Por Pompeyo Márquez
A medida de que se
profundiza la crisis con “las soluciones” implementadas por Maduro y la cúpula
militar, no encuentran más escapatoria que apelar a la represión más descarada.
Hemos llegado a un momento en que en Venezuela hay más presos políticos que en
Cuba. Los ojos de los demócratas del mundo están posados sobre nuestra Patria,
pendientes de lo que va a suceder en el curso de estos días.
A un pueblo unido no se le
puede “engatusar”. Conversando con unos amigos hacíamos mención a la fórmula de
las tres T para resolver esta crisis: talento, tolerancia y testículos. La hoja
de ruta trazada por la MUD es, en nuestra opinión, el camino correcto. A la
represión se le derrota presentando una plataforma que una a todo el país y con
objetivos muy claros como es el retorno a la democracia, el respeto ala
Constitución, la recuperación del aparato productivo con el respeto de la
propiedad privada y las garantías de una economía mixta, tal como lo pauta la
Constitución vigente: inversión privada, nacional y extranjera, en combinación
con la inversión estatal. Nadie está inventado con esto el agua tibia, ahí
están los ejemplos de numerosos países que han salido de dictaduras, y han
recobrado su soberanía, y salido de la barbarie al progreso, a la modernidad.
Venezuela ha superado
situaciones similares en distintos momentos de su historia. Podemos citar a
finales del siglo XIX el laudo español, cuando daba la impresión de que el país
se hundía. El imperio británico aprovechándose de aquella situación iba a
llegar hasta Upata; en este caso desde un primer momento se declaró írrito el
arrebato del Esequibo. Bien, los venezolanos pudimos salir de trances que se
extendieron incluso hasta un bloqueo por parte de los países acreedores; se dio
el caso de que se habló a comienzos del siglo XX de un gobierno de Unidad y el
mocho Hernández salió de la cárcel para un ministerio.
La sociedad mundial ha
progresado y la tendencia principal de estos últimos años es hacia la
democracia. Por supuesto, en el presente, el terrorismo se ha convertido en el
principal enemigo de la paz, precisamente el 11 de septiembre se recordó el
vandálico hecho de las Torres gemelas, y como dijo el presidente Obama, el
mundo no sucumbirá ante esta amenaza de un enemigo “invisible” que atenta
contra los derechos humanos, contra la vida y la seguridad de ciudadanos de
cualquier parte del mundo.
Los Maduro tienen sus días
contados, en pleno siglo XXI Venezuela no puede vivir en la barbarie, regida
por la “ley de la selva” y es un hecho auspicioso cómo los demócratas del mundo
respaldan la luchas que los venezolanos libramos por la democracia, que no
dudamos en decir que unidos ¡sí se puede restablecer!
18-09-16
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