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lunes, 19 de septiembre de 2016

Carlos Walter: en el país no hay problema de salud más grave que la escasez de alimentos por @CarlosW47141550


Por Vanessa Davies 


Para el exministro de Sanidad y director del Cendes, los organismos internacionales deben entender que en Venezuela, aunque no hay una catástrofe natural ni una guerra, necesita de manera urgente la cooperación externa

La voz cantante de la denuncia sobre la epidemia de malaria en Venezuela la llevaron esta semana dos exministros de Sanidad, y ambos de la segunda gestión de gobierno del presidente Rafael Caldera: José Félix Oletta y Carlos Walter. Ambos exfuncionarios no solo aseguraron que, según cifras oficiales, en Venezuela se han contabilizado 148 mil casos de paludismo en lo que va de 2016, sino que anunciaron que acudirán a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para pedirle que apoye al país en la lucha contra la enfermedad.

En entrevista con Contrapunto, Walter no solo lamenta la expansión de la malaria por el territorio venezolano –al punto de que ya hay casos en los estados Miranda y Vargas- sino que llama la atención acerca de lo que no duda en calificar como el principal problema de salud de la nación: la falta de alimentos. El director del Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV sostiene que el principal problema de salud del país es “el impacto que la escasez que tienen la escasez de alimentos y el alto costo de los alimentos sobre la población, en particular de los niños, porque eso afecta su crecimiento y su desarrollo neurológico”.


El golpe de la imposibilidad de acceder a la comida “no puede medirse únicamente en la desnutrición”, insiste Walter, quien enfatiza que “el daño que causa la escasez es irrecuperable, porque hay alimentos que, si no se reciben en determinadas edades de la vida, se dificulta el desarrollo neurológico”.

-¿Qué alimentos en particular?

-Con la escasez y el problema de los altos costos uno de esos rubros es el de las proteínas. Pero no se trata solo de proteínas, sino también de vitaminas que son componentes importantes de alimentos.

Lo prioritario, en las actuales condiciones de Venezuela, es “atacar el problema de la escasez de alimentos como política de salud, y paralelamente ir atendiendo problemas puntuales”. Es fundamental “garantizar la alimentación a los grupos más vulnerables, que son niños, mujeres embarazadas y adultos mayores”, propone.

-El Gobierno dice que no tiene dinero, que lo sabotean, que no le prestan. ¿Qué hacer ante eso?

-El Gobierno dice eso, pero al mismo tiempo no acepta que hay crisis. Si yo, como Gobierno, acepto que ha crisis, puedo pedir ayuda humanitaria.

Para el exministro de Sanidad, los organismos internacionales deben entender que en Venezuela, aunque no hay una catástrofe natural ni una guerra, continúa la necesidad urgente de cooperación externa. Ante casos como el venezolano los organismos internacionales “debería comenzarse a discutir cómo, también, situaciones generadas por la mala gestión de gobiernos en políticas públicas genera situaciones de escasez que perfectamente pudieran ser catalogadas como crisis humanitaria”, expone.

Con 250 mil casos de malaria, o más, finalizará 2016

Como director del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la UCV, Walter insta a revisar las estadísticas de salud de Venezuela a fin de entender la gravedad de la crisis sanitaria y señala, además, que el Gobierno tiene las cifras pero no quiere divulgarlas. “Parte de la política oficial, no solo en salud, ha sido esconder la información”, reprochó.

Si se toman esos reportes, todo indica que “el sistema de salud en Venezuela está muy mal”, y no solo ello: la tendencia “es a empeorar”. El investigador piensa que ha existido “una política equivocada” porque las actividades oficiales en el sector se hacen, más que por logros en materia técnica, por razones políticas. Caso emblemático, el del paludismo.

                                 
En su criterio como exministro e investigador, es inconcebible que, si las autoridades observan la tendencia al incremento de la malaria, no formulen un proyecto que permita bajar el número de casos y controlar la epidemia. “Hay un problema que podemos decir que es técnico-administrativo”, porque el Ministerio de Salud formula un proyecto de presupuesto que es “un saco de gatos” en el cual coexisten muchas cosas; por ello, el paludismo quedaría en la cola de las prioridades. La lucha contra la malaria está contenida en ese “saco de gatos”, describe. En las actuales condiciones “se necesitaría una gran campaña nacional” contra el paludismo, “que tendría que abarcar varios años”.

La malaria podría cerrar este año con 250 mil casos, calcula Walter, pero podría ser tanto como 350 mil si las condiciones no varían. Es decir, que el país no solo no va a poder cumplir con las metas de erradicación pautadas por organismos internacionales, sino que va a terminar 2016 con lo que el médico no duda en denominar una “megaepidemia”. La decisión de crear la micromisión malaria intentó buscar la asignación de recursos “solo para esta enfermedad”, pero –tal como lo contó- no se cumplieron las metas.


Todas las redes están afectadas por la falta de divisas

La malaria es uno de los problemas que confronta el sistema de salud venezolano, subraya Walter, pero no el único: se deben sumar “la mortalidad materna, la mortalidad infantil y el impacto que tiene la crisis de escasez de alimentos sobre nuestra población, sobre todo la población más joven”. El exministro asevera que Venezuela no tiene “un sistema de salud” sino redes con poca o ninguna coordinación, y puntualiza que hay estados en los cuales las redes están descentralizadas y en otros están centralizadas. La más numerosa “es la que está bajo la coordinación de la misión médica cubana”, como los Centros de Diagnóstico Integral y las Salas de Rehabilitación Integral.

Como si se tratara de un paciente, Walter diagnostica que “todas estas redes de salud, sin excepción, están afectadas por la crisis económica, y en particular, por la crisis de financiamiento, y dentro de ella por la dificultad de acceso a las divisas”. Más de 90% de los insumos son importados y no hay dólares para adquirirlos, acota. “El Ministerio de Salud tiene una campaña, Barrio Adentro 100%. ¿Qué hago yo con tener infraestructura si no tengo adentro el recurso humano ni los insumos? ¿Si no tengo medicamentos? ¿Cómo es posible que no tengamos suero, que es la cuestión más elemental?”, se pregunta.


De acuerdo con Walter, esta crisis es nueva para Venezuela, porque antes había dificultades pero no faltaban las divisas. “Esto no solo está afectando al sector público: también tiene un impacto en el sector privado”, precisa. Lo que no es nuevo es que, en tiempos de emergencia, aumenta la corrupción, refiere, y relata que los medicamentos contra la malaria son entregados gratuitamente por el Estado, pero ya se tiene conocimiento de reventa y “bachaqueo”.

“Los propios pacientes maláricos” del estado Bolívar, narra el director del Cendes, “se están convirtiendo en vendedores por esta razón: me diagnostican malaria; me entregan el tratamiento, que debe ser utilizado de manera continua para que tenga efecto, pero hay pacientes que se lo toman unos días y luego lo venden, porque les pagan con oro”. Además, calcula que no habrá antimaláricos hasta el mes de noviembre, y que mientras tanto el país se mantendrá con donaciones y “pidiendo prestado”. Una acción inmediata que asumirán las organizaciones científicas venezolanas, confirma Walter, es advertirle a la OPS -en la reunión que celebrará próximamente en Washington- que ninguna iniciativa de erradicación de la malaria funcionará si no se atiende el desbordamiento de la enfermedad en Venezuela.





18-09-16

http://contrapunto.com/mobile/noticia/carlos-walter-escasez-y-costo-de-los-alimentos-es-el-principal-problema-de-salud-del-pais-99504/


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