Por Jesús Alexis González, 21/11/2016
El término distracción,
emana del verbo “distrahere” compuesto de dos partes: “dis” que es sinónimo de “separación”
y “trahere” que significa “arrastrar”; por tanto hace referencia
a la acción de apartar adrede la
atención de alguien de aquello a la cual debía aplicarla derivando hacia un nuevo punto de “interés”. Penuria,
por su parte, es la escasez o carencia de las cosas esenciales indispensables para una vida digna, al punto que conceptos como privación, insuficiencia,
pobreza, indigencia, entre otros, están asociados a la noción de penuria.
Resulta marcadamente obvia, la contradicción entre lo
que “dice” y lo que “hace” tanto el Gobierno como la MUD en
relación a la crisis socioeconómica y de
inestabilidad institucional que experimenta la Venezuela del presente, al
punto de no entrar a profundizar en lo más mínimo sobre las debilidades del
modelo político hasta orientar su atención a la instrumentación de una
estrategia centrada en la búsqueda de “ganar tiempo”,al margen de una
integración con la jerarquía de esperanzas contenidas por una gran mayoría
ciudadana a tenor de la actuación de
ambos de forma aislada o cooperativa. Es así que en tal escenario, el Gobierno, por su lado, pretende evitar a toda costa un
referendo revocatorio del mandato presidencial en 2016 (como en efecto lo está
logrando) cuyo resultado (de acuerdo a estimaciones) obligaría a la
convocatoria de una elección presidencial donde, supuestamente, igualmente
saldrían derrotados aun con la efímera posibilidad de un rebote del precio
promedio de nuestro crudo y de un retorno al “populismo socialista”, con el
agravante (para ellos y fortuna para el resto) de darse inicio al fin de la era chavista (o de un potencial retorno a
muy largo plazo). La MUD, por su
parte, está (a nuestro parecer) “protegiendo”
el hilo constitucional cara a la ¡elección
presidencial en 2018!(que a visión del presente será el evento) al extremo
de coordinar su desenvolvimiento en el marco de una “sanidad pre-electoral” que les facilite la escogencia de un candidato de unidad para elevar las
posibilidades de triunfo ante un contrario
disminuido pero no acabado, que contará con su cinismo de democracia “anticonstitucional”, con la subordinación de
los Poderes Públicos (con obvia excepción de la AN), con cuantiosas “finanzas
de origen diversos”, ausencia de escrúpulos y mucho más.
En tan indeseable ambiente de ganar tiempo, pero tácticamentevalida en el acontecer político-partidista,
apuntalado por un gradualismo enfocado
casi exclusivamente en un aparente
dialogo por la paz en aras de evitar efectos sociales negativos, se destaca
la incapacidad de los lideres para mostrar un propósito complementario a
“esperar” que con un nuevo Presidente surgido o bien de un RRP 2016 (expresión
de optimismo) o de unas elecciones democráticamente libres (otra expresión de
optimismo) se aclararán y resolverán las
“cosas”, y que en el ínterin debemos “aprender” a soportar la situación
nacional por muy angustiosa que sea a
la espera de una panacea que nunca llega
hasta soslayar una verdad incontrovertible: ¡el pueblo no soporta más tiempo!; y por tanto los problemas deben
abordarse de inmediato y pasar a la acción ¡¡ya!!
No es por casualidad, que una mayoría poblacional estuvo
y está dispuesta a marchar hacia el
“suicidio”(entendido como una “conducta muy imprudente que puede provocar
la muerte a quien la realiza”)tal como en efecto sucedió recientemente el
viernes 26 de Octubre con la participación de más de 1.200.000 personas que en
alto porcentaje deseaba ir a Miraflores
como sede del Gobierno y como esperaba hacerlo de nuevo el jueves 03 de
Noviembre una millonada de indignados y arrech….en una marcha de paz para acompañar a la Junta Directiva de la AN para
hacerle formal entrega al Presidente de la Resolución del Poder Legislativo
(equivalente a una “carta de despido”) mediante la cual se declaró su responsabilidad política y el abandono del cargo, al
tiempo de exigir la restitución del hilo Constitucional fracturado por N.
Maduro y muy especialmente la restitución
del referendo revocatorio presidencial en 2016, todo ello en un contexto de continuidad de la presión y
lucha de calle que sin llegar al “suicidio”
resulta más apropiado que esperar
sentados pacientemente la “muerte” por hambre, por ausencia de medicamentos y
por la violencia.
Es así, que del panorama de penuria venezolana que se intenta distraerpodemos resaltar los siguientes aspectos: (1) Con el salario integral a Noviembre 2016 ubicado en Bs 90.811 (Bs 27.091 de salario mínimo y Bs 63.720 de ticket de
alimentación) la familia puede adquirir apenas el 21,1% de la canasta alimentaria (Bs 429.626,08), la cual aumentó en
un 515% el último año y un 6,0% en
un mes; (2) La hiperinflación, que según la ortodoxia económica se alcanza cuando
la inflación supera el 50% mensual, en nuestro caso dicha tasa supera el 60%; (3)
La economía ha experimentado una contracción
del PIB superior al 20% con un 5,7% en 2015 y un estimado del 10% para
2017; (4) Un déficit fiscal superior
al 15% del PIB; (5) Una “fuga” de divisas por un monto superior a $ 300.000 millones; (6) Deuda neta de PDVSA con el BCV por
encima de los Bs 3 millones de millones,
generada para la emisión de dinero inorgánico; (7)Más de la mitad de la fuerza de trabajo está ubicada en el sector informal de la economía; (8)Un 80% de la población se encuentra en situación de pobreza con obvio cuadro de desnutrición en un escenario con un 25% en condición de pobreza extrema;
(9) Más del 90% de los productos de la canasta básica están escasos; (10) La oferta doméstica tiene un alto componente importadocuyos precios
son inalcanzables para la mayoría de la población; (11)La inflación acumulada
de “productos regulados” supera el 400%
y la de los “no regulados” el 1.000%; (12)La cifra de fallecidos
por muertes violentas en 2015, se ubicó en 27.875 (unas 77 diariamente)hasta situarnos como el país más violento de América. Es de
recordar, que en el año 1999 al momento
de arribar el chavismo al poder, se mataban unas 4.500 personas anualmente (unas 12 diariamente); para un incremento
del 542%.
Reflexión
final: El chantaje emocional, asumido como una forma de control que recurre a la culpa o el miedo para conseguir
que otra persona actúe de acuerdo a unos intereses que van en favor de quien hace el chantaje; que para el caso
venezolano se aplica tanto por el lado del Gobierno:
“nadie se para de la mesa de diálogo”, como desde el Bloque Opositor: “opinar contra la MUD es oxigenar al oficialismo”;
en ningún caso reconocen que uno se está
hundiendo y el otro está flotando por el peso que ejerce el pueblo, al cual
están empujando hacia el apoliticismo y
el antipartidismo hasta favorecer una potencial continuidad de este nefasto
“Gobierno” por vía electoral apuntalada
por la abstención, ya que increíblemente
todavía cuentan con un 20% de apoyo popular.
Economista Jesús Alexis González
@jesusalexisgon
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