Ángel Sastre 21 de febrero de 2021
@AngelMSastre
Con
el aislamiento social preventivo y obligatorio en Argentina, un gran
número de venezolanos, sufrieron la pérdida de sus empleos.
Durante los primeros meses de la pandemia
de COVID-19 en Argentina, las aplicaciones de entrega a domicilio se
transformaron prácticamente en la única opción de ventas para determinados
comercios y restaurantes, así como una alternativa idónea para los clientes, y
una oportunidad de generar ingresos para muchos venezolanos que en medio de la
crisis generada por el coronavirus perdieron sus empleos o principales fuentes
de ingresos.
Pero mucho antes de la pandemia, el trabajo como
repartidor ya era común dentro de la comunidad venezolana, sobre todo, entre
quienes contaban con poco tiempo en Argentina o buscaban generar un ingreso
extra.
Sin embargo, con el decreto de aislamiento social
preventivo y obligatorio, un gran número de venezolanos, sufrieron la
pérdida de sus empleos, y con ello, la merma de su poder económico, por lo que
decidieron sumarse a la lista de repartidores de aplicaciones como Rappi,
Glovo o Wabi.
Tres ejemplos
Jonathan Linares, es un ingeniero civil que llegó hace
dos años a Buenos Aires. Perdió su empleo durante la pandemia, y su hijo de
apenas un año, fue diagnosticado con leucemia en septiembre del año pasado.
Tanto Jonathan como su esposa Xiomara, se encuentran
solos en Argentina. La pareja ha dedicado todos sus esfuerzos en solventar los
gastos del tratamiento de su hijo Matías, por lo que crearon la
cuenta @TodoSumaParaMatias, en redes sociales, con el fin de conseguir
ayuda.
Siendo el único sustento de su hogar, Linares día tras
día pedalea por el bienestar de su familia.
"Es una etapa como para superarla y hay ciertas
tareas que como la del delivery (repartidor) que nos permite aguantar un poco
la situación y que son abiertas a muchos venezolanos, la verdad lo veo como una
opción muy buena y que nos permite salir adelante", dijo Linares a la VOA.
Oneyde Puentes, es un joven y aventajado director
musical, quien tuvo que recurrir temporalmente a la bicicleta, para poder
sostenerse a sí mismo y ayudar a su familia en Venezuela. Historias como la
suya y la de otros venezolanos como Andreina Hoffmann y Yexxica Díaz, abundan
entre quienes a pesar de la adversidad, han decidido salir adelante,
pedaleado por un mejor futuro para ellos y sus seres queridos.
"Es fuerte porque en Venezuela solo hacía música,
y llegar acá, hacer otras cosas y pedalear fue bastante fuerte. No hacer música
me ha pegado demasiado, lo que es no ensayar, no compartir, no cantar, eso ha
sido bastante fuerte (porque) estudié y viví para eso.
"El delivery es lo que me ha
permitido estar hasta ahora", dijo en alusión a su sostenimiento y al
apoyo de su familia en Venezuela.
Yaxxica Díaz, corrió en principio con menos suerte,
después que repartiendo le robaron su celular y la bicicleta en un barrio de
Buenos Aires. El video del atraco se hizo viral y consiguió de manos solidarias
tener de vuelta estos objetos básicos para seguir adelante.
"Gracias a Dios y a las redes sociales y a muchas
personas que todavía somos más buenos que malos (...) conseguí seguir
trabajando", dijo. "Solo (haciendo) delivery porque ningún empleo te
lo dan si no tienes un buen curriculum o un postgrado terminado".
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