Por Carlos García S.
En la historia de los referendos revocatorios en Venezuela,
destaca el referendo celebrado para intentar revocar el mandato del entonces
Presidente Hugo Chávez, el 15 de agosto de 2004. El camino que llevó a ese
referendo tiene importantes lecciones para hoy, cuando, doce años después,
muchos venezolanos aspiran a que se celebre otro Referendo Revocatorio
presidencial.
En tres notas, intentaremos
resumir los principales aspectos de esa interesante etapa de la historia
reciente del país.
El Referendo Revocatorio de
2004
y su significado para la historia política contemporánea
y su significado para la historia política contemporánea
Si se quiere, el Referendo
Revocatorio de 2004 fue el fin de una parte de la historia política
contemporánea. Concretamente, supuso el fin de una etapa de fuerte
conflictividad que comenzó hacia finales de 2001, cuando el entonces presidente
Chávez dictó 49 Decretos-Leyes que fueron rechazados por buena parte de la
sociedad venezolana. En el camino, sucedieron los eventos de abril de 2002 y el
“paro cívico nacional” de finales de 2002 y principios de 2003.
Ese referendo fue un punto
de inflexión en la política contemporánea del país, en la medida en la que
supuso una relegitimación política para el entonces Presidente. Sobre esa base,
entre otras, se apoyó la profundización del proyecto político durante los años
siguientes. Los eventos políticos ocurridos antes, durante y después de ese
referendo configuraron en gran medida la dinámica política, social y económica
del país.
Para la oposición al
entonces Presidente Chávez, el resultado del Referendo Revocatorio fue un revés
muy significativo. Lo que parecía una vía segura para el cambio del rumbo
político del país, fue instrumentalizado por el oficialismo como una ocasión
para recuperar su popularidad, mejorar su imagen ante la comunidad
internacional, y también para minar el piso político de la oposición.
La clave alrededor de la
cual giró esa estrategia del oficialismo fue “moldear” hábilmente el desarrollo
institucional del proceso revocatorio, para convertirlo en la victoria política
que terminó resultando. No se olvide que, incluso, el oficialismo logró
canalizar la discusión política, precisamente, a la realización del Referendo
Revocatorio, lo cual implicó que la oposición se concentrara única y
exclusivamente en la celebración de ese referendo, que luego terminó como un
fracaso político. Si usted quiere seguir con detalle cómo se implementó esa
estrategia, no dude en leer el enjundioso trabajo de Miguel Ángel Martínez
Meucci, Apaciguamiento: el Referéndum Revocatorio y la consolidación de la
Revolución Bolivariana, Editorial Alfa, Caracas, 2012.
El Referendo Revocatorio
y la observación internacional
y la observación internacional
Durante todo el proceso del
Referendo Revocatorio de 2004, la comunidad internacional estuvo al tanto de
los acontecimientos. Particularmente atentos estuvieron la OEA, a través de su
Secretario General, César Gaviria, y el Centro Carter. También influenciaría
sobre la celebración del proceso el denominado “Grupo de Amigos”: conjunto de
países que se comprometieron a apoyar en la solución electoral del conflicto
venezolano. De hecho, de alguna manera, el Referendo Revocatorio se celebra en
parte por la presión ejercida por estos actores.
Sin embargo, la presencia de
factores de la comunidad internacional no es una condición suficiente para un
desarrollo más o menos democrático de un proceso de Referendo Revocatorio. De
hecho, el informe que rindió Gaviria al dar por concluida la misión de la OEA y
el Centro Carter luego de celebrado ese referendo de 2004, refleja con cierta
amargura su relativa impotencia para los frenar abusos institucionales. En
efecto, como recoge Martínez Meucci, la
opinión de Gaviria sobre el sistema electoral venezolano alertaría sobre el
“excesivo espacio para diferentes interpretaciones de las normas (por lo que
debería) restructurarse en su totalidad de forma que provea agilidad, rapidez y
transparencia y confiabilidad. Ello implicaría simplificar en la mayor medida
posible los procedimientos, manteniendo las garantías que permitan un proceso
transparente, verificable e incluyente”.
