Por Eddie Ramírez, 4/09/2012
La
deshonestidad intelectual e ineptitud del régimen lo inducen a decir mentiras
fácilmente desmontables que lo desprestigian ante sus partidarios, quienes lo
abandonan masivamente. El caso de la tragedia en la refinería de Amuay y la
catástrofe ambiental causada por el derrame petrolero en el rio Guarapiche son
dos ejemplos evidentes de mentiras insostenibles dichas por el teniente coronel
y sus soldados-ministros.
Declaraciones
de varios dirigentes sindicales petroleros, distinguidos profesionales como
Diego González, Javier Larrañaga y Gustavo Benítez, Gente del Petróleo y otros han
denunciado reiteradamente la falta de mantenimiento en la industria petrolera.
Por su parte Enzo Betancourt ha criticado la negligencia del gobierno en el
mantenimiento de la infraestructura vial y otras instalaciones. Por “principio
revolucionario”, los funcionarios han asegurado que todo está normal y que se
realizaron cuantiosas inversiones en mantenimiento.
Ahora se suma
otra importante evidencia. En efecto, entre el 5 y el 8 de marzo de este año,
la compañía RJG Risk Engineering, realizó una inspección a las refinerías de
Amuay y de Cardón a petición de la aseguradora QBE Marine and Energy Syndicate
1036. Esta inspección fue para evaluar el estado de las refinerías y verificar
si se habían seguido las recomendaciones de anteriores inspecciones. Cabe
recordar que las primas que exigen las aseguradoras está en función del mayor o
menor riesgo que detectan.
En resumen, la
inspección reveló que “Amuay estaba
procesando solo 500.000 barriles por día a pesar de tener capacidad de 635.000
barriles por día. Cardón, con una capacidad de procesamiento de 305.000
barriles por día solo operaba con 195.000 barriles por día. En el 2011, se
registraron 222 incidentes, de los cuales cerca de cien fueron incendios. Se
abrieron las investigaciones de estos incidentes pero solo nueve fueron
concluidos. Disminuyó apreciablemente el mantenimiento de rutina y se realizan
más operaciones correctivas que preventivas; no hubo ningún avance en
instalaciones de detección de gases, ni en capacitación de los operadores”.
Desde luego
hay muchas otras irregularidades y el informe concluye que “se requiere una
actitud más proactiva” para disminuir los riesgos. Como se aprecia, las
declaraciones de Rafael Ramírez y de Jesús Luongo, gerente de esas refinerías,
son insostenibles. El caso no debe ser cerrado hasta que no se sienten
responsabilidades.
Como en
botica: El lenguatón saliente declaró que la oposición inventó esferas de
almacenamiento de gas habían estallado, haciendo caso omiso que fue Rafael
Ramírez quien lo declaró. A falta de argumentos, el régimen apela a las
descalificaciones personales. La Fuerza Armada y los empleados de las empresas
del Estado y de organismos públicos apuestan al triunfo de Capriles para que se
implante el mérito para los ascensos, se cumplan los contratos colectivos y se
mejoren las condiciones socioeconómicas.
¡No más
prisioneros políticos, ni exiliados!
Eddie Ramírez es miembro de Gente del Petroleo
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