Carlos Romero Mendoza 19 de septiembre de 2012.
@carome31
El candidato presidencial Henrique Capriles en el evento celebrado con los candidatos a alcaldes y gobernadores de la Unidad, claramente nos dejó saber la importancia que tendrá la descentralización en el camino que hoy lidera y en el que nos ofrece una ruta para trabajar en la construcción de una sociedad que experimente el progreso y la modernidad.
Capriles destacó en su discurso que el futuro del país se construye de adentro hacia fuera, desde abajo hacia arriba y desde los pueblos hacia las ciudades; además, reconoció el valor y la importancia que tienen las organizaciones sociales, como expresión y espacio formal e institucional de participación ciudadana.
En sus palabras quedó claro que los estados y los municipios en un gobierno de Unidad bajo su liderazgo serán valorados como actores esenciales del desarrollo, y en ese marco serán aliados en la construcción de un mejor país.
El candidato señaló que aspira sellar un compromiso con estados y municipios, con lo cual desde ahora toma la iniciativa y se adelanta expresando su voluntad y disposición de construir el acuerdo político necesario para impulsar la descentralización como política nacional, tal y como lo ordena nuestra Constitución.
El camino hacia la descentralización como política nacional encuentra en el Consejo Federal de Gobierno, así como también en las instancias locales y estadales de planificación, una valiosa arquitectura institucional que facilitaría el diseño de espacios institucionales para el debate político, plural y nacional sobre la descentralización desde abajo hacia arriba.
La descentralización en Venezuela requiere de un debate amplio e incluyente que permita revisar las competencias de los diversos niveles de gobierno, buscando el mayor equilibrio entre ellos y garantizando el principio de la subsidiaridad, además requiere la construcción de un modelo más adecuado de distribución de los recursos financieros.
La arquitectura institucional del sistema nacional de planificación, puesta al servicio de la descentralización, contribuye a recuperar los espacios institucionales para el diálogo, el debate y para el encuentro permanente entre gobierno y sociedad civil, garantizando que ese debate necesario que hay que dar sea lo más cercano posible al ciudadano.
Tenemos la gran oportunidad de diseñar un plan nacional de descentralización, que no sólo sea producto de un acuerdo político y de consensos logrados en el marco institucional del Estado y de las normas constitucionales., sino que además están dadas las condiciones formales para que el mismo sea respaldado con importantes niveles de legitimidad con los cuales se fortalezca el proceso de descentralización.
El 7 de octubre de 2012 tendremos la única oportunidad de elegir por un sistema de gobierno que retome el hilo constitucional y que en ese marco inicie un proceso institucional de descentralización con el cual facilite el camino hacia el progreso del país.
La experiencia de la descentralización en Venezuela y las experiencias recientes en países como Colombia y Perú, ratifican que la descentralización facilitará y abrirá las puertas a gestiones públicas más abiertas, participativas e innovadoras, que tendrán como beneficiario final al propio ciudadano. Una vez que el ciudadano experimente las consecuencias de un buen gobierno, amplio, abierto e innovador, entonces empezará a entender y a valorar la Democracia como sistema de gobierno.
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