Por Luisa Pernalete
Hace 12 años, la RASI,
Red de Acción Social de la Iglesia Católica, muy preocupada por las tasas de
violencia en el país, convocó a un primer Encuentro de Constructores de Paz.
Recuerdo que en aquel momento lo que más nos preocupaba era la violencia
delincuencial. Las tasas de muertes violentas no han variado mucho desde entonces,
pero la situación se ha ido complicando. El sufrimiento de muchos venezolanos,
por no decir la mayoría, ha ido creciendo. La emergencia humanitaria compleja,
la acumulación de desencuentros, las heridas en el tejido social, las
dificultades para llegar a acuerdos entre los actores que toman las decisiones,
se han incrementado.
La RASI, red que hoy
agrupa a 19 organizaciones que hacen vida dentro de la Iglesia Católica, entre
ellas la UCAB, Cáritas, el Centro Gumilla, Huellas, AVEC, la Conver (Conferencia
Venezolana de Religiosos), la Red de Casas Don Bosco, Avessoc, el Consejo
Nacional de Laicos, Fe y Alegría, por mencionar algunas, han seguido
trabajando, constituyendo capítulos regionales, y organizando el Encuentro
anual de Constructores de Paz, para reflexionar entre muchos, sobre cómo
avanzar en la unidad no sólo de los creyentes, sino de todos los venezolanos, a
favor del bien común.
Este año, inspirados en
la Fratelli Tutti, esa hermosa y sabia encíclica del Papa Francisco, Todos
Hermanos, se ha trabajado el tema del entendimiento, “porque somos hermanos”.
Esta encíclica nos dice que todos los seres humanos formamos parte de una
familia, y hace un llamado para que construyamos la fraternidad, que nos
respetemos, que nos reconozcamos unos a otros, no importa dónde hayamos nacido.
Los medios: la amistad social, el diálogo y, repetimos, el reconocimiento del
otro. Contempla el rechazo a la cultura de la indiferencia y el descarte -que
supone que hay seres humanos descartables- el aislamiento, propio de un “mundo
cerrado”. Recuerda al Buen Samaritano, que no fue indiferente al caído en el
camino, caído que sufría y que era “extraño”, y curó sus heridas sin importar
la procedencia.
La Fratelli Tutti
también recuerda que la política es una de las mejores formas de hacer caridad,
pues la buena busca el bien común. ¡Qué bonito!: La política vista como una
forma de hacer caridad y no como un medio para aprovecharse para beneficio
propio.
La encíclica parece
haber sido escrita para los venezolanos, pues también menciona, entre otras
cosas, el drama de las migraciones forzadas. Habla de los millones de personas
que huyen de sus países en busca de horizontes para sus familias. Recordemos
que son casi 6 millones los hermanos venezolanos que han salido de manera forzada,
ante la falta de presente y futuro en Venezuela.
En el capítulo VII, la Fratelli Tutti habla de los “caminos de reencuentro” y aparece la paz como un anhelo y esperanza.
En el XII Encuentro de
la RASI se reflexionó sobre esa necesidad de entendimiento entre los
venezolanos. Y se compartieron anticipos de esa posibilidad de construcción del
bien común. Se compartieron experiencias como la que presentó el Centro
Gumilla, unos acuerdos entre vecinos en la población de Machiques (Zulia) en
torno al agua; la del SJR, Servicio Jesuita de Refugiados, que explicaron cómo
en la frontera con Colombia se construye futuro “sembrando esperanza”; también
la de Avessoc, a favor de la salud, como un factor alrededor del cual se puede
organizar a la gente; también la de Cesap, una experiencia ubicada en el estado
Cojedes: vecinos organizados, convertidos en veedores de acuerdos contraídos
entre ciudadanos y autoridades municipales… En fin, expresiones de esa
Venezuela que no se ha quedado en la queja, sino que adelanta algo de esa
sociedad que deseamos y merecemos.
Uno se anima y se
contagia de las cosas buenas. “Si ellos han podido, nosotros también”. Con ese
sentimiento se regresan los participantes a su parroquia, su escuela o
comunidad, pensando en que los sueños son posibles. Con más de 600
participantes nos sentíamos muchos más, pues cada uno representaba a unos
cuantos: alumnos, compañeros de comunidad, de las parroquias, de
organizaciones.
En la RASI no somos
ingenuos. Tenemos lo que yo llamo esperanza con cable a tierra. Sabemos que en
el país hay amenazas, peligros para la participación. Sobre eso también
reflexionamos.
El ambiente del
encuentro, siempre de fraternidad, esperanzador a pesar de las dificultades que
no se disfrazan ni se ocultan, pues es un encuentro para dar luces.
Se hizo un comunicado
en el cual las organizaciones de la red hacen un llamado a todos los actores de
la sociedad: creyentes, pastores de la iglesia, líderes políticos de los
diferentes bandos, empresarios, para que contribuyan al entendimiento entre los
venezolanos y se pueda llegar a acuerdos que mitiguen el sufrimiento de la
mayoría.
Este es el mes de la
Cruz de Mayo, y aunque su fiesta se celebra los primeros días del mes, la Cruz
es generosa y recibe cantos todo el mes, así que unas estrofas cerraron en
Encuentro, con la promesa de vernos el próximo año: Mira Cruz de Mayo / danos
una mano/ Vamos a entendernos/ pues somos hermanos // Monseñor Azuaje/ dio la
bienvenida/ también bendiciones/ que siempre dan vida// Alegres cantamos/ en este
velorio/ a la Cruz de Mayo/ y a José Gregorio// A este gran evento/ bien por la
mañana/ vinieron del Zulia/ también de Guayana// Luis Carlos y Naky/ siempre
consecuentes/ también este año/ estuvieron presentes// Oye Cruz de Mayo/ ve mi
sentimiento/ la Fratelli Tutti/ pide entendimiento// Bueno pues señores/ ya nos
despedimos/ el próximo año/ por aquí venimos//
28-05-21
https://www.correodelcaroni.com/opinion/entendernos-porque-somos-hermanos/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico