MUD 12 de diciembre de 2016
@unidadvenezuela
Para
el economista y profesor universitario, Ronald Balza, resulta “absurdo” suponer
que sacar de circulación los billetes de cien bolívares va a causar algún
perjuicio a las casas de cambio que operan en la ciudad colombiana de Cúcuta,
en la frontera con Venezuela.
“El
gobierno creó un problema más. Teníamos montones de problemas gravísimos, y
ahora tenemos uno nuevo. Ayer no teníamos este problema”, dijo el académico en
declaraciones a Prensa Unidad Venezuela.
En sus
reflexiones, Balza aseguró que los libros de economía no registran un nombre
para definir la medida anunciada este domingo por el presidente Nicolás Maduro.
“Hay solo un precedente que no está en los libros y que ocurrió hace menos de
un mes en la India, donde el primer ministro también elimino unos billetes. Yo
no sé si fue que lo leyeron en Internet y se copiaron la idea, pero es pésima”,
aseguró.
“El
presidente dice que está eliminando billetes de cien para golpear a las casas
de cambio en Cúcuta, pero ese argumento no tiene ningún sentido. Allí se han
multiplicado los bolívares, los pesos y los bienes por transacciones que se han
hecho no solo en esas casas de cambio. Es absurdo suponer que por detener en un
momento dado ese movimiento se la va a causar un gran perjuicio a las casas de
cambio”, indicó.
Refirió
que si esos billetes se le quedan “fríos” a las casas de cambio, no será
mayor problema para esos negocios. “Es lo mismo que pasa con una panadería que
no pueda vender pan un día, no por eso se va a perder ese negocio. El negocio
se ha hecho durante todos los días en los que se ha producido algo. En este
caso, esos billetes han entrado y salido del país montones de veces y se han
convertido en bienes que van a Colombia y se venden en pesos, y esos pesos se
convierten de nuevo en bolívares. Pero ese intercambio se hace siempre con los
mismos bolívares que ahora Maduro quiere eliminar, y en el proceso hay quienes
van comprando pesos, dólares o casas”, explicó.
“Esa
es una riqueza que se ha ido acumulando aprovechando los controles de cambio y
de precios existentes. Sabemos que esos billetes han permitido comprar en
Venezuela bienes que tienen precios controlados, como por ejemplo la gasolina,
que lo sigue teniendo, para venderlos en Colombia. Eso ha generado que muchos
usuarios de los bolívares (colombianos, venezolanos y de otras nacionalidades)
vengan a Venezuela a comprar productos y venderlos en Colombia”, prosiguió.
“Pero
el problema no es el bolívar como billete, sino el control de cambios y el
control de precios, que es lo que ha ido generando los espacios para esas
actividades, que desde otro punto de vista son completamente normales entre
países, aunque no sean fronterizos. En cualquier país del mundo es normal
comprar dólares de Estados Unidos aunque no se tenga frontera con ese país. La
idea de comprar esas monedas es la de ir a esos países y comprar sus productos
con sus monedas”, añadió.
“No se
le puede atribuir al billete de cien bolívares la responsabilidad de crear
oportunidades para hacer este tipo de negocios. El incentivo no está en el
billete, sino en los controles que han permitido a una cantidad de personas
enriquecerse comprando y vendiendo sin producir nada, y eso no se va a resolver
eliminando el billete de cien bolívares”, sentenció.
Agregó
que es difícil determinar si es mucha o poca la cantidad de billetes, pues las
fotografías que han circulado muestran son billetes de baja denominación. “En
Venezuela hay seis millardos de billetes, así que es una cantidad posiblemente
pequeña en términos relativos. Lo segundo es que esos billetes que están allá
seguramente terminan siendo vendidos para ser usados en Venezuela, porque no
sirven de nada fuera del país. Hay quienes dicen que son usados para hacer
dólares u otras monedas, pero no hemos visto ninguna queja internacional sobre
el asunto, por lo que no pareciera que fuese ese el problema”, apuntó.
Los
billetes no crecen en los árboles
Lo que
sí es fácil de determinar es la cantidad de problemas que causará a la vida
cotidiana de los venezolanos de “a pie”, fundamentalmente los pensionados, los
taxistas o los que se dedican al comercio informal, quienes son los que manejan
más efectivo. “El dinero que tiene esta gente no se reproduce a la misma
velocidad con la que se reproduce en las casas de cambio”, advirtió.
“Eliminar
los billetes no va a perjudicar a quienes se están enriqueciendo con esos
negocios, sino que va a perjudicar a quien solo tiene eso, como los
pensionados, que han pasado horas haciendo colas para cobrar su pensión, y que
pudieron reunir billetes de cien e iban a hacer alguna compra. Ahora el
gobierno les dice que tienen que volver a hacer la cola para devolver esos
billetes, porque no valen nada, y además van a exponerse a que los asalten en
el camino”, comentó.
“El 77
por ciento del efectivo está en billetes de cien bolívares, y si se va a
retirar ese porcentaje antes de haber introducido los nuevos billetes, muchos
se van a ver perjudicados, y más si se hace en un momento en que tampoco
podemos pagar con seguridad con tarjetas de débito o crédito”, señaló.
“Si el
gobierno no echa para atrás esta medida o prolonga el tiempo para hacer el
canje de los billetes de cien, va a ser una semana muy difícil. La gente no va
a poder comprar ni vender nada, porque los comerciantes no van a querer recibir
los billetes, ya que no tienen valor, o los aceptaran por menos. Es absurdo y,
además, no va a resolver el problema de fondo”, insistió.
“Lamentablemente
son medidas que no van a dar un buen resultado. Estamos teniendo una pérdida
significativa del efectivo antes de recibir los nuevos billetes. El gobierno
creó un problema más. Teníamos montones de problemas gravísimos, y ahora
tenemos uno nuevo. Ayer no teníamos este problema”, dijo.
Otro
elemento que torna más difícil la situación es que todo esté ocurriendo en
diciembre, un mes que suele ser de grandes movimientos, y en el que, en este en
particular, los comerciantes esperaban recuperarse del mal año que han tenido,
y los consumidores tenían la ilusión de poder resolver algunos problemas con
sus “aguinaldos”.
“Los
precios han subido tanto en los últimos meses, que la gente esperaba poder
normalizar algunas compras que se les habían quedado rezagadas por no tener con
qué adquirir esos productos. Es una medida que afectará muchísimo a los consumidores
que esperaban de alguna manera resarcirse del mal año que han tenido”, comentó
Balza.
“Además,
esos seis millardos de billetes que saldrán de circulación costaron plata,
algunos aún están nuevecitos. No tiene sentido eliminarlos para cambiarlas por
monedas que también van a costar otro montón de plata, y que tampoco van a
durar mucho porque la inflación va a acabar con ellas, como acabó con la
locha”, concluyó.
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