Fabiana Rondón 19 de febrero de 2021
@RondonnFabiana
La
joven es una de las aprendices en Maestros de la Costura. Conversó con VOA acerca
de cómo logró entrar al programa y de todo lo que tuvo que superar para llegar
a España.
Yelimar Moreno creció entre hilos y agujas. Desde muy
pequeña esta joven venezolana se interesó por el arte del bordado gracias a su
madre, quien se desempeñaba como costurera. Lo que jamás pensó en aquel
entonces, según comenta, era que ese pasatiempo que aprendió en su infancia la
llevaría a participar en uno de los programas televisivos más vistos en España.
“Creo que el amor y las ganas con las que mi mamá cose
han despertado en mí esa pasión por la costura. He tenido el privilegio de
tener una maestra de costura en casa. Coser es lo que realmente quiero hacer”,
afirma en entrevista a la Voz de América.
Moreno es una de las aprendices en Maestros de la
Costura, un espacio donde un grupo de 12 concursantes compite por ser el mejor
costurero. Su resiliencia, optimismo y ganas de salir adelante la han hecho
destacar con la aguja y el dedal.
Un sueño hecho realidad
Mientras aún vivía en Venezuela, Yelimar no se perdía
ningún programa de Maestros de la Costura. “Me imaginaba poder estar algún día
allí, así que cuando vi que abrieron el casting para la cuarta temporada no
dudé en apuntarme. Después de 14.000 inscritos recibí un email donde
pasaba a la fase presencial, la cual hice en Barcelona, así que asistí con toda
la ilusión y quedé”, recuerda.
Para la joven venezolana participar en ese espacio
televisivo es un sueño hecho realidad. Y aunque confiesa que es una mujer
soñadora, reconoce que sabía que era muy difícil poder clasificar en un casting
en el que participaron cerca de 14.000 personas. Más aún cuando no contaba con
experiencia o estudios en el área de la moda y costura. Pero su perseverancia y
la técnicas que aprendió de su madre la hicieron destacar.
De toda el recorrido que ha tenido en Maestros de la
Costura, Moreno cuenta que lo que más le emociona es dejar el nombre de
Venezuela en alto. “Es una gran responsabilidad y a la vez un honor enorme para
mí que vean mi participación como una representación venezolana. Saber que
puedo juntar un rato a los venezolanos que ven el programa y que me escriban
tantas cosas positivas me hacen sentir muy agradecida”, expresa.
Un accidente que cambió sus planes
Cuando Yelimar se define como una mujer resiliente y luchadora
tiene razones de sobra para hacerlo. Uno de los principales es que luego de
sufrir un accidente automovilístico y perder una de sus piernas, jamás se
detuvo, todo lo contrario. Decidió emigrar y luego probar suerte en el programa
español del que era fanática desde hace muchos años.
Fue en noviembre de 2014 cuando ella y su esposo iban
a Caracas, de regreso de una reunión familiar. La joven cuenta que al pasar por
una autopista en el interior del país lanzaron un objeto a la vía que ocasionó
que las llantas del vehículo explotaran
“Perdimos el control completamente. Es una práctica
común de la delincuencia con la finalidad de despojarnos de nuestras
pertenencias. Lamentablemente colisionamos de frente con una columna de un tren
que se encuentra en construcción y sufrimos aparte de las
amputaciones traumáticas, muchas lesiones y fracturas que requirieron de
cirugía, meses de reposo absoluto y muchas horas de rehabilitación”,
recuerda.
Para Yulimar lo más difícil de su recuperación ha sido
caminar de nuevo y cambiar su estilo de vida, adaptarse ante las circunstancias
que ahora debe enfrentar. “Hacer cosas tan sencillas como subir escaleras,
bajar por superficies inclinadas, por ejemplo, me costó muchísimo hacerlo sin
ayuda de muletas o sin apoyarme de alguien”, dice Moreno, quien asegura que su
mayor apoyo en el proceso ha sido su hijo y su esposo.
Luego de aquel episodio, la joven siguió en Venezuela,
pero la falta de atención especial para que una persona con discapacidad haga
una vida normal en el país, la llevó a tomar la decisión de emigrar a España.
“Venezuela, para mí, era como ese lugar del que no te
quieres ir pero en el que sabes que no puedes estar. Tomar la decisión de
emigrar la verdad no fue algo fácil, sobre todo, cuando te detienes a pensar en
que allí dejas todo, familia, amigos, el lugar donde creciste y donde fuiste
tan feliz. Y aún más cuando tienes la certeza de que no sabes cuándo volverás.
Pero la vida misma se trata de eso, de tomar decisiones y ahora mismo vivir en
Venezuela es muy difícil en líneas generales”, manifiesta Moreno.
La decisión de salir de su país natal le ha traído
grandes oportunidades a la joven, ahora sueña con estudiar diseño de moda y
luego crear su propia marca de ropa para trabajar en lo que realmente le apasiona.
A Venezuela le gustaría regresar de visita, aunque por
ahora no cree que las condiciones estén dadas. “En un futuro no muy lejano sí
me gustaría poder ir. La familia y los amigos se extrañan mucho y además quiero
que mi hijo pueda conocer a toda nuestra familia y el país donde nacieron y
crecieron sus padres”, concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico