Por Froilán Barrios Nieves
El momento crucial que
atraviesa nuestro país determina posiciones firmes ante un Poder Ejecutivo, que
doblega, arrodilla y arrastra a quienes deciden entregarse incondicionalmente
por las mieles del poder, de ello presenciamos numerosos casos vergonzantes,
como la actitud descarada y canallesca de las rectoras del CNE, cuya única
virtud es despertar las fibras democráticas de la población venezolana. Si
alguien tenía dudas en cualquier rincón del país sobre supuesto profesionalismo
o imparcialidad de estas funcionarias, hoy la han disipado, con su
interpretación tragicómica del artículo 72, donde solicitan hasta cuatro dedos
para verificar al firmante.
Es tiempo de enfrentar al
régimen dictatorial en el mismo terreno de la provocación que ha impuesto para
recoger las firmas, y ahuyentar al ciudadano, desmoralizarlo, para que
resignado se entregue ante el poder omnipotente de un presidente y un gabinete
del terror que ha sumido a la población en la miseria y la ruina absoluta.
Este es el punto de partida
de sindicatos y gremios, que han organizado a escala nacional y regional, como
es el caso del estado Zulia, el Comando Sindical y Gremial por el Revocatorio,
con el compromiso de aportar desde los trabajadores el apoyo en centenas de
miles de firmas, con la orientación de tener razones de mucho peso para invocar
este revocatorio, sobre todo, razones laborales, ligadas estrechamente a cada
uno de los sindicatos y gremios aquí representados, aunadas a todas aquellas
que como personas, como ciudadanos, determinan el derecho de querer salir de
este régimen oprobioso que ha causado tanto daño al país.
Para sindicatos y gremios es
decisivo revocar la injerencia del régimen en los procesos electorales de los
sindicatos y gremios profesionales, las constantes y reiteradas violaciones de
los derechos constitucionales, legales y contractuales del trabajador, los
incumplimientos de los beneficios contractuales, que según nuestra carta magna
son irrenunciables, la intromisión en las discusiones de las convenciones
colectivas, imponiendo sus criterios, escudándose en los sindicatos y
federaciones patronales, o simplemente homologando convenciones sin obedecer
las leyes establecidas, donde se violenta el derecho de la progresividad de los
beneficios, o sencillamente, no se discuten contratos colectivos sino que,
unilateralmente, el patrono decide cómo y cuándo darle algún beneficio al
trabajador.
Por tanto, el objetivo es
revocar a un presidente que humilla y obliga a funcionarios públicos, a
trabajadores de empresas del Estado a asistir a sus marchas y fastidiosas
cadenas, donde se jacta de despedir a miles de funcionarios públicos que
participaron en el primer firmazo en junio pasado, dejando sin seguridad social
a familiares enfermos.
Esto amerita declararse en
emergencia, no perder tiempo en especulaciones y abordar esta gran oportunidad
para fortalecer al movimiento sindical y gremial de la minusvalía que todos
conocemos y reconquistar la democracia perdida. Esta decisión de firmar los
días 26, 27 y 28 de octubre será promovida en toda la geografía nacional.
05-10-16
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