Naky Soto 25 de enero de 2019
El
presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, juró este miércoles ante miles
de ciudadanos concentrados en la avenida Francisco de Miranda, que asumía su
rol como presidente encargado: “Levantemos la mano derecha, hoy 23 de enero de
2019, en mi condición de presidente de la Asamblea Nacional, invocando los
artículos de la Constitución, toda nuestra actuación basada en la Constitución,
ante Dios todopoderoso, ante los diputados, ante Venezuela, juro asumir
formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como presidente encargado
de Venezuela para lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y
tener elecciones libres”.
La
euforia tras su juramento permitió que incluso los que estaban más lejos,
intuyeran qué pasó. Guaidó afirmó que los diputados rescatarán la Constitución
y los derechos humanos en unión al pueblo, deseando que la Ley de Amnistía y la
ayuda humanitaria contribuyan a que los militares se pongan del lado de los
ciudadanos. Algunos juristas afirman que esto no fue una autoproclamación
porque Guaidó se juramentó ante el pueblo y la Directiva de la Asamblea
Nacional.
Los apoyos
Argentina,
Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Guatemala, Costa Rica, Honduras,
Panamá, EEUU, Perú, Canadá, Guyana, Francia, Kosovo, Georgia y Dinamarca son
las naciones que hasta ahora han reconocido a Juan Guaidó como Presidente
encargado, en una combinación muy interesante de declaraciones de los
presidentes y sus cancillerías.
El
presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha instado a los socios de la
Unión Europea a dar su reconocimiento a Guaidó: “Espero que toda Europa se una
para apoyar a las fuerzas democráticas en Venezuela”, afirmó Tusk en sus redes
sociales. Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo, hizo lo propio.
Guy Verhofstadt, líder los liberales del Reino Unido también pidió seguir el
ejemplo de Canadá, Estados Unidos y otros “socios cruciales” de la UE en
América Latina. Para no variar, el comunicado de Federica Mogherini, alta
representante de la UE para los Asuntos Exteriores, fue más débil pero no tan
vergonzoso como el del canciller español Josep Borrell. La ONU manifestó seguir
“de cerca” las manifestaciones en Venezuela y pidió “negociaciones políticas
inclusivas y creíbles”. El batacazo institucional lo dio el Banco
Interamericano de Desarrollo, reconociendo la presidencia de Guaidó.
Un balcón sin plaza
Una
vez más, el PSUV necesitó la movilización de muchos autobuses para cubrir los
puntos que dispusieron para su marcha, además de la innecesaria represión que
ejercieron en algunos puntos de concentración opositora, como El Paraíso. En
todo caso, la convocatoria fue paupérrima (la coacción no es lealtad) y
Diosdado Cabello pidió a sus militantes en la Plaza O’Leary irse a Miraflores
porque allá los esperaba Nicolás.
El
canal oficial VTV no supo calibrar las tomas desde el Palacio Presidencial y
mostró muchas veces la poca gente frente a la que habló el usurpador. No los
culpo. Fue un discurso aburrídisimo, repetido y divorciado del momento
político. Pidió fidelidad a las Fuerzas Armadas y a la justicia le pidió actuar
para preservar al Estado. El cuento del intervencionismo estadounidense sirvió
para anunciar la ruptura de relaciones con EEUU y ordenar al personal
diplomático y consular de esta nación abandonar el país en las próximas 72
horas. No anunció represalias diplomáticas contra ninguna otra nación que haya
apoyado a Juan Guaidó, ni contra el mismísimo Guaidó. Notable que no lo
acompañara el Alto Mando militar y sin embargo dijo: “Aquí no se raja nadie,
aquí vamos al combate”.
¡Muévete, Tarek!
El
presidente de la sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, Juan
José Mendoza, exhortó al Ministerio Público a proceder de manera inmediata a
determinar responsabilidades contra los diputados de la Asamblea Nacional por
la usurpación de competencias del Presidente y por incurrir en desacato,
ratificando la “inconstitucionalidad del Poder Legislativo”. Según él, el
Parlamento comete “acciones de fuerza para derogar la Carta Magna”.
No me voy
El
secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, declaró la noche del miércoles que
no cree que Nicolás tenga la autoridad legal para romper relaciones
diplomáticas con su nación y por ello mantendrán las relaciones que en adelante
conducirá el gobierno del presidente encargado Juan Guaidó. Pompeo aprovechó
para pedirle a las FFAA a seguir protegiendo a todos los ciudadanos
venezolanos, así como a los estadounidenses y otros extranjeros.
Los que no se rajan
El
ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, escribió un mensaje en Twitter
en el que afirma: “El desespero y la intolerancia atentan contra la paz de la
nación. Los soldados de la patria no aceptamos a un presidente impuesto a la
sombra de oscuros intereses ni autoproclamado al margen de la ley. La Fanb
defiende nuestra Constitución y es garante de la soberanía nacional”. Luego, el
jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada (Ceofanb), Remigio
Ceballos, afirmó también en Twitter que los militares son soberanos y leales a
“su comandante en jefe Nicolás Maduro”. Más divertido es que Padrino López haya
agendado el pronunciamiento oficial de la FFAA para el jueves 24 de enero a las
10:00 a.m. Quizás a esa hora el inventario de leales estará más claro.
Reunión en Los Naranjos
En su
programa semanal en VTV, Diosdado Cabello aseguró que el martes 22 se reunió en
Los Naranjos con Juan Guaidó: “Prometió que no diríamos nada de eso si se
mantenían los acuerdos, pero hoy hizo todo lo contrario. No tienes palabra”,
dijo y retó a Guaidó para que lo desmintiera. Yo celebro esta historia: si la
reunión ocurrió, significa Cabello (y con él, Nicolás) reconoció la autoridad
de Guaidó y de la Asamblea Nacional, borrando el desacato y la anulación que el
TSJ hizo de su Junta Directiva. De coherencia no morirán los chavistas. Cabello
amenazó al cuerpo diplomático norteamericano con no reconocerles su inmunidad e
incluso con quitarles los servicios. ¿La perla de la noche? Afirmó: “Carmona
tiene un mérito: lograron llevarse a Chávez y llegaron a Miraflores. Pero este
(Guaidó) no ha llegado a la esquina del muerto. Qué vaina tan loca, pero más
loco es que haya gobiernos que lo reconozcan”, dijo Cabello.
¿Y entonces?
Nicolás
apuesta por un mensaje muy errado. No somos Siria. De este lado no hay rebeldes
armados ni gente interesada en confrontarle. Somos ciudadanos, somos un país
que lo desconoce, que lo entiende como un usurpador. Él es el dueño de la
violencia y lo probó con cada persona que murió (la cuenta hasta esta noche era
de 13 personas) por la represión ejercida por los cuerpos de seguridad del
Estado. Nicolás tiene el control del territorio por el apoyo de la FFAA,
mientras que la Asamblea Nacional tiene la legitimidad democrática y un
definitivo apoyo popular e internacional. Mientras la FFAA no se pronuncie,
están en el tablero varias posibilidades para resolver o complicar aún más la
escena. La vulnerabilidad de la mayoría de los venezolanos es un factor
determinante en esta historia.
…
La
emoción del valor, de la dignidad, de la resistencia y de la civilidad
expresadas hoy, es muy difícil de describir, pero seguro el registro
fotográfico de cada ciudad (local y extranjera) en donde los venezolanos nos
movilizamos, servirá para describir la determinación por recuperar nuestra
democracia. A pesar de tantas adversidades, volvimos a la calle. En palabras de
la célebre Rodríguez, María Fernanda: “Somos grandes, un pueblo grande”.
Naky
Soto
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