Por Marino J. González R.
A pesar de haber
alcanzado altos niveles de cobertura de vacunaciones completas contra covid-19,
Chile y Uruguay no registran reducciones en los casos y muertes. En Chile la cobertura de vacunaciones completas es
47% y en Uruguay 33%, aunque en este último país la vacunación se inició dos
meses después que en el primero. La ausencia de la reducción de casos contrasta
con lo experimentado por otros países exitosos en la cobertura de vacunaciones.
En Reino Unido, por ejemplo,
las vacunaciones contra covid-19 se iniciaron en la primera semana de enero de
este año. La reducción de casos se produjo de manera continua debido
probablemente a la combinación de medidas de control con un alto ritmo de
vacunaciones diarias.
Tal fue la reducción de casos en el Reino Unido que, en los
primeros días de abril, se registró la menor cantidad de casos diarios por
millón de habitantes en toda la pandemia. Debe señalarse que Chile tiene en
estos momentos mayor cobertura completa que Reino Unido y Uruguay
solo 10% menos.
Dos aspectos, entre
otros, deben ser tomados en cuenta para explicar la evolución de los casos y
muertes en Chile. A diferencia de Reino Unido, que mantuvo las estrictas
medidas de control hasta que las vacunaciones habían avanzado
significativamente, en Chile se produjo una disminución de las medidas de
control, especialmente en los primeros meses del año. Dado que se permitió el
desplazamiento de personas entre distintas áreas del país, es posible que se
haya contribuido con la propagación de las infecciones de manera amplia. Desde
finales de febrero hasta la primera semana de abril, el número de casos diarios
por millón de habitantes se duplicó, al pasar de 173 a 371. Luego de haber
disminuido a 280 en la primera semana de mayo, ha aumentado nuevamente hasta
alcanzar 377 casos diarios por millón/hab en la actualidad.
De acuerdo con un informe reciente de varias universidades chilenas, el
aumento de casos graves de covid-19 ha sido mayor en la población menor de 50
años. De hecho, la ocupación de camas en las unidades de cuidados intensivos
(UCI) es tres veces mayor en pacientes menores de 50 años que lo registrado en
el punto más alto de casos del año pasado. En la Región Metropolitana se
registra actualmente casi 99% de ocupación de las camas de UCI. Se ha asociado
la mayor proporción de casos de covid-19 en menores de 50 años, con el ritmo
más lento de vacunaciones en este grupo. Mientras en los mayores de 70 años se
requirió un mes para pasar de 5 a 80% de cobertura, en los menores de 50 años
se ha aumentado menos de 10% en el último mes (de 25 a 34%).
En Uruguay, por su
parte, el inicio de las vacunaciones se produjo el 28 de febrero, luego de
haber experimentado el 16 de enero el punto más alto de casos en la pandemia.
En ese momento, de acuerdo con el Índice de Rigurosidad de Políticas (IRP) de
la Universidad de Oxford, el nivel de control era 68 (el máximo es 100).
A mediados de marzo las medidas de control fueron aumentadas hasta 87 debido al nuevo aumento de casos. En este momento el número de casos alcanzó un nuevo récord durante la pandemia (338 casos diarios por millón/hab). Sin embargo, el alto nivel de rigurosidad de políticas solo tuvo vigencia por dos semanas. Se disminuyó a 72 el 31 de marzo. Los casos siguieron aumentando hasta casi quintuplicarse en un mes (para alcanzar 1.129 casos diarios por millón/hab el 10 de abril). A pesar de haber aumentado la rigurosidad por pocos días en la segunda semana de abril, se redujo nuevamente.
En este momento la
rigurosidad en Uruguay es la menor desde el mes de diciembre de 2020. Para el
14 de junio el número de casos diarios por millón/hab es más de cuatro veces
superior al que se registraba al inicio de las vacunaciones.
La evolución de la
pandemia en los dos países de América Latina que han logrado mayor cobertura de
vacunaciones completas evidencia dos aspectos de gran relevancia. En primer
lugar, la importancia de mantener las medidas de control rigurosas en las
primeras etapas de las vacunaciones.
El segundo aspecto es
que se alcance un ritmo alto y homogéneo de vacunaciones, especialmente en los
grupos de edad que pueden ser más afectados por la disminución de las medidas
de control (menores de 50 años). Atender estos aspectos es fundamental para
evitar que se prolongue la pandemia, incluso en la fase de aumento del ritmo de
vacunaciones. De lo contrario, la ausencia de estos factores también
contribuirá a extender la afectación de la pandemia en la región.
Marino J. González es
PhD en Políticas Públicas, profesor en la USB. Miembro Correspondiente Nacional
de la Academia Nacional de Medicina.
16-06-21
https://talcualdigital.com/por-que-no-cede-la-pandemia-en-chile-y-uruguay-por-marino-j-gonzalez-r/
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