FÉLIX PALAZZI 26 de noviembre de 2016
@FelixPalazzi
La
presencia que le fue solicitada al Vaticano en el llamado proceso de diálogo ha
despertado en algunos sectores de la sociedad venezolana y en algunos medios de
comunicación social, una cierta sospecha sobre el Papa Francisco. Lo han
llegado a catalogar como pro-comunista. Este hecho se agrava aún más cuando se
confunden o ignoran elementos doctrinales de la fe, como el dogma de la
“infalibilidad papal”, o cuando se tienen ideas vagas acerca de la historia y
los contenidos de la teología en América Latina. Se llega incluso a confundir
lo que ha sido el desarrollo y el aporte de la “teología de la liberación” y se
le limita a unos cuantos teólogos, cuando sus grandes contenidos han sido
asumidos por las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano desde
Medellín en 1968 hasta Aparecida en el 2007.
Para
muchos críticos el Papa Francisco es una especie de Che Guevara que logró
infiltrarse en el Colegio Cardenalicio durante años y en su ancianidad alcanzó
el papado para emprender una revolución. Evidentemente no todos se acercan a
semejantes posiciones, pero sí hay quienes en verdad esperan que Francisco
cambie el “amén” bíblico por un “hasta la victoria siempre”.
El
dogma de la infalibilidad papal fue proclamado en 1870 por el Concilio Vaticano
I y definido en los siguientes términos: “el Romano Pontífice, cuando habla ex
cathedra (= con autoridad), esto es, cuando en el ejercicio de su oficio de
pastor y maestro de todos los cristianos, en virtud de su suprema autoridad
apostólica, define una doctrina de fe o costumbres como que debe ser sostenida
por toda la Iglesia, posee, por la asistencia divina que le fue prometida en el
bienaventurado Pedro”. No toda palabra que sale de la boca del obispo de Roma
es infalible, libre de error. Los Papas pueden equivocarse cuando dan su
opinión o expresan su parecer personal sobre alguna situación concreta. Por
ello, cuando hablan “ex cathedra” lo hacen en nombre de la Iglesia Universal.
No es su opinión o su forma de pensar o ver las cosas. Nunca se ha entendido a
la infalibilidad en el ámbito católico como un atributo personal. Mucho
podríamos seguir hablando de los niveles del magisterio del obispo de Roma y
subrayar otros elementos de la definición dogmática. Pero basta, en nuestro
contexto actual, afirmar que dicho dogma delimita muy claramente su objeto a la
“doctrina de la fe o las costumbres”.
Declaraciones
Otro
error frecuente al referirse a Francisco es el de identificarlo con una especie
de cura guerrillero equiparable a Camilo Torres. Como bien dice el dicho: “en
la obscuridad todos los gatos son pardos”. Quienes catalogan negativamente a la
teología de la liberación se olvidan de las dos declaraciones emitidas por la
Congregación de la Doctrina de la Fe respecto a la teología y las teologías de
la liberación. Pero para que la ignorancia sea más evidente y hacer que la
noche sea más oscura, se omite que Argentina y Chile, al estar al sur del
continente y con procesos sociopolíticos distintos, desarrollaron su propia forma
de hacer teología expresada en la “teología del pueblo”.
En
repetidas ocasiones el mismo Papa se ha distanciado de la ideología comunista.
De hecho, ha nombrado cardenal a un párroco torturado por el comunismo y ha
canonizado a mártires producto de ese sistema. Pero evidentemente le ocurre
algo similar que al obispo de Brasil, Helder Camara, quien dijo: “cuando doy de
comer a los pobres dicen que soy un santo, pero si pregunto por qué existen,
entonces dicen que soy comunista”.
Félix
Palazzi
Doctor en Teología
felixpalazzi@hotmail.com
@FelixPalazzi
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