Por Jonatan Alzuru Aponte
Es un momento difícil,
complejo, pero con una ruta trazada, cese a la usurpación, gobierno de
transición y elecciones libres. Así ha resumido el Presidente Encargado Juan
Guaidó, el camino que debemos seguir.
Es falso que lo que está
sucediendo fue un acto de magia o que de pronto amanecimos con un líder
impuesto. Es muy frecuente desvalorizarnos como pueblo, el famoso poema de
Rafael Cadenas, grafica ese estado de nuestra subjetividad. Que es sustancial
luchar contra él y transformarnos; allí el campo de batalla está en nuestro
cuerpo personal y social.
Voy a señalar, grosso modo,
un par de acciones que nos deben invitar a reflexionar. Era un deseo de nuestra
dirigencia que los asuntos de Venezuela se discutieran en la OEA, recordemos
los esfuerzos, en el pasado reciente, por ejemplo, de Capriles, de Guillermo
Aveledo o de las comisiones de los diputados que durante los últimos años han
visitado no solo a la OEA, sino a los distintos parlamentos de los países
latinoamericanos. Era un sueño de nuestros parlamentarios, como representantes
de todos nosotros que esa discusión trascendiera, incluso, las fronteras de nuestro
continente. Pensemos todo el esfuerzo que han realizado las ONG, como el Foro
Penal y Provea, no solo internamente sino en el marco internacional.
Recordemos las acciones que
tomó el partido político Vente Venezuela, enviando cartas a los distintos países
no solo de Europa sino a Rusia y China, como una táctica no solo para informar
sino persuadir, para lograr el apoyo al movimiento que se enfrenta contra el
despotismo, criticados por unos y alabados por otros, pero era un grano de
arena en la dirección de informar la situación.
Recordemos el movimiento del
Frente Amplio: Venezuela Libre, donde, por ejemplo, en el Aula Magna de la UCV
participaron los partidos políticos quienes hoy conforman la directiva de la
Asamblea Nacional. Pero ese movimiento era articulado por dirigentes gremiales,
estudiantiles sindicatos, dirigentes profesorales, religiosos e hicieron
reuniones, asambleas en todos los estados del país, extendiendo las manos al
chavismo disidente, allí tuvo un papel relevante, por ejemplo, Nicmer Evans.
Pero, además, no debemos
olvidar que la directiva de la Asamblea Nacional no se consolidó a partir de un
acto dictatorial, de una ocurrencia, de un azar; todos sabemos que la directiva
se configura a partir de un proceso de negociación de las fuerzas políticas que
hacen vida en la Asamblea Nacional, donde hay múltiples corrientes de
pensamientos, múltiples maneras de mirar la política. Y desde que se obtuvo esa
mayoría contundente, la Asamblea Nacional, su directiva, siempre se ha
propuesto el cambio; recordemos a Henry Ramos Allup recién tomó posesión de su
cargo en su momento. De allí que nadie debe sorprenderse que Guaidó asuma el
testigo entregado por los otros.
Durante estos años, nuestra
dirigencia ha intentado diversas vías para transformar el estado de explotación
que vivimos los venezolanos y donde se cometieron muchísimos errores. Eso nos
tenía desanimado a todos. Recordemos cuando se discutió la ley de amnistía, por
ejemplo, a nosotros, la masa popular, en las redes sociales, nos parecía que
los parlamentarios estaban perdidos o cuando nombraron al TSJ, mostrando que el
actual del régimen, se nombró de forma irregular… veíamos esas acciones como
intrascendentes… Sin embargo, en las circunstancias actuales esos pasos previos
de nuestra Asamblea, de los partidos políticos, etc… está rindiendo frutos. Ha
sido un proceso constructivo.
Reducirlo al fenómeno
Guaidó, no solo es una miopía, sino revela una subjetividad que solo comprende
el accionar desde la lógica caudillista. Pero resulta que el joven, logró
capitalizar un sentimiento de todos aquellos que nos oponemos al déspota, ¿Por
qué no celebrarlo?
Fue coyuntural para Guaidó
la Presidencia de la Asamblea, pero fue una decisión personal transformar esa
coyuntura en una oportunidad, para articular un juego colectivo y tiene a su
lado, con sendas responsabilidades, a dos diputados de los partidos que se han
considerado light o hasta traidores como Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo,
si nos detenemos a reflexionar cómo está compuesta esa directiva, ¿a quién se
le ocurría pensar que se trata de un radicalismo que busca la guerra?
Es responsabilidad de todos
los venezolanos utilizar todos nuestros medios para persuadir a los integrantes
de las FANB; pero hay que tener claridad que no depende de nosotros su
respuesta. Por lo tanto, la situación de violencia, está en manos del déspota y
de quien tiene el control de las armas, no del pueblo venezolano que intenta
pacíficamente lograr unas elecciones libres para salir de un estado de
esclavitud.
28-01-19
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