Jueves 10 de
abril de 2014
El pontífice aseguró en
su misa matinal que persiste en la actualidad "un pensamiento cerrado que
no está abierto al diálogo", como ocurría con los fariseos
"También hoy existe la dictadura
del pensamiento único" que mata "la libertad de los pueblos, la
libertad de la gente, la libertad de las conciencias", dijo el papa
Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa
de Santa Marta en este jueves de Cuaresma que precede el Domingo de Ramos.
Inspirado en su primera lectura del
día, Jorge Bergoglio definió el pensamiento de los fariseos como "un
pensamiento cerrado que no está abierto al diálogo, a la posibilidad de que
haya otra cosa, a la posibilidad de que Dios nos hable, nos diga cómo es su
camino, como hizo con los profetas", según replicó la Radio Vaticana.
"Es el drama del corazón cerrado,
el drama de la mente cerrada", afirmó Francisco y añadió que "cuando
el corazón está cerrado, este corazón cierra la mente, y cuando mente y corazón
están cerrados, no hay lugar para Dios".
"Esta gente no había escuchado a
los profetas y no escuchaba a Jesús. Es algo más que ser simplemente cabeza
dura. No, es algo más: es la idolatría del propio pensamiento. «Yo pienso así,
esto debe ser así y nada más». Esta gente tenía un pensamiento único y quería
imponer este pensamiento al pueblo de Dios, por esto Jesús les llama la
atención: «Ustedes cargan sobre las espaldas del pueblo tantos mandamientos y
ustedes no los tocan ni con un dedo»", dijo el Papa en Santa Marta.
Bergoglio señaló además que
"cuando en la historia de la humanidad se produce este fenómeno del
pensamiento único [ocurren] cuántas desgracias".
"En el siglo pasado hemos visto
todos nosotros las dictaduras del pensamiento único, que terminó por matar a
tanta gente, pero en el momento en el que ellos se sentían patrones no se podía
pensar de otra manera. Se piensa así", dijo.
En ese sentido, mencionó que
"también hoy existe la idolatría del pensamiento único".
"Tantas veces dicen algunos
gobernantes: «Pero, yo pido una ayuda, una ayuda financiera para esto», «Pero
si tú quieres esta ayuda, debes pensar así y debes cumplir esta ley, y esta
otra, y esta otra... »", dio como ejemplo.
"También hoy está la dictadura
del pensamiento único -subrayó el Papa- y esta dictadura es la misma de aquella
gente: toma las piedras para lapidar la libertad de los pueblos, la libertad de
la gente, la libertad de las conciencias, la relación de la gente con Dios. Y
hoy Jesús es crucificado otra vez".
Francisco concluyó que "frente a
esta dictadura", la exhortación del Señor es "la misma de siempre:
vigilar y rezar; no ser tontos, no comprar" cosas "que no sirven y
ser humildes y rezar, para que el Señor nos dé siempre la libertad del corazón
abierto, para recibir su Palabra ¡que es promesa, alegría y alianza!".
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