Por Jesús Alexis González, 10/10/2016
El costo de la canasta
alimentaria (CA) proyectada para finales del 2016, podemos estimarla en Bs 422.000/mes al tiempo que a partir
del 1º de noviembre el salario mínimose
“ajustará” hasta Bs 33.865/mes mientras
que el cesta ticket se ubicará en Bs 72.000/mes hasta conformar un salario integral (SI)de Bs 105.865/mes, de lo cual se desprende
que con dicho SI se podrá cubrir el 25,1%
de la CA configurando un escenario donde el 81% de la población podrá ser calificada como pobre (estimado por
la vía de los ingresos) con el agravante que los estratos sociales menos
favorecidos (D y E) no tendrán acceso a
los alimentos, a la par de una aun llamada clase media que entre 2014-2015 descendió un 35% en conjunto con un
aumento en el número de pobres por
unos 4.791.917 habitantes al extremo
que un organismo Oficial como el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) determinó que para el IS 2015 unos 2.434.034 hogares y unas 12.170.175 personas se encontraban en condición de pobreza a diferencia del año 1997 cuando, según el mismo INE, la cifra era de 11.950.111 personas; hecho que
desenmascara al Gobierno (y genera indignación)en lo atinente a su “victoria sobre la pobreza” habida
cuenta que a pesar de los cuantiosos ingresos petroleros que manejó se produjo
un aumento de la pobreza como
consecuencia del despilfarro y la corrupción.
En la Encuesta
sobre Condiciones de Vida en Venezuela 2015, se señala que un 28% de la población (8,4 millones) se
encontraba en el umbral de pobreza
extrema (sin posibilidad de comprar comida), un 19% (5,7 millones) eran pobres
no extremos, un 34% (10,2
millones) eran nuevos pobres (clase
media que vive en pobreza de ingresos aun
cuando tienen satisfecha sus necesidades
básicas), quedando apenas otro19% como
no pobres. Tan desoladora realidad,
tiende a profundizarse (de mantenerse el Presidente N. Maduro en el poder más
allá del 2016) si nos atenemos tanto a
la visión del Fondo Monetario Internacional (FMI) contenida en su documento Perspectivas de la Economía 2016, donde afirma que Venezuela tendrá el peor desempeño
económico entre ¡190 países! con una contracción superior al 10%, una inflación cercana al 800% y una potencial hiperinflación del 2.200% para 2017;
así como por los datos ofrecidos por la Federación de Cámaras Empresariales
relativos al IIIT 2016 donde
muestran que el sector privado de la economía está operando a un 40% de su capacidad instalada en
correlación con un sector informal donde
se localiza un 46;4%(6,5 millones)de
la “fuerza de trabajo”, superando al
sector privado que emplea un 35,7% (5 millones), con el perjudicial complemento en cuanto a que
el sector público(mayoritariamente
populista) concentra un 17,9% (2,5
millones); todo ello como resultado de la “aplicación” de un amorfo modelo económico socialista que
ha inducido, entre otros males, que en los últimos 14 años han cerrado unas 400.000 pequeñas y medianas empresas, han desaparecido
más de 4 millones de puestos de trabajo y se ha generado una salida de capitales que supera los $300.000
millones.
Una aproximación cuantitativa sobre el creciente deterioro del poder adquisitivo
del venezolano, y su consecuente efecto sobre la mala alimentación (por la vía de los precios si los productos se
consiguen) adicional a lo ya citado en cuanto a que el salario integral “ajustado” para noviembre solo cubrirá el 25,1% de
la CA, podemos obtenerla mediante
una simple estimación del “precio esperado” para 5 productos de ansiado consumo popular cuyo monto global mensual
(una sola vez) ascendería para diciembre 2016 (mes del necesario RRP) a Bs 20.520 equivalente al 19,4% del salario integral, a tenor del
costo (¿precio?) muy probable de 1 K de pasta (Bs 4.020), 1 K de caraota (Bs 6.550), 1 L de aceite (Bs 4.660), 1 K de azúcar (Bs 3.860) y 1 L de leche(Bs 1.430).
Es de resaltar, la estupefacción (asombro exagerado) que emana de las contradiccionesen la opinión de la
poblaciónentre la situación económica nacional brevemente descrita (un 94,1% la asume obviamente como ¡mala!) con relación a otros aspectos
del acontecer del país a la luz de la encuesta de Varianzas (fecha de campo: 10 al 18 de septiembre 2016): (A) Simpatía por los partidos:
Oposición 44%, Psuv 19,3%,Ninguno 36,7%; (B) Posiciónpolítica: Oposición 54,7%, Chavismo 23,2%, Independientes
22,2%; (C) Rumbo del Gobierno:
Malo 81,8%, Regular 12,8%, Bueno 4,8%, No sabe 1,3%; (D) Gestión de los militares en el Gobierno: Negativa 68,7%,
Positiva 18,1%, No sabe 13,2%; (E) Debe
continuar N. Maduro hasta 2019 o salir en 2016: En 2016 71,3%, Continuar
17,8%, No sabe 11,7%; (F)
Firmará en el 20%: Si 62,2%, No 18,1%, No sabe 19,0%; y (G) Votará para revocar a N. Maduro: Si
55,5%, No 26,7%, No sabe 17,8%. Sobre lo expresado en las 2 últimas
interrogantes, nos limitamos a opinar mediante una cita: “El
tamaño de tu éxito será del tamaño de tu esfuerzo” (Francisco de Miranda).
Colateralmente, y dando por cierto que del total de
inscritos en el registro electoral (19.465.638)
un 62,2% (12.107.627) se comportará patrióticamente e irá a
expresar durante los días 26, 27 y 28 de octubre su voluntad (por encima de
cualquier triquiñuela) de revocar al “Presidente”, la ocasión resulta propicia
para organizar una contundente y masiva manifestación
de calle pacífica y constitucional “favorecida” en su asistencia por los 8.900 manifestantes que se presentarán
en cada Centro (12.107.627 entre 1.356) para un promedio de 2.967 manifestantes diarios por Centro
(8.900 entre 3); al tiempo de asumir (como en efecto es) que una persona mientras permanece “parada”
haciendo cola ocupa un espacio de 1,5 m2 ello se traducirá en una
manifestación multitudinaria y simultanea de 4,5 Km de venezolanos protestando
en larguísimas filas en 1.356 sitios simultáneos a lo largo del
territorio nacional ¡durante 3 días!,
lo cual es insoportable para un Gobierno
que respete los Derechos Humanos
(o que presionemos para que lo haga). La movilización nacional prevista para el
venidero 12 de octubre, es un momento
estratégico para que la MUD anuncie algunas acciones en tal y otros sentidos.
Reflexión
final. Nos permitimos concluir con
otra cita: “La unión debe salvarnos,
como nos destruirá la división si llega a introducirse entre nosotros”. (SimónBolívar)
Economista Jesús Alexis González
@jesusalexisgon
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