Por Carlos Vilchez Navamuel, 23/07/2013
Después de las elecciones de abril
pasado el candidato de la oposición
Henrique Capriles ha asumido una cantidad de papeles, que a nuestro criterio
no debería de tener, por ahora lo identificamos con “tres sombreros” diferentes
que lo obligan a multiplicarse y con los que tiene que lidiar a diario.
Capriles fue y es el candidato de la
oposición venezolana, ha sido y es el Gobernador de Miranda y se convirtió en
el líder indiscutible de la oposición en Venezuela.
Como candidato, al escuchar los datos emitidos
por el CNE y ver que los resultados eran dudosos, los rechazó y los impugnó
basado en todas las irregularidades encontradas en el proceso, por lo tanto
hasta que no haya un fallo definitivo no se debe de descartar la posibilidad de
que Capriles pueda ser el próximo presidente de Venezuela.
Como Gobernador de Miranda, tiene muchas
responsabilidades y no sabemos hasta dónde sea conveniente que siga allí. Para
nosotros debería renunciar a este cargo y así podría dedicarse de lleno a
liderar la oposición. El problema es que mientras es gobernador, anda en otros
estados, viaja a otros países y da la sensación de que no está cumpliendo a
cabalidad con sus responsabilidades como gobernador del estado que lo eligió.
Como líder de la oposición la gente
espera demasiado de él y la mayoría no comprende que su actuar con los resultados
y en contra de los que ejercen el poder, está basado -como abogado que es- en
la constitución y las leyes.
Capriles no es militar, ni es
conspirador, el hombre no quiere una guerra civil, es pacifista, sabe que el
camino que se escogió es más largo, es de paciencia y no todos lo comprenden.
Todo esto lo entendemos, al fin de
cuentas en los medios oficiales -que son casi todos- no lo toman en cuenta,
pero nosotros nos preguntamos ¿Qué será más beneficioso, continuar con esta
estrategia o concentrarse en el liderazgo?
Las denuncias ante las Instituciones y el
llamado a la calle es la única posibilidad legal que se tiene en Venezuela por ahora
para presionar al gobierno y a las instituciones para que las cosas se hagan a derecho. Convocar a un paro de brazos caídos bien
planificado también podría ser más efectivo y representaría el malestar de todos
los venezolanos, esto no lo debe de sugerir Henrique Capriles en su calidad de
candidato pero sí lo pueden hacer otras personas.
El paro de brazos caídos lo podrían
impulsar María Corina Machado y Leopoldo López, junto a otros líderes que
representen todos los sectores del país.
Tanto el llamado a la calle como el paro de brazos caídos pueden obligar
a un gobierno a renunciar como a enderezar el rumbo de lo actuado, todo
dependerá de la fuerza de espíritu que se tenga.
Como lo dijo María Corina recientemente
en Lara “La protesta es el derecho a
reclamar por tus derechos… El TSJ debió responder a la solicitud de impugnación
de las presidenciales en apenas dos días. Ya
han pasado tres meses y no han dado respuesta. Esto demuestra que en este país
no hay democracia ni separación de poderes, por eso, todos los ciudadanos
debemos reclamar a las instituciones el cumplimiento de la constitución y el
respeto de los derechos.” Y más adelante afirmó “Es momento de activar la movilización”. http://dolartoday.com/maria-corina-es-momento-de-activar-la-movilizacion/
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