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viernes, 14 de septiembre de 2012

Razones para votar el 7-O



Por Oscar Lucien, 14/09/2012

1. En la antesala de las elecciones del próximo 7-O, cuando los venezolanos debemos elegir un nuevo presidente de la república, han circulado profusamente por las redes sociales iniciativas que promueven la participación ciudadana. Numerosas etiquetas (hashtag) sobre las razones para votar el 7-O combinan el humor, propuestas de registros fotográficos y argumentaciones muy consistentes que ponen en evidencia una alta movilización ciudadana para acto tan esencial de la democracia como es la elección de un cargo popular, en este caso del presidente.

Aunque no voy a entrar en el corazón de una polémica que se deriva de la advertencia de si esta activa “presencia” en la red no pueda ser un espejismo de participación: “Los ciudadanos optan por estar sentados frente a una computadora en lugar de estar pateando la calle”, quiero valorar que disponemos de un espacio para más protagonismo ciudadano, que gozamos de una posibilidad de generar debates y participar de la construcción de liderazgos de opinión que en el pasado reciente eran privilegio de aparatos de control más centralizado y vertical de organizaciones y medios clásicos. También es cierto que con frecuencia se produce una sinergia importante entre los medios convencionales y las plataformas digitales de la web 2.0 que permite a los ciudadanos ser parte activa, o al menos sentirse como tal, en la construcción de la agenda pública.

Frente a este dinamismo contrasta la sensible inhibición del Consejo Nacional Electoral. Una elección es, en lo esencial, un espacio de debate, de evaluación de propuestas, de confrontación de proyectos y programas, de valoración de una acción de gobierno, de particular relevancia cuando hay un candidato que se presenta a la reelección.

Lamentablemente, la campaña ya casi llega a su final sin la posibilidad de un debate entre los candidatos a la Presidencia, en un ambiente donde prevalece el ventajismo más obsceno, de abuso de medios públicos para proselitismo y con alta resonancia del lenguaje insultante y procaz del candidato a la reelección, amplificado por su ilegítimo uso de la cadena presidencial. En contraste con los múltiples debates en elecciones recientes en nuestro continente y del próximo que, por ejemplo, se anuncia entre el presidente Obama y el candidato republicano Mitt Romney, en Estados Unidos, los venezolanos no tendremos la oportunidad de valorar las ofertas electorales a partir de un cara a cara entre los candidatos.

El árbitro electoral, sumergido en su parafernalia tecnológica como si eso fuera lo único importante, no promueve las condiciones para garantizar igualdad entre los participantes y la difusión de sus mensajes, y de manera bastante sospechosa poco ha hecho para disminuir la percepción en un significativo porcentaje de electores de que su voto “no es secreto”, lo que potencia una estrategia desmovilizadora e intimidatoria del comando de campaña oficialista que niega o desnaturaliza un derecho fundamental como lo es el sufragio.

2. El artículo 63 de la Constitución consagra el derecho al sufragio, el cual se ejercerá mediante votaciones “libres”, universales, directas y “secretas”. La intimidación que se hace de los empleados públicos y los venezolanos más vulnerables que reciben ayuda del Estado con la siembra de la percepción de la posibilidad de que el secreto del voto es vulnerable y la poca determinación del CNE en disiparla se cuenta entre las principales reflexiones con las que he participado en las convocatorias de las etiquetas: “razones para votar el 7O”.

El 7-O quiero votar con la expectativa y la exigencia de que el nuevo presidente se comprometa a que la Constitución venezolana deje de ser una cartica del Niño Jesús olvidada en un buzón de Ipostel.

Que derechos consagrados en ella, como el de la vida, un trabajo digno, una vivienda, servicios eficientes de salud, estén en el corazón de una política pública democrática, no clientelar. En pocas palabras, votar por la restitución del Estado de Derecho en nuestro país.

3. Entre las múltiples razones para votar el 7-O no podemos dejar por fuera la reciente decisión del Gobierno saliente de denunciar la Convención Americana para sustraerse de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Esta arbitraria iniciativa niega a los venezolanos otro derecho fundamental consagrado en la carta magna: el derecho de presentar peticiones o quejas ante los órganos internacionales para solicitar amparos a derechos humanos vulnerados. Votaré, pues, por la restitución del artículo 31 de la Constitución.

Oscar Lucien es miembro de Ciudadanía Activa

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