JUANMA LAMET 05 de octubre de 2021
@juanmalamet
Leopoldo
López recibe a EL MUNDO en los jardines sevillanos de Villa Luisa, en un receso
de la convención nacional del PP en la que acaba de participó el jueves. A poco
más de un mes de las elecciones regionales en su país, el líder opositor
venezolano lamenta que el Alto Representante europeo para Asuntos Exteriores,
Josep Borrell, haya decidido enviar una delegación comunitaria a unos comicios
que López no considera “ni libres, ni transparentes, ni verificables”. Por eso
pide encender “todas las alarmas” ante “el riesgo de que la UE legitime el
fraude electoral en Venezuela”.
Pregunta.- La UE ha anunciado una misión de observación a Venezuela previa a las elecciones del 21 de noviembre. ¿Le parece precipitado?
Respuesta.- Una
misión de observación que baje los estándares y los niveles de observación que
tiene Europa me parece un riesgo. Nicolás Maduro quiere la misión de observación
de la UE para buscar una legitimidad en retroactivo. Aquí el problema está en
que la elección planteada para Venezuela no es libre: los partidos han estado
proscritos, expropiados y entregados a acólitos de la dictadura, hay cientos de
personas inhabilitadas, no hay ningún control sobre el sistema electoral, no
hay prensa libre ni comunicación libre, existen presos políticos…
P.- ¿Le
parece que la UE puede legitimar o “blanquear” un fraude, como ha dicho
Leopoldo López padre?
R.- Yo
creo que es un riesgo que está ahí. Y precisamente ante ese riesgo de
legitimidad creo que hay que prender todas las alarmas, porque el corazón de la
disputa no está en la elección, está en la legitimidad. Insisto, Maduro está
buscando una legitimidad que no tiene, y yo creo que es muy peligroso que
Europa se preste a eso. Pero ya que la decisión de mandar una misión de
observación está tomada, hay que estar muy alerta en el desempeño de la misión,
en la composición de quiénes son las personas que van a estar y que no se
presten a una manipulación de la dictadura. Al relativizar el tamaño del
problema, como ocurrió en el pasado muchas veces, se evita que se pueda buscar
una solución a la dictadura.
P.- ¿Usted,
personalmente, cree que la oposición debería presentarse a las elecciones del
21 de noviembre? ¿O cree que hacerlo es una manera de lavarle la cara a Maduro?
R.- Mire,
yo creo que es un evento que permite a los sectores democráticos de Venezuela
luchar. Nos permite organizarnos, movilizarnos, hablar, articular, pero siempre
en el entendido de que esto no son unas elecciones. Y lo segundo es que permite
mantener una posición unitaria dentro de lo que es la lucha [de la oposición]
en Venezuela.
P.- Pero
ni usted ni Juan Guaidó abogaban por presentarse a estas elecciones y si lo
hacen es porque así lo han apoyado las bases de su partido, Voluntad Popular,
¿no es cierto?
R.- Bueno,
es que precisamente es una oportunidad de poder recorrer el país, de poder
organizarnos. No creo que esto sea una elección ni libre, ni transparente, ni
verificable, y sólo creo que es una oportunidad de salir a las calles y que no
se apague esa llama. Porque cuando ya han salido [al extranjero] más de seis
millones de venezolanos y ha habido un proceso muy intenso de deterioro de las
libertades en Venezuela, corremos el riesgo de que se apague la llama de la
lucha por la libertad y la democracia y que lleguemos a una situación mucho más
parecida a la que ha tenido Cuba durante estos últimos años, en donde
simplemente no existe una alternativa.
P.- ¿Cómo
se ha traducido el cambio de ministro de Exteriores de España en las relaciones
con la oposición venezolana? Arancha González Laya tenía más interlocución con
Capriles y parece que el nuevo ministro, José Manuel Albares, tiene más
interlocución con Guaidó y con usted.
R.- Yo
espero que sea positivo. Yo tuve una reunión con el ministro Albares y fui muy
claro al expresarle nuestra preocupación, como usted mismo menciona, por la
política de la canciller anterior, que dividió a los sectores democráticos en
Venezuela. Y eso, por supuesto, tuvo consecuencias lamentables en mi país. Yo
espero que eso no ocurra [más], porque España es el país a través del cual se
define la posición de Europa hacia Venezuela y América Latina.
P.- ¿Qué
más le pidió usted al nuevo ministro de Exteriores?
R.- Le
expresamos nuestra preocupación por una política que no fue acertada, en la
gestión anterior. Y que para nosotros es fundamental que exista una
articulación entre Europa desde España, pero con Colombia y con los Estados
Unidos, porque son los países que más directamente están vinculados con el tema
de Venezuela.
P.- Su
partido, Voluntad Popular, sigue incardinado en la Internacional Socialista,
pero usted ha participado en la convención nacional del PP. ¿Cómo es su relación
con la izquierda española?
R.- Tengo
una relación con diputados del PSOE y con el Gobierno. Fui recibido por el
presidente Pedro Sánchez cuando llegué y tuvimos una muy buena reunión. Yo en
lo personal estoy muy agradecido al presidente Sánchez por haberme permitido
estar en la Embajada de España durante un año y medio, pero en lo político… con
Exteriores y la política hacia Venezuela ha habido diferencias. Sí las hay. Y
yo creo que España debe tener un liderazgo para que se pueda presionar en la
dirección correcta, que es abrir la compuerta hacia una elección presidencial
en Venezuela.