En su Informe
Integral: Observación del Referendo Revocatorio Presidencial en Venezuela, el
Centro Carter hace un balance general sobre lo observado en el proceso de
Referendo Revocatorio de 2004:
“El Referendo Revocatorio
presidencial fue un evento electoral novedoso para Venezuela. Tal como lo
describiremos a continuación, el proceso se vio afectado por irregularidades,
demoras, politización e intimidación. De cualquier manera, consideramos que es
importante distinguir entre irregularidades y acciones fraudulentas que pueden
cambiar el resultado de un proceso. La conclusión del Centro Carter es que el
resultado oficial refleja la voluntad del electorado venezolano expresado el 15
de agosto del 2004”
El antecedente inmediato:
el Referendo Consultivo
el Referendo Consultivo
Antes de plantearse ante la
opinión pública la posibilidad de realizar un Referendo Revocatorio, las
fuerzas que se oponían al gobierno del Presidente Chávez habían formulado la
iniciativa de un “referéndum consultivo”, previsto en el Artículo 71 de la
Constitución, cuyo objeto era consultar a los ciudadanos si estaban o no “de
acuerdo con solicitar al Presidente de la República Ciudadano Hugo Rafael
Chávez Frías la renuncia voluntaria a su cargo”. La solicitud de ese referendo
consultivo había sido aprobada por el CNE a través de la Resolución N°
021203-457 del 3 de diciembre de 2002, y debía celebrarse el 2 de febrero de
2003.
Sin embargo, un grupo de
diputados impugnó esa Resolución ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de
Justicia, junto con algunos actos dictados por el CNE en noviembre de 2002.
Como resultado de esa impugnación, fue dictada la Sentencia N° 3 de 22 de enero
de 2003, casoDarío Vivas y otros, en la cual la Sala Electoral decidió, entre
otros aspectos, suspender los efectos de la Resolución N° 021203-457 del 3 de
diciembre de 2002, que había aprobado la solicitud del referendo consultivo.
Es decir, la Sala Electoral
decidió suspender la celebración del referendo consultivo que el CNE había
aprobado, para que los ciudadanos se pronunciaran sobre si deseaban o no la
renuncia del entonces Presidente Chávez.
El Referendo Revocatorio
como uno de los acuerdos
entre el oficialismo y la Coordinadora Democrática
entre el oficialismo y la Coordinadora Democrática
Descartada la opción del
referendo consultivo como consecuencia de la Sentencia de la Sala Electoral que
lo suspendió, se planteó entonces entre las fuerzas opositoras la figura del
Referendo Revocatorio, prevista en el Artículo 72 de la Constitución.
En efecto, el 29 de mayo de
2003, casi tres meses después de la fecha en la que se debió haber realizado el
referendo consultivo, se suscribe el “Acuerdo entre la representación del
Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y los Factores Políticos y
Sociales que lo apoyan y la Coordinadora Democrática y las Organizaciones
Políticas y de la Sociedad Civil que la conforman”, que daría fin a las
actividades de la “Mesa de Negociación y Acuerdos”. En el Numeral 12 de ese
“Acuerdo” se dijo:
“12.- Las partes, en
cumplimiento del objetivo establecido en la Síntesis Operativa para buscar
acuerdos con el fin de contribuir a la solución de la crisis del país por la
vía electoral, coincidimos en que dicha solución se logra con la aplicación del
Artículo 72 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el
que se prevé la eventual celebración de referendos revocatorios del mandato de
todos los cargos y magistraturas de elección popular que han arribado a la mitad
del período para el cual fueron elegidos (Gobernadores, Alcaldes, Legisladores
Regionales y Diputados a la Asamblea Nacional), o arribarán a dicha mitad en el
transcurso de este año, como es el caso del Presidente de la República conforme
a la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia del 13 de febrero del 2003.
Tales referendos, incluyendo los ya solicitados y los que se solicitaren en
adelante, serán posibles si son formalmente requeridos por el número exigido de
electores y se aprueban por el nuevo Consejo Nacional Electoral, una vez que se
establezca que se han cumplido los requisitos constitucionales y legales”
A pesar de ese compromiso,
como se verá en estas notas, el Referendo Revocatorio del Presidente de la
República no se celebraría sino el 15 de agosto del año siguiente, es decir,
más de catorce meses después.
En ese sentido, es clave
anotar la explicación que daría el mismo Presidente Chávez, reseñada por
Martínez Meucci (página 175):
“Ustedes deben recordar que,
producto del golpe y todo el desgaste aquel, la ingobernabilidad que llegó a un
grado alto, la crisis económica, nuestros propios errores, hubo un momento en
el cual nosotros estuvimos parejitos, o cuidado si por debajo. Hay una
encuestadora internacional recomendada por un amigo que vino a mitad de 2003,
pasó como dos meses aquí y fueron a Palacio y me dieron la noticia bomba:
´Presidente, si el referéndum fuera ahorita usted lo perdería´. Yo recuerdo que
aquella noche para mí fue una bomba aquello, porque ustedes saben que mucha gente
no le dice a uno las cosas, sino que se las matiza. Eso es malo. ´No, estamos
bien, estamos sobrados´. Entonces fue cuando empezamos a trabajar con las
misiones, diseñamos aquí la primera y empecé a pedirle apoyo a Fidel”
27-09-16
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