Por PROVEA
“En Venezuela existe una
política de gobierno de promover y practicar la discriminación política. Ser
disidente tiene sus consecuencias y riesgos”
Carlos Díaz es un trabajador
de la empresa estatal Televisora Venezolana Social (TVES) creada por el
gobierno con los equipos que confiscó a la televisora RCTV. El junto a otros
compañeros intentaron crear una organización sindical. La respuesta de la
empresa fue despedirlos no respetando el fuero sindical que protege a quienes
están en proceso de constituir un sindicato.
Orangel Palma es un
sindicalista de la empresa Siderúrgica del Orinoco, un de las empresas
metalmecánicas más grandes de América. Organizó varias protestas exigiendo el
cumplimiento de la convención colectiva y ha sido públicamente una voz crítica
a la gestión de gobierno en esa empresa. Fue despedido.
Haydee Arvelaiz era una
trabajadora del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y
Tributaria (SENIAT) por atreverse a firmar para que se activara el revocatorio
del mandato presidencial fue despedida. Junto a ella 200 trabajadores y
trabajadoras a nivel nacional.
Braulio jatar es un
periodista director del portal informativo Reporte Confidencial. A través del
portal difundió vídeos enviados por la comunidad de Villa Rosa en el estado
Nueva Esparta donde se veía como muchas personas humildes tocaban cacerolas
contra el presidente Nicolás Maduro quien visitó ese sector popular. Por
difundir tales vídeos fue detenido por el Servicio Bolivariano de Inteligencia
Nacional (SEBIN). A pesar que las más de 20 personas detenidas por tocar
cacerolas fueron puestas en libertad 16 horas después, al periodista se le dejó
encarcelado.
El 01 de septiembre de 2016
se organizó una manifestación convocada por partidos de oposición y
organizaciones sociales. El Alcalde de Caracas Jorge Rodríguez reiteró que en
el Municipio Libertador no se permitían las manifestaciones críticas al
gobierno, que era un territorio libre de fascismo.
En Venezuela existe una
política de gobierno de promover y practicar la discriminación política. Ser
disidente tiene sus consecuencias y riesgos. Además de los despidos que se
multiplican a lo largo y ancho del país de aquellas personas que perteneciendo
a la administración pública expresan su simpatía con el proceso revocatorio, se
despide a personal de empresas que se atreve a expresar de manera pública su
simpatía por opciones políticas distintas a los partidos de la alianza
gubernamental. Junto a ello se usan los organismos policiales para perseguir y
detener disidentes.
El Mayor General Luis Motta
Domínguez, Ministro del Poder Popular para Energía Eléctrica y presidente de la
Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), expresó en diciembre de 2015 que
“hoy me voy a radicalizar más que nunca y todo el que sea escuálido (opositor)
fuera de la corporación, fuera de la corporación”
El para entonces ministro de
Vivienda Ricardo Molina hoy Ministro de Transporte expresó: “Me importa en
absoluto lo que dicen las normas laborales (…) Al personal que
forma parte de nuestras instituciones que políticamente esté en
la acera del frente cero beligerancia, yo no acepto que nadie venga
hablar mal de la Revolución, que nadie critique a Nicolás, no acepto
militantes de partidos fascistas”
El presidente de la
República Nicolás Maduró expresó el 03.09.2016 al felicitar la graduación de un
grupo de policías del denominado Comando Antiterrorista del Sebin expresó:
“Vayan desde ya a obtener victorias… en Venezuela el terrorismo tiene nombre y
apellido, son estos grupos parásitos, vende patria de la derecha…”
En ese mismo saludo
indicó “A la violencia y el terrorismo se le debe golpear antes de que
actúen… nuestra mayor victoria es un golpe preventivo, neutralizarlos,
desconfigurarlos, desarmarlos, desarticularlos, abatirlos, antes de que actúen
los terroristas (…)” En una evidente apología al odio y a la realización
de ejecuciones extrajudiciales, el enemigo a derrotar según el Presidente son
los grupos de la derecha.
Con tal discurso ante
funcionarios del principal organismo de represión política en Venezuela, puede
comprenderse el riesgo de ser identificado en Venezuela un activista político
de la derecha… que para el gobierno puede ser un líder sindical, estudiantil,
un activista de derechos humanos o un líder político de oposición.
Todo parece indicar que en
Venezuela se continuará con las políticas de discriminación política y de
persecución a quienes expresen opiniones que cuestionen la gestión de gobierno.
A pesar de los riesgos
nuestro deber es mostrar la realidad al mundo y reivindicar la vigencia de los
derechos humanos.
“Los venezolanos en el
exterior pueden hacer mucho por los Derechos Humanos en nuestro país: Invítalos
a que se suscriban gratuitamente a este boletín en el siguiente
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20-09-16
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