P.- Una
nueva encuesta pone cifras demoledoras a la realidad venezolana: el 95% de la
población está en situación de pobreza y la mortalidad infantil se ha disparado
a 27,5 niños por cada 1.000 nacidos. ¿Venezuela está peor que en una posguerra?
R.- ¡Mucho
peor! Es el enfermo más crítico que han tenido los sistemas autoritarios. El
PIB de España después de la Guerra Civil cayó un 39%; el PIB de Europa, durante
la II Guerra Mundial, cayó un 40%; y el PIB de Venezuela ha caído un 80%. No
tiene comparación en el hemisferio occidental.
P.- ¿Y qué
papel puede jugar España para paliar esa situación catastrófica y para amparar
al éxodo venezolano?
R.- España
debe tener una posición muy, muy firme con respecto a lo que es la búsqueda de
elecciones libres. Debe presionar a la dictadura. Se puede hacer mucho más.
Aquí en España, por ejemplo, viven los jerarcas de la dictadura y sus
familiares, y muchos de ellos tienen negocios. La realidad es que la estructura
de poder de la dictadura ha visto en España un espacio más cómodo en el que
estar. Yo creo que eso puede cambiar. Tiene que haber un compromiso decidido
desde el Gobierno.
P.- ¿El
Gobierno español debería liderar una iniciativa para congelar las cuentas a
esos jerarcas?
R.- Las
herramientas las tiene a disposición. Yo esperaría de España mayor
protagonismo, mayor compromiso con una política en donde se ejerza mucha más
presión a través de sanciones a los corruptos y a los violadores de derechos
humanos. Sólo con presión se puede lograr un buen resultado en una negociación.
Éste es el momento de hacerlo. A lo que yo aspiro es a que el tema de Venezuela
no sea un problema de política interna en España, sino que sea un tema de unión
de los políticos españoles.
P.- En
ese sentido, le pregunto por un caso concreto. El ‘Pollo’ Carvajal, ex líder de
la inteligencia chavista, le ha dicho al juez que Podemos cobró 200.000 euros
de la petrolera venezolana por informes fantasmas. ¿Qué le parece?
R.- Creo
que todo eso es muy posible. Esa persona tiene mucha información y ojalá la
pueda compartir. Y creo que la vinculación que tuvo Podemos directamente con la
dictadura venezolana era más que evidente. Se instalaron en Venezuela,
trabajaron a favor de la dictadura. Y, muy probablemente, fueron remunerados
por eso, aunque yo no tengo ese monto, esa cuenta. Pero lo que sí sé es que
estuvieron en Venezuela, defendieron ese sistema y defendieron las violaciones
a derechos humanos. Eso ocurrió. Ahora bien, los detalles, que los exponga el
señor Carvajal.
P.- Carvajal,
precisamente, está a la espera de extradición por narcotráfico. ¿Hasta dónde
llegan los tentáculos del narcotráfico en la dictadura?
R.- Mire,
Venezuela es un narcoestado, pero no es sólo eso. Venezuela es una estructura
criminal. También están el negocio de la extracción de oro de sangre, que
representa más o menos esos montos; el negocio de blanqueo de capitales; el
negocio petrolero. Yo estoy convencido no sólo de los vínculos que tiene
Nicolás Maduro con el narcotráfico, sino con toda una serie de actividades
criminales que van más allá de las fronteras de Venezuela.
P.- Como
con las FARC.
R.- Público
y notorio. Las FARC y el Ejército de Liberación Nacional están en todo el
territorio venezolano con la anuencia, con el apoyo y, me atrevo a decir, con
la solicitud expresa de Nicolás Maduro.
P.- En la
convención del PP se viene alertando contra el populismo y usted ha ido un paso
más, diciendo que la amenaza real es el autoritarismo. ¿Qué hay que hacer para
evitarlo también en España y en Europa?
R.- Lo
primero es la pasión por la libertad. Lamentablemente, en los últimos 20 o 25
años se ha relativizado mucho el valor de la libertad y de la democracia.
Siento que se ha perdido la convicción, la pasión por la democracia. En
Occidente, en EEUU y en España hay cierta inseguridad con respecto a lo que es
la democracia. Hay cuestionamiento sobre si la democracia es o no es el mejor
sistema. Yo estoy convencido que lo es.
P.- ¿Está,
por tanto, en jaque el modelo de democracia occidental?
R.- Creo
que sí. Hay claramente una alianza de países autoritarios con una carga
nostálgica de lo que fueron sus imperios históricos. Tenemos hoy día al nuevo
emperador chino, al nuevo zar ruso, al nuevo ayatolá iraní, al nuevo sultán
turco… todos ellos con una convicción de expandir el autoritarismo en el mundo.
P.- Precisamente,
esos cuatro países, junto a Cuba, son los grandes apoyos de Venezuela.
R.- En
Venezuela todos esos países son, la principal razón por la cual hoy está
Nicolás Maduro en el poder fáctico. ¿Existe apoyo de Occidente a la causa por
la democracia en Venezuela? Es verdad, y lo agradecemos mucho, pero nunca se
puede comparar con el tipo de apoyo que recibe la dictadura de estos países.
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