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jueves, 29 de abril de 2021

Primero de Mayo del país abatido por dos pandemias por @froilanbarriosf

Por Froilán Barrios

El mundo del trabajo en Venezuela no la ha tenido fácil durante el siglo XXI. En sus inicios se antojaba prometedor con los cantos de sirena de la revolución bolivariana, que prontamente develó sus macabras intenciones, con la demolición del sistema de relaciones de trabajo, la reducción del capital privado a una expresión marginal y, aún más, la humillación del trabajador al someterlo a condiciones infrahumanas, precarizar el salario y condenar a la mayoría al rebusque y el trueque para subsistir.

Las cifras son letales cuando señalan a Venezuela como campeona mundial de la miseria, siendo el número 1 por quinto año consecutivo en un ranking que comprende a 156 países a nivel global, por lo que no es extraño que el país registre las cifras de conflictividad social y laboral más notorias de la región, a pesar de la represión y judicialización de la protesta implantada a mansalva por la tiranía y por ende la diáspora de más de 6 millones de sus ciudadanos.

Tal como indica el Informe Anual del Observatorio de Conflictividad Social (OVCS) en 2020 se desarrollaron protestas de todo género: por servicios básicos 5.951, derechos laborales 2.421, combustible 1.902, derecho a la participación política 1.067, derecho a la salud 806, derecho a la alimentación 691, derecho a la justicia 503.

Entre tanto, en su informe del primer trimestre de 2021 indican que los conflictos sociolaborales no han amainado, al identificarse en ese período 1.506 protestas, a saber: derechos laborales 548, servicios básicos 495, derecho a la participación política 196, derecho a la salud 155, derecho a la Justicia 126, derecho a la vida 89.

Los temas laborales mayormente planteados son: 1. La dolarización del salario como principal exigencia de los trabajadores, quienes apelan como consigna al artículo 91 de la Constitución Nacional que enfatiza en un “salario para vivir con dignidad”. 2. La denuncia de la represión en el contexto del covid-19, pues durante los primeros 90 días del año, 23 protestas fueron reprimidas en 13 estados del país, con un saldo de 13 detenidos, 6 heridos y 1 persona fallecida.

3. Por otra parte, en el sector salud los trabajadores del gremio de médicos y enfermeras reclaman el reajuste del salario a los niveles inflacionarios; asimismo, los pacientes y sus familiares no han cesado en las exigencias por dotación de materiales y equipos de bioseguridad para garantizarle a todos los involucrados la protección en tiempos de pandemia. 4. En el sector educativo: maestros y demás personal del gremio se unen a las exigencias de salarios dignos, condiciones seguras y de calidad para el regreso a clases. Igualmente, denuncian las amenazas de ser sustituidos por jóvenes integrantes del gubernamental Plan Chamba Juvenil, por negarse a iniciar clases presenciales y a distancia sin la previa atención de sus reclamos.

5. Así también trabajadores de diversos sectores, donde se destacan los jubilados y pensionados, protestaron ante las dificultades que enfrentan para acceder a servicios de salud y a la compra de medicamentos, alimentos y bienes de primera necesidad. Asimismo, el salario mínimo que se ubica en 1 dólar mensual es insuficiente para pagar servicios básicos que son cobrados en moneda extranjera, de manera excesiva.

6.-Nadie escapa a la ofensiva antilaboral, en este caso los productores, comerciantes y trabajadores del sector informal protestan en rechazo a las medidas restrictivas en cuanto a horarios, cobros excesivos de impuestos, extorsiones y retención de mercancía como prácticas cotidianas de las autoridades.

7. Finalmente se identifican las protestas de transportistas en rechazo a costos de tarifas, así como la falta de unidades de transporte y obligatoriedad de realizar largas jornadas frente a las estaciones de servicio para abastecerse de combustible.

En resumen, el informe del OVCS refleja la dantesca realidad que sufren los trabajadores de todos los sectores laborales, que determina para el sindicalismo y gremios profesionales no circunscribirse a la conmemoración de un solo día, sino dedicar al menos el mes de mayo a jornadas de acción y reflexión sobre los próximos pasos que deben adelantar las organizaciones de los trabajadores en procura de reconquistar los derechos perdidos, estando atentos a las decisiones que emanará el 3 de mayo de 2021 la OIT, que fijó esta fecha tope para el cumplimiento de las decisiones acordadas por el Consejo de Administración del organismo.

Para ello es fundamental la unidad de las centrales y corrientes sindicales autónomas y la alianza con el mundo académico, pues en las universidades públicas como la UCV, UC, ULA, UDO, UCLA y en universidades privadas como la UCAB se ubica el personal docente presto a apoyar a través de la formación y el estudio, a las luchas de los movimientos de los trabajadores. Condición necesaria para afrontar el sufrimiento de una nación que sufre dos pandemias, la universal del covid-19 que ha fulminado millones de vidas en el planeta y, para colmo de males, la que sufrimos los venezolanos con este régimen dictatorial que ha precarizado las condiciones de trabajo al nivel de la subsistencia.

28-04-21

https://www.elnacional.com/opinion/primero-de-mayo-del-pais-abatido-por-dos-pandemias/

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