Escrito por Alexander
Cambero (periodista) Sábado, 27 de Julio de 2013
twitter @alecambero
El presidente ilegitimo es el
tembloroso capitán de un barco a la deriva. Su pulso debilitado por sus
múltiples carencias y debilidades, lo hacen que sea presa fácil de la
desesperación. Las tempestuosas aguas del poder político, van transformándolo
en un hombre que no saber qué hacer en los momentos cruciales. Las piernas se
tambalean ante la dificultad, la escasa reserva intelectual se sumerge en su
poca profundidad, haciendo que la lengua desvaríe. Un verdadero suplicio para
quien disfrazarse de presidente debe costarle un montón.
A veces juega el papel de creerse un
estadista que el mundo admira por el poder de su cerebro. Hace algunos días la
presidente de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, en la reunión de
MERCOSUR escenificada en Montevideo, en donde Venezuela asumió la conducción
pro témpore del organismo multilateral, indicó que quien ha debido presidir el
ente regional era Hugo Chávez. Prácticamente le dijo en su cara qué estaba allí
por un golpe de suerte del destino. Solo la muerte de su mentor y el posterior
fraude electoral montado con la anuencia del oficialista CNE, lo han convertido
en el primer magistrado nacional. Son tan ineficaces quienes conducen la
política informativa oficial, que trasmitieron en horario estelar el momento en
que la líder sureña dejaba en ridículo al asustadizo usurpador criollo. Creemos
que la falta de tino es tan contagiante que funcionarios inteligentes rodaron.
Mostrar que el actual mandatario solo es una circunstancia, refleja que hasta
su propio equipo reconocen su incapacidad.
Ahora lo vemos diariamente como un
simple imitador. No existe en él algún rasgo de originalidad, siempre es la
copia al carbón de las que cosas que le resultaron a su antiguo preceptor.
Trata de engolar la voz para mostrar fortaleza ante el reclamo general de un
pueblo que siente como su esperanza se esfuma. Son por demás elocuentes sus
discusiones con personas humildes que le increpan su incapacidad para asumir la
solución de los problemas.
Otra muestra de debilidad ha sido sus
apreciaciones con respeto a la gira de Henrique Capriles por Chile y Perú. En
sus patéticas intervenciones habló pestes de las actividades del entusiasta
líder democrático. Si la gira fue tan improductiva y con poco relieve para
nuestro devenir político ¿Cuál es la mortificación? , si Capriles hizo el
ridículo ¿Por qué tanto dolor?
En Miraflores debe contar con un
amplio armario en donde guarda sus disfraces del día. En cada evento posturas
diferentes para buscar el liderazgo que no tiene, cuando las cosas aprietan
saca de la galera a Hugo Chávez para llorar sobre su rostro y de esa forma
buscar una conexión espiritual que lo haga tomar un poco de oxigeno de
ultratumba. Una opereta bufa en donde el usurpador representa el triste papel
de ser el telonero de tercera del régimen cubano, copiosas lágrimas y nuevas
directrices para abastecer las arcas cubanas. Es lamentable que alguien sin
definiciones claras nos lance al despeñadero. Que sus incontables carencias
arrastren también al futuro del país, poniendo en la orca a millones de
venezolanos que padecen la despiadada acción de esta crisis originada por el gobierno
boliburgués. Un hombre que juega con las armas cortas del mandatario sin
talento. Las confusiones abundan hasta terminar escuchando ciegamente a quien
lo dirige. Nicolás Maduro es simplemente un hombre que carga una banda
presidencial que nació de un descomunal fraude. Aparece en actos oficiales y
hasta se muestra con cierta magnificencia, sin embargo detrás de la escena
teatral, están los verdaderos amos de quien ni siquiera se sabe su lugar de
nacimiento.
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