Por Susana
Morffe, 18/12/2016
Para los
expertos en psicología y psiquiatría Venezuela es y seguirá siendo un modelo
perfecto para descargar todas las investigaciones dirigidas a desarrollar
nuevas terapias y ayudar a salir de la confusión al país.
La sociología
también nos indica el tratamiento para desembarcar las pesadas contradicciones
cuando la sociedad va encaminada al fracaso rotundo, en una suerte de abismo,
con peligrosos vicios que aligeran la destrucción de los grupos y élites, los
cuales van desarrollando actitudes no aptas para fortalecer el bien común.
Estamos en
tiempos muy críticos por los severos acontecimientos y devaluaciones del poder
económico. De hecho el poder político ha devastado el primero y contribuye a
desmejorar la convivencia ciudadana y se aleja equivocadamente de un modelo
social equilibrado, debilitando las estructuras básicas de la sociedad.
Los últimos
eventos, muy preponderantes, como la escasez de alimentos y la falta de valor
del dinero, definen claramente la capacidad de aguante del ciudadano venezolano
y golpea su perspectiva de vida. Sin alimentos y sin dinero, el venezolano es
capaz de actuar para defender su derecho constitutivo en la carta magna. Las
protestas por hambre no se incluyeron en el texto, como tampoco un estado
forajido y despiadado.
El psiquiatra y
comunicador Roberto de Vries indica: “Nunca trate de huir del dolor emocional
que siente. Vívalo como experiencia de vida y supérelo; haga el duelo, no
evada”. Que broma que esto no se pueda llevar a la práctica cuando se tiene
hambre y al parecer pasaran muchos años para asimilar esa postura frente al
caos colectivo por las imposiciones.
Estamos
finalizando un año más cargado emocionalmente de duras pruebas, lo importante
le cedió el paso a lo urgente y atrás han quedado asuntos que requieren una
solución inmediata. Nos han cambiado la vida a partir de un número. El país y
su gente sufren ahora el síndrome del 72.
En 72 horas
cierran las fronteras de Colombia y Brasil, en 72 horas devalúa y desaparecen
los billetes de bolívares 100.
Esa manera de
arruinarle la vida al país es una estrategia tan fatalista y truculenta que no
deja lugar a dudas sobre los nuevos enfoques psiquiátricos y psicológicos que
deben hacer los expertos y sus inmediatas recomendaciones para sanar al
enfermizo Estado con poder omnímodo al estilo cubano. Para estar locos solo
vale estar dirigidos por enajenados mentales.
¿Cómo se aplica
la superación del inmenso dolor que produce perder el valor país? Solo quedan
72 minutos para responder este agudo problema que se manifiesta por los
brutales pasos de un enfermo mental, tratando de aniquilar a una nación a la
velocidad del tiempo.
Sería muy
distinto enfocar el tramado de la historia con una realidad que debe ser
destruida en 72 días. Evadiendo no, enfrentando si. Venezuela no pide más, en
ese tiempo caerá la pesada y tortuosa liquidación de la revolución para iniciar
72 pasos de reconquista, país salvado, país democrático. Y que suene el
cañonazo.
El año 2017
tiene un 72 marcado de derecha a
izquierda ¡Salvemos el país!
Hasta el próximo
año...
@SusanaMorffe
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