoridades estimulan la planificación de la renovación esto permitiría mantener la unidad.-¿El riesgo de ser señalado de traidor le ha cortado a usted las alas en su acción crítica y autocrítica?
-No hay ningún riesgo de que me corten las alas sino de que éstas sigan creciendo y fortaleciéndose. Han sido muy pocos los señalamientos de traidor y, por el contrario, la mayoría de las opiniones en relación con una posición crítica ante el proceso han sido muy bien recibidas por las bases del chavismo.
-¿Es un milagro que no lo hayan expulsado del PSUV?
-No. No es un milagro. Mi expulsión del PSUV se ha planteado cuatro o cinco veces pero mi permanencia en la organización demuestra que en el partido existe la crítica y autocrítica.
-¿Ahora su pluma sólo apuntará hacia la oposición, como le pidió Elías Jaua?
-Respeto la recomendación de Elías Jaua, pero mi pluma está comprometida con el chavismo y con el socialismo bolivariano y siempre apuntará a donde sea necesario.
-¿El fanatismo ha contaminado a buena parte de la militancia chavista?
-No. Yo hablaría de dos posturas fundamentales en el chavismo: una minoritaria extremista, que puede confundirse con el fanatismo, y la otra, la radical, que es mayoritaria y que permanentemente está buscando asirse a las raíces del proceso revolucionario. Hay otros segmentos dentro del chavismo: la boliburguesía, el chavismo light y los pomagás (rojos por fuera y blanquitos por dentro).
-¿Qué nuevos consejos le daría hoy al presidente Nicolás Maduro?
-Desde el punto de vista comunicacional, es necesario que Nicolás empiece a utilizar su traje y deje de utilizar el de Chávez. Desde el punto de vista político, debe hacer un mayor esfuerzo por consolidar y amalgamar a la base del chavismo a través de procesos de decisión más colectivos. Desde el punto de vista económico, debe empezar a integrar esfuerzos concretos y reales de emprendimientos socioproductivos desde las comunas. Y desde el punto de vista estratégico, debe dejarse ayudar.
-¿Cuánto sumaron los diputados William Ojeda, Hernán Núñez y los artistas que apoyaron a Maduro?
-Sólo sus propios votos. Está demostrado numéricamente que no sólo no sumaron sino que además restaron.
-¿En el Polo Patriótico todos los partidos son iguales pero hay unos más iguales que otros?
-En el Polo Patriótico existe una profunda desigualdad que debe ser corregida para el bien del proceso revolucionario.
-¿Qué debería aprender la oposición del chavismo y viceversa?
-La oposición debería aprender del chavismo la capacidad de interpretar a las mayorías. Y el chavismo no creo que tenga nada bueno que aprender de la oposición en este momento.
-¿Qué debe hacer el chavismo para impedir una derrota en las próximas elecciones municipales?
-Permitir que sin excepciones las bases escojan a los mejores en elecciones directas.
-¿Está más cerca de Maduro o de Diosdado Cabello?
-Formo parte de una corriente que se denomina Plataforma Patria Socialista y que integran Vladimir Acosta, Luis Bonilla, Víctor Alvarez, Gustavo Márquez, Javier Biardeau, la gente de Aporrea y Marea Socialista, entre otros.
-¿Por qué Wilmer Ruperti lo corrió del Canal I?
-Hay que preguntárselo a él. Y en todo caso, no me corrió. Simplemente el programa fue sacado del aire.
Mario Villegas
mariovillegas100@gmail.com
Twitter: @mario_villegas
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