Por Mario Villegas, 16/09/2012
Columna de Puño y Letra
La nuestra, la de los
venezolanos, tiene que ser una ciudadanía cada vez más participativa y
protagónica, tal como lo proclama la Constitución, pero al propio tiempo cada
vez más exigente consigo misma y con sus gobernantes.
El papel del ciudadano es
vital en la construcción de un país de progreso y bienestar para todos. La
conducta de cada hombre y de cada mujer, su labor productiva y pedagógica en el
levantamiento y consolidación de la familia, así como en la conjunción de
voluntades para la acción compartida en el vecindario, en la escuela, el centro
de trabajo, el centro cultural y deportivo, el gremio profesional y demás
espacios de ejercicio ciudadano, es determinante en la configuración del tipo
de sociedad que habremos de legarle a nuestros hijos y nietos.
Pero sobre todo, la ciudadanía
tiene que ser activa en la exigencia al poder del estado, aunque también a los
demás factores de poder, de un apego riguroso al ordenamiento constitucional y
legal, a la moral pública, a los compromisos adquiridos con la sociedad y al
elemental respeto por la institucionalidad democrática y por los propios
ciudadanos.
“Dejar hacer, dejar
pasar” no es conducta propia de
republicanos, pero es la que ha prevalecido entre los capitostes del gobierno
en todos estos años de
desinstitucionalización de la República, de violaciones al ordenamiento
constitucional, de exacerbado sectarismo y exclusionismo, de bajeza y
procacidad en el lenguaje y el comportamiento de la jerarquía gubernamental, de
despilfarro de los dineros públicos, de división deliberada para el
enfrentamiento entre hermanos, de descalificación e intentos de destrucción del
adversario, de solidaridad automática con los corruptos y sus corruptelas…
El pueblo venezolano,
cualquiera sea el signo político de cada quien, debe reivindicar y hacer valer
su derecho a confrontar los desafueros del gobierno de turno, del actual y de
los que vengan, y de exigirle oportunos correctivos so pena de restarle apoyo e
incluso castigarlo y cambiarlo. Sólo un pueblo alerta será garantía del rumbo a
seguir.
Pero buenas señales
viene dando Henrique Capriles Radonski: ha reiterado su compromiso con los
trabajadores y demás sectores populares, exhibe inagotable energía para contactar
y escuchar a los ciudadanos dondequiera que estén, se concentra en buscar
soluciones a los problemas de la gente, evade caer en la letrina a la que diariamente
lo invita el Presidente saliente, usa un lenguaje sencillo y sin rebusques, no
se regodea ni incomoda a la gente con interminables peroratas y tampoco ejerce
el liderazgo desde el odio ni la prepotencia. Por si fuera poco, ante el
controversial caso del diputado Juan Carlos Caldera, acaba de dar una
categórica y oportuna demostración de carácter y de vocación de justicia. Sin
manguareos, ni contemplaciones ni solidaridades automáticas, Capriles ha hecho
honor a la máxima de que el ejemplo entra por casa.
Son señales de la
campaña que prefiguran un modo diferente de asumir las responsabilidades por
parte de un potencial Jefe de Estado. Los ciudadanos, siempre alertas, también
hemos de asumir las nuestras. ¡Así, así, así sí se gobierna!
BREVES
-Periodistas y voceros del oficialismo
cuestionan que algunos militantes de la oposición venezolana hayan usado en
algún momento gorras y boinas negras. Afirman que eso evidencia su afinidad con
movimientos ultraderechistas que tenían ese color como su identidad. Aprovecho
de recordarles que negra era precisamente la boina que siempre usó el
comandante guerrillero Ernesto “Che” Guevara, como negra también es la que han
usado y usan algunos comandantes de las FARC colombianas.
-Recibo mensaje una lectora: “Le escribo para felicitarle por su excelente artículo en el diario 2001 y para decirle que estoy absolutamente de acuerdo con sus planteamientos. Debemos ayudar a Capriles a cumplir sus promesas y exigirle que coloque en las altas jerarquías del gobierno, a personas honorables y eficientes, representantes de los varios partidos, personalidades, Ongs, etcétera, que estén contribuyendo a que gane la Presidencia de la República. Este país no aguanta más engaños, ni medias tintas, ni garrulerías. Capriles debe saber que no le estamos firmando un cheque en blanco y que actuaremos en consonancia directa con su manera de gobernar. Atentamente, Josefina Jordán”.
Publicado en la Edición Impresa del Diario 2001
Twitter: @mario_villegas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico