Lester Toledo 14 de febrero de 2021
@LesterToledo
Qué
doloroso nos resulta ver esas imágenes de hermanos venezolanos cabizbajos,
temerosos y con el alma desgarrada, caminando hacia un avión que forzosamente
los devolvería al país del que huyeron.
Deportados, argumentan las autoridades chilenas, por
haber ingresado de forma ilegal a su país. Somos respetuosos de las leyes, y
respetamos las normas migratorias de cada región, pero ante este hecho, considerando
la cruel realidad que se vive en Venezuela, y el riesgo que correrían estos
hermanos retornados, no puedo sino condenar esta decisión, por cruel, injusta e
inhumana.
Es inhumana por el hecho de que muchos de esos
venezolanos que iban en el más doloroso silencio a bordo de ese avión; cuando
partieron de Venezuela, lo hicieron con lo que apenas cabía en su morral,
muchos de ellos con documentos vencidos, por la seria dificultad que representa
en el país obtener la renovación de su cédula y el pasaporte, sin hablar del
tiempo y costos de tales trámites; otros, sin documentos, porque en el trayecto
a Chile, les fueron robados.
Esa es la verdad de la mayoría de los venezolanos que
hoy, usted amigo Piñera, ha decidido deportar y entregar a su verdugo.
Los venezolanos que han huido de su país, no lo hacen
para hacer turismo o por voluntad, ni con un plan, lo hacen urgidos por la
necesidad, buscando un futuro que le fue negado, para salvar sus vidas y la de
sus hijos.
Muchos
de ellos, exponiéndose a grandes riesgos, cruzaron fronteras a pie, caminando
kilómetros y kilómetros, atravesando páramos y desiertos, para llegar
esperanzados a un país que hoy, lamentablemente, ordena su peligroso retorno.
¿No cree usted amigo Piñera que la deportación es un acto inhumano, cruel y
criminal?.
Como venezolano y amigo, le pido que reconsidere esta
medida. No pedimos otra cosa que humanidad y justicia. Medidas humanitarias y
amparo a estos hermanos venezolanos que son refugiados y gente de bien, sin
antecedentes, y justicia para aquellos que delinquen.
Deportarlos de esta forma es entregarlos a Nicolás
Maduro, su verdugo. Expulsar a ciudadanos vulnerables y sin antecedentes, es
negarles toda posibilidad de recuperar su vida.
Ojalá presidente Piñera pueda reconsiderar esta medida
y seguir el buen ejemplo que dio al mundo nuestro amigo común y su homólogo,
Iván Duque, presidente de Colombia.
Detenga las deportaciones, ponga fin a este doloroso
retorno de desplazados venezolanos, porque en Venezuela sólo les esperará la
miseria, la enfermedad y la muerte de la cual ya huyeron.
Y considere que estas acciones que hoy condenamos, no
frenan el deslave humano que a diario cruza y seguirá cruzando las fronteras.
Son seres humanos movidos por la desesperación y el miedo, que buscan
protección y amparo, no deportaciones, xenofobia o acciones de odio.
Hoy, más que nunca, Chile y todos los países que han
dado cobijo a venezolanos, deben ser solidarios y concederles el estatus de
refugiados.
A usted, presidente Sebastián Piñera, a todos sus
funcionarios de gobierno, y al pueblo chileno, le pedimos poner fin a estas
deportaciones injustas y reconsiderar el trato que se está dando a nuestros
hermanos venezolanos.
Lester Toledo
@LesterToledo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico