Por Maximiliano Donat,
27/04/2014
Ciudadano Libre de
Conciencia
En Venezuela desde 1998
comenzóa instalarse la doctrina de la represión, represión que bebe de las
fuentes doctrinarias del comunismo Marxista, de las ideas libertarias de Bolívar,
Miranda, Simón Rodríguez y Zamora.
Todas esta mezcla de
ideas y doctrinas hábilmente colocadas con pinzas de manera laxa en la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, trajo consigo el primer paso
de la represión de la conciencia del
pueblo cambiando sus símbolos comenzando con el renombramiento de la República
de Venezuela como República Bolivariana, más tarde se siguió avanzando al
cambiar los símbolos patrios como fue la bandera de siete estrellas a ocho y la
dirección del caballo colocándolo avanzando a la “izquierda”, el mismo himno
nacional cambio ciertos acordes.
La doctrina represora
había colocado un lienzo nuevo en la
conciencia del pueblo venezolano donde el autor comenzaría a dibujar y plasmar
la nueva República y el nuevo republicano mimetizado la doctrina de la
represión en los pensamientos de Bolívar y otros próceres de nuestra independencia. Ese lienzo
virgen fue testigo de los cambios de conciencia que supo el autor darle forma,
color y emotividad y es hoy la única pintura u obra que una gran parte de los
venezolanos ven en sus conciencias, había nacido la Represora República
Bolivariana de Venezuela, donde el nuevo ciudadano acepta la doctrina comunista
como si fueran las ideas democráticas de Bolívar y Miranda.
Hace un año la
Represora República Bolivariana perdió aquel que manejaba el pincel con maestría
y otros “artistas” intentan retomar su obra inconclusa, pero sus trazos torpes,
sin gracia y sin maestría chocan la conciencia del espectador acostumbrados al
pincel del maestro.
Los trazos grotescos
desnudan hoy aquel País fantástico que seguía el hermoso camino de la
solidaridad e inclusión del pobre y oprimido que hábilmente había trazado el
autor de la doctrina de la represión.
Hoy el cuadro aun
inconcluso muestran los trazos de una represión alimenticia, laboral,
educativa, social, política y económica. Ahora el espectador cuando se aleja
del cuadro en ejecución puede ver que aquel País de maravillas “bolivarianas”
no es más que un circo de colores e ilusiones ópticas que engañan la vista del espectador.
Hoy el espectador comienza a ver que la intensión del autor de esa obra,
afortunadamente inconclusa no era otra que instaurar la doctrina represiva y
dominadora de conciencias como el Marxismo.
Hoy el pincel está en
manos de los ciudadanos y debemos pintar en un lienzo limpio el País que
nuestras conciencias evolucionadas y muy por encima de los conceptos de
nuestros próceres libertadores tuvieron en su momento. Hoy los ciudadanos los superamos
en conocimiento en cuanto al tipo de educación, modelo económico productivo,
pacto social, tecnológico, comunicacional, cultural, eco ambiental, ideológico,
habitacional, modelo de salud y organizativo que nos da ser ciudadanos del
siglo XXI.
Nunca desmeritamos el
trabajo duro y arduo de quienes dibujaron el País de antaño, pero es tiempo de
que sus hijos y herederos demuestren que somos capaces de dibujar un País
mejor, que somos capaces de construir edificios y ciudades mejor planificadas y
estructuradas que las que ellos jamás soñaron.
Somos hijos de una conciencia
Libre que ha permitido que generación tras generación nuestro pueblo este a las
puertas del País que ha desarrollado todos los derechos humanos y ciudadanos.
Desechemos pues ese lienzo grotesco de la opresión de la conciencia y Juntos
Comencemos a elaborar esa obra maestra que será la Venezuela del Siglo XXI.
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