Gonzalo González 23 de diciembre de 2020
Los eventos políticos, celebrados entre el domingo 6 y
el sábado 12 del mes en curso, nos permiten arribar a algunas conclusiones de
segura influencia en el devenir inmediato de la crisis política venezolana.
El domingo 6 se celebraron los comicios para renovar
la composición de la Asamblea Nacional. Comicios cuestionados por una amplia
gama de instituciones políticas, gremiales, académicas y oenegés, así como
vastos sectores de la ciudadanía; por la comunidad internacional democrática y
organismos e instituciones multilaterales de diverso espectro del ámbito
internacional.
El cuestionamiento se origina en la convicción de
todos esos actores de que esos comicios estaban diseñados por el régimen para
impedir la libre expresión de la voluntad ciudadana mediante el voto y, por
tanto, carecían de legalidad y legitimidad.
La soledad de los centros de votación fue el dato más
relevante de ese evento, a pesar de los esfuerzos, amenazas y actos de chantaje
practicados por el régimen para obligar a la ciudadanía a concurrir a sufragar.
Incluso, a última hora, Maduro intentó estimular la
concurrencia dándole carácter plebiscitario al mismo, lo cual resultó siendo un
tiro en el pie autoinfligido por el propio chavismo.
Del 6/12 pueden extraerse las siguientes conclusiones:
- El régimen sufrió un traspié importante porque el
pueblo no acudió a la cita y porque la bajísima votación obtenida por el
Psuv confirmó lo que las encuestas venían estableciendo y la opinión de la
calle expresando: el deslave del apoyo popular al régimen, hoy apoyado, a
lo sumo, por un 15% del electorado. Por tanto, puede concluirse que el
chavismo devino en minoría, que su antaño caudaloso apoyo social se ha
licuado y se sostiene en el poder mediante la imposición y la
arbitrariedad.
- La mayoría
abrumadora del cuerpo electoral y por tanto de la ciudadanía no volverá a
los centros de votación a menos de que se produzcan los cambios
sustantivos necesarios para que el ejercicio del sufragio cuente con las
garantías para que el mismo vuelva a ser expresión genuina de la voluntad
soberana del pueblo.
- El plan urdido por
el régimen para crear una oposición cohabitante y colaboracionista fracasó
porque los supuestos opositores (mesitas, alacranes y demás suscribientes
del plan) no fueron reconocidos por el pueblo como sus genuinos portavoces
y representantes; su raquítica votación los condena a tener una
representación sin influencia significativa en el cuerpo electo.
- El cuerpo elegido
es un seudoparlamento que nace muerto por carecer de legalidad y
representatividad, es una especie de clon, con algunas diferencias, de la
finada constituyente chavista. Además, sus competencias de legislación y
control estarán esterilizadas y mediatizadas por la Ley Antibloqueo y por
el anunciado y no desmentido aviso de Maduro de que sus decisiones estarán
sujetas al referendo de un tal poder comunal.
- Toda esta
operación política no resultó en beneficio alguno para la dictadura, no le
sumó un solo aliado de significación, ni tampoco legitimidad alguna.
La Consulta Popular convocada por sectores de la
sociedad civil y apoyada por la legítima Asamblea Nacional resultó, a pesar de
sus carencias y limitaciones, una pequeña victoria para las fuerzas de
democráticas, hoy en comprensible horas bajas.
Fue un soplo de aire fresco. Lo acontecido el domingo
6 con la farsa electoral resultó un revulsivo positivo y un estímulo a la
participación en la consulta. De la misma pueden extraerse algunas
conclusiones:
- Funcionó
adecuadamente como contraste a los comicios del 6/12.
- Proporcionó
visibilidad pública a la oposición democrática tanto en Venezuela como en
el exterior.
- Les facilitó a
sectores de la ciudadanía una fórmula para expresar su descontento y
oposición a la farsa electoral.
- Le permitió al
liderazgo democrático reconstruir su columna vertebral y cierto nivel de
interlocución con sectores de la ciudadanía.
- Indicó con
claridad dónde está el verdadero centro de gravedad de las fuerzas
democráticas y cuáles son los sectores con capacidad (todavía disminuida,
pero con potencial por recobrar) para confluir, articular y movilizar el
vasto descontento y las ansias de cambio de la inmensa mayoría del cuerpo
social de la nación.
- Puso en evidencia,
también, las limitaciones y carencias que las fuerzas democráticas
políticas y sociales deben superar de cara al futuro para afrontar con
posibilidades de éxito la resistencia a la dictadura chavista.
No pretendo agotar el tema con lo glosado, pero creo
que ofrece insumos claros de cara a lo que viene en el 2021.
Tomado de: https://talcualdigital.com/conclusiones-sobre-lo-ocurrido-el-6d-y-el-12d-por-gonzalo-gonzalez/
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