Sebastián Boccanegra 17 de febrero de 2021
Rodrigo Cabezas le escribió una larga carta a la
izquierda democrática del mundo en la que termina diciendo que el proyecto
político que inició Hugo Chávez y hoy lidera Nicolás Maduro es un descomunal
fraude. Hubo quienes lo supimos desde el primer día, otros tardaron demasiado
tiempo en darse cuenta.
Las palabras de Cabezas no le dicen nada nuevo a los
venezolanos. Todos sabemos el estado del país como consecuencia de la pésima
administración y de la mucha corrupción que existe en el estamento gubernamental
venezolano. Tal vez alguno de quienes en el mundo lean la carta abra los ojos y
empiece a darse cuenta de la estafa que es el socialismo chavista.
Hay algo que nos llama la atención de lo escrito por
Cabezas. Dice, refiriéndose a la política económica, “que no sabían que no
sabían” y en esto no estamos de acuerdo con quien fuera ministro de Finanzas de
Hugo Chávez. Creemos todo lo contrario, sí sabían que sabían lo que estaban
haciendo y lo hicieron con premeditación y alevosía.
Sí sabían que expropiar empresas, que destruir el
sector privado, solo genera pobreza. La experiencia mundial así lo demuestra.
Sí sabían que la sobrevaluación de la moneda y el control de cambio les
permitía hacer grandes negocios, que hicieron, para su beneficio personal. Sí
sabían que colocar a personas sin capacidad para ciertos cargos tendría graves
consecuencias para las empresas o entes gubernamentales en los que ejercieran
su trabajo.
El desastre de Pdvsa se explica, en buena parte, por
las designaciones que hicieron en su directiva. Nombrar a un general de
presidente de esa corporación, donde demostró que no sabía nada del negocio
petrolero no puede ser casualidad. Sabían para qué lo hacían. Lo mismo se
aplica para las empresas de Guayana.
Cualquier persona medianamente informada sabe que
emitir dinero sin respaldo genera inflación, que un banco central debe ser
manejado por personas capaces, pero también sabían que colocar en esas
posiciones a gente que solo acata órdenes les generaba mayores beneficios
particulares.
Existe un Tribunal Supremo de Justicia totalmente
obediente al Ejecutivo, como afirma Cabezas, y también sabían para qué lo
hacían. Eso explica que no haya tomado ni una sola decisión contraria a los
deseos de Maduro y sus compinches. Por cierto, ese tribunal es servil con
Miraflores desde mucho antes de 2014.
La experiencia mundial les decía que el socialismo
autoritario solo conduce al fracaso, que no tiene ni un solo éxito en los
cuatro continentes donde se ha puesto en práctica. Sabían cuál era el
resultado. No pueden alegar que el fracaso en todo el mundo era responsabilidad
de quienes lo llevaron a la práctica y no del modelo.
Ahora saben que para mantenerse en el poder tienen que
imponerse por la fuerza y el terror. Sabían que así ha ocurrido en todas partes
y aplican el mismo formato. Ya no es una alianza cívico-militar, ahora le
agregan a esa entente el componente policial. Nada nuevo bajo el sol. La represión,
la censura, la violación a los derechos humanos se convirtió en algo normal en
Venezuela, como ha ocurrido en todas las demás experiencias que inspiran a
Maduro y sus compinches.
En todo caso, nos parece positivo que Rodrigo Cabezas
le escriba a la izquierda del mundo exponiendo sus verdades y desnudando a los
farsantes que gobiernan a Venezuela. Rodrigo, como decía Kotepa Delgado, sigue
escribiendo que algo queda.
Sebastián Boccanegra
